El barco solar más grande del mundo acaba en París su segunda misión

El Planetsolar, la embarcación solar más grande del mundo, amarró el pasado 11 de septiembre a la orilla del Sena como colofón de su segunda misión, en la que recorrió las aguas del Atlántico para estudiar parámetros clave de la regulación del clima.

Autor: [Rocío Fernández Saavedra – CIEMAT]

 

El PlanetSolar fue desarrollado en 2010 por un equipo internacional de ingenieros, físicos y constructores navales de la empresa Sun Power Corporation. Esta embarcación de 31 metros de largo por 15 de ancho, obtiene la energía para navegar de unas 38.000 placas solares instaladas en la cubierta y que ocupan una superficie de 500 metros cuadrados, conectadas a baterías que pesan 13 toneladas, casi un cuarto del peso total de la embarcación, que asciende a 60 toneladas. La empresa alemana GAIA ha desarrollado las baterías de la nave, que pueden acumular hasta 1,3 megavatios de energía bajo cubierta, lo que permite al barco navegar en la oscuridad o en medio de una tormenta. Dotada de dos hélices de carbono el doble de grandes de lo normal para una nave de su tamaño y que harán también la función de timón, la embarcación es propulsada por cuatro motores eléctricos con una potencia de 176 kilovatios, aunque con un consumo ideal de sólo 20 kilovatios por hora.

En su primera misión llevada a cabo en 2012, el Planetsolar se convirtió en el primer catamarán alimentado solo por energía solar capaz de dar la vuelta al mundo, tras recorrer 40.000 kilómetros en 140 días. Durante dicha travesía realizó 52 escalas en ciudades de hasta 28 países, con una finalidad de concienciación social acerca de la importancia del medio ambiente, según sus promotores. El capitán del barco, Gérard d’Aboville, se dijo «entusiasmado» por haber hecho estas expediciones, pues, según explicó, la navegación es diferente dado que «no solo se tiene que tener en cuenta el mar, las corrientes o las olas, hace falta tener en cuenta también el sol», lo cual calificó de «verdadero ejercicio de gestión de la energía».

El Planetsolar comenzó su segunda misión en junio pasado y durante la misma ha recorrido más de 8.000 kilómetros con el objetivo de efectuar un estudio científico. Al no tener la nave ningún tipo de emisión contaminante la hace óptima para las mediciones de “aerosoles atmosféricos y fitoplancton», según ha señalado el director de la expedición científica, Marin Beniston, que subrayó que el barco «es la demostración de que se pueden hacer muchas cosas evitando los combustibles fósiles». En esta segunda misión bautizada «Planetsolar aguas profundas» ha visitado 12 ciudades, como Las Palmas de Gran Canaria, Nueva York o Londres, tras lo que ha recalado en París, donde se llevará a cabo una semana de actividades para el público a la orilla del Sena. Después se trasladará a Lorient, en la Bretaña francesa.

La propietaria de la nave, Cordula Stroeher, ha bromeado diciendo que hace cuatro años escucharon hablar de «esa idea loca» que se hizo realidad y ha demostrado las posibilidades de la energía solar con «un éxito que abre las puerta a proyectos futuros».

Fuente: http://sociedad.elpais.com/

 

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