Nuevas «esperanzas» terapéuticas contra el alzheimer

Un nuevo fármaco denominado Aducanumab que ha pasado a la fase 3 de los ensayos clínicos, abre una ventana de esperanza para las personas que padecen alzheimer y sus familiares. Todas estas investigaciones y noticias, hay que tratarlas con suma precaución, ya que en muchas otras ocasiones se han despertado grandes expectativas que no han acabado de cumplirse finalmente. Aún así, cabe la esperanza que alguno de estos tratamientos o futuros avances que se desarrollen en el futuro tengan el éxito esperado por toda la comunidad científica…y en definitiva por la sociedad.

En este sentido las investigaciones más prometedoras de los últimos años han puesto el foco sobre la proteína beta-amiloide (causa principal de la enfermedad) como consecuencia de su acumulación y formación de placas fuera de las células que impiden la necesaria comunicación entre las neuronas en el cerebro. Este nuevo fármaco que es un anticuerpo monoclonal, esta siendo probado en ensayos clínicos con enfermos en una etapa temprana.

En el transcurso de un año, y en los primeros datos de la fase 1 de los ensayos, los investigadores dieron inyecciones mensuales de aducanumab a 165 personas en dosis de 1, 3, 6 o 10 mg / kg. Los incluidos en el ensayo o bien tenían un diagnóstico de Alzheimer leve o tenían problemas de memoria temprana y evidencia de altos niveles de la proteína beta- amiloide. Los participantes se sometieron a escáneres cerebrales, análisis de sangre y fueron evaluados por su memoria y habilidades cognitivas durante el estudio. Los investigadores encontraron en los escáneres cerebrales que aducanumab reduce los niveles de amiloide, con la dosis máxima de 10 mg / kg que era las que parecían mostrar un mayor efecto en la limpieza de las placas.

Aunque el anticuerpo fue generalmente bien tolerado, algunos participantes experimentaron efectos secundarios al principio de su ciclo de tratamiento. Casi la mitad de los de la dosis más alta del fármaco experimentó una condición llamada ARIA que se caracteriza por la pérdida de fluido de la sangre en el cerebro. Este es un síntoma reconocido por los fármacos dirigidos a las placas de amiloide. En la actualidad un grupo de trabajo internacional se ha establecido para comprender mejor este efecto secundario y cómo se puede evitar en futuros estudios. España participa activamente en los ensayos clínicos de una investigación multicéntrica en la que participan 150 centros de Europa y Estados Unidos. En España intervienen 13 centros situados en Navarra, Bilbao, Valencia, Barcelona, Sevilla, Cáceres y Córdoba.

En relación al impacto del fármaco sobre las habilidades mentales de los usuarios, los datos iniciales parecen positivos, aunque este ensayo de fase 1 solo busca probar la seguridad y tolerabilidad al compuesto. Los expertos se muestran muy cautelosos sobre este punto, ya que otros fármacos con mecanismo de acción semejante y habiendo conseguido eliminar las placas de beta amiloide, no han logrado finalmente que eso se traduzca en mejorías a nivel cognitivo (memoria, lenguaje, etc) o funcional. Solo un ensayo de fase 3 puede ayudar a determinar si efectivamente, el fármaco representa un punto de cambio en la historia de los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: www.mayoresudp.org y www.2ti.es

Imágen: Sevigny/Nature

 

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