Análisis de Sistemas Energéticos: una necesidad en el camino hacia un futuro energético sostenible

Autores: Diego García y Diego Iribarren-IMDEA Energía

La Cumbre del Clima de París (COP21) celebrada en diciembre de 2015 culminó con un acuerdo global en el que prácticamente todos los países del mundo (196) se comprometían a desarrollar y poner en práctica planes de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La motivación detrás de este histórico esfuerzo es lograr que la temperatura del planeta no aumente más de 2ºC a finales del siglo XXI con respecto a los niveles preindustriales. Para lograrlo, la entrada masiva de energías renovables en el sistema se establece como prioritaria junto con mejoras en la eficiencia de procesos ya existentes, el desarrollo de tecnologías como la captura, transporte y almacenamiento del CO2 y la creación de redes energéticas inteligentes (de electricidad, gas y calor) que integren a todos los agentes involucrados desde la producción hasta el consumo.

En el ámbito europeo, la lucha contra el cambio climático es igualmente uno de los pilares del Energy Roadmap 2050. Esta hoja de ruta también destaca el papel que las energías renovables y la eficiencia energética han de jugar en el futuro del sistema energético europeo a fin de lograr una reducción del 80-95% de las emisiones de GEI para 2050 respecto a los niveles de 1990. Por otra parte, la nueva versión del Strategic Energy Technology (SET) Plan define la estrategia europea de I+D para los próximos años. El nuevo plan identifica diez acciones de investigación e innovación basadas en las necesidades del sistema energético, sus transformaciones y el potencial del mismo para crear empleo y crecimiento económico. Entre estas acciones prioritarias, se incluyen la integración de tecnologías renovables en el sistema energético, la reducción de costes y el desarrollo de nuevos procesos y servicios inteligentes (smart homes) enfocados en el consumidor. Asimismo, se plantean mejoras en la resiliencia, seguridad y comportamiento inteligente de los sistemas energéticos y el desarrollo de nuevos materiales orientados a la eficiencia en edificios. Además, el plan europeo presenta la captura, transporte y almacenamiento y las baterías avanzadas como opciones a desplegar, considerando la valorización y uso del CO2 y el almacenamiento energético, respectivamente, como principales valores añadidos.

De todo ello, cabe destacar el papel que la sostenibilidad de los sistemas energéticos adquiere en las nuevas hojas de ruta. En este sentido, resulta fundamental garantizar que las nuevas medidas que se adopten deriven en sistemas energéticos con un adecuado comportamiento tecnoeconómico, ambiental y social. Por ejemplo, el nuevo SET Plan realza la necesidad de análisis que aseguren la sostenibilidad en el área de combustibles renovables para el trasporte, así como la necesidad de nuevos análisis de medidas de eficiencia energética más ambiciosas y de políticas de optimización de costes mediante técnicas de modelización energética. Esto no solamente pone de manifiesto el interés creciente de la sociedad y las administraciones estatales al respecto del medio ambiente y la salud, sino que también muestra cómo la sostenibilidad se posiciona como motor del desarrollo económico pese al reto político, social y tecnológico que ello supone. En este cambio de paradigma, el Análisis de Sistemas Energéticos se erige como una disciplina transversal y flexible capaz de dar respuesta a la necesidad de anticiparse a los complejos problemas que afronta el sector energético y, en general, la sociedad.

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Un comentario

  1. Estupendo artículo. Conciso, denso, técnico. No cuesta nada apreciar el mucho conocimiento que se presume en gente que es capaz de escribir un breve como este. Magnífico, otra vez.

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