El punto de vista de la Agencia Internacional de la Energía sobre los biocombustibles

Los biocombustibles se encuentran en un permanente debate sobre su sostenibilidad real y su impacto sobre el precio y la disponibilidad de los alimentos. La reciente escalada de los precios de los alimentos ha suscitado dudas sobre la producción sostenible de estos combustibles. La Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha publicado recientemente una declaración en la que recoge sus puntos de vista sobre este asunto. Reproducimos aquí lo más significativo de este comunicado.

 

[Fernando Fresno]

La IEA considera muy importante distinguir entre tipos de biocombustible. Por una parte, la mayoría de los biocombustibles son interesantes en el sentido de que pueden servir para sustituir al petróleo importado y ayudar en la diversificación de los recursos energéticos. Por otro lado, algunos de los biocombustibles actuales (de primera generación), como el bioetanol a partir de grano y el biodiésel de semillas, pueden competir con la producción de alimentos, fibras y piensos, aunque actualmente se destina menos de un 2 % del suelo del suelo cultivable a la producción de biocombustibles.

Según la IEA, los biocombustibles pueden producirse de una forma más sostenible y, debidamente gestionados, pueden ofrecer apreciables beneficios, tanto a los miembros de la OECD como a países en vías de desarrollo, dado que pueden aumentar la seguridad energética, fomentar el desarrollo económico (especialmente en zonas rurales) y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los biocombustibles de segunda generación a partir de materias primas ligno-celulósicas son prometedores para proporcionar eventualmente tipos más sostenibles de biocombustibles. Aunque siguen siendo costosos en la actualidad, recientemente se ha progresado mucho en su investigación y desarrollo mediante inversiones públicas y privadas. La IEA hace un llamamiento a los gobiernos a aumentar su apoyo al I+D+i en biocombustibles de segunda generación en este momento crítico, a disminuir progresivamente los actuales incentivos a las tecnologías de biocombustibles según vayan madurando y a explorar políticas que promuevan los biocombustibles avanzados.

Los biocombustibles están representando un papel cada vez más importante para satisfacer la creciente demanda de combustibles para el transporte. Representaron el 49 % del crecimiento en el suministro de combustible fuera de la OPEP en 2007, proporción que se prevé que suba al 55 % en 2008. Una próxima publicación de la IEA, Perspectivas de la tecnología energética para 2008, mostrará que los biocombustibles pueden tener un papel fundamental si se quieren conseguir reducciones considerables en las emisiones de CO2. En el escenario más ambicioso, los biocombustibles suministrarán aproximadamente 700 millones de toneladas equivalentes de petróleo, lo que representará el 26 % de la demanda total de combustible para el transporte, en 2050.

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Un comentario

  1. Es increible la soberbia de estos buròcratas, mi proyecto de Levitransportaciòn, resuelve todos esos problemas energèticos y muchos otros màs, visiten mi blog y veràn de que estoy hablando. La nueda era ha llagado, allà quienes por soberbia e ignorancia la desprecien, quedaràn resagados en la historia.

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