Biodiesel a partir de caña de azúcar
No solo azúcar y bioetanol, ahora también se puede utilizar esta materia prima para la producción de biodiesel mediante la utilización de microorganismos modificados genéticamente.
Autor: [José Miguel Oliva-Unidad de Biocarburantes-Ciemat]
Una característica de la caña de azúcar como fuente de biocombustibles es su capacidad para generar un sinfín de productos. De hecho, mientras que en España se cultiva para producir azúcar y etanol, países líderes en su producción, como Brasil o India, obtienen también electricidad (con la combustión del bagazo), vinaza y compuestos químicos como furfural y amoniaco.
Sin embargo, ahora también se produce biodiesel a partir de los azúcares de la caña. Así, según informa Al Costa, director general de Alcohol, consultora española especializada en etanol y caña de azúcar, en Brasil ya funcionan cientos de autobuses con biodiésel a partir de caña de azúcar, obtenido gracias a la modificación genética de la levadura de la cerveza. Esa novedad corre por cuenta de Amyris-Crystalsev Biofuels, joint venture entre Amyris, empresa estadounidense de biotecnología, y Crystalsev, una de las mayores comercializadoras de etanol y azúcar de Brasil. Con este fin, Amyris desarrolló modificaciones genéticas en variedades comerciales de la levadura Saccharomyces cerevisiae, responsable de transformar el jugo de caña en etanol durante el proceso de fermentación. La modificación consigue que el microorganismo secrete una molécula llamada farneseno, común en el diésel e incluso en muchas plantas (responsable del olor en algunas manzanas). A partir de aquí, puede utilizarse en cualquier motor diésel sin necesidad de ajustes.
La gran ventaja de esta tecnología es que se basa en la fermentación, un método conocido y usado en todas las plantas de etanol (hasta las de celulósico), por lo que la aparición de sorpresas indeseables en los procesos es nula. Esto permite el uso de cualquier planta de etanol también para la obtención del biodiésel, ya que, en lugar de usar las cepas normales de Saccharomyces (u otras) para fabricar el primero, se emplean cepas genéticamente modificadas para producir farneseno, separado vía destilación normal del etanol, y elaborar biodiésel. El efecto final es la producción de ambos biocarburantes en un único proceso, con los consiguientes beneficios económicos.
Ya en España, la multinacional americana y Antibióticos firmaron un acuerdo para la producción de este componente en sus instalaciones de León, aunque la propiedad y distribución estarán en manos de Amyris.
Por otro lado, la idea no es exclusiva de Amyris. Otra compañía norteamericana, LS9 (Life Sciences Sustaining Billions), posee una tecnología semejante, pero usando cepas genéticamente modificadas de la bacteria Escherichia coli, que se usan para obtener moléculas semejantes a las encontradas en el diésel normal mediante procesos de fermentación de los azúcares contenidos en la caña de azúcar.
Fuente: www.energias-renovables.com.
Diesel: the last step in sugarcane production. Alkol Bioenergy 2013