Científicos vinculan el estrés infantil con la longevidad

Investigaciones recientes realizadas por un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, han identificado ciertos aspectos de la experiencia infantil vinculados a las personas que viven más tiempo. De esta manera, estos estudios han mostrado que las personas criadas en familias con un nivel socioeconómico más alto fueron más optimistas en la mediana edad y, a su vez, presentaron mayor longevidad. Por otro lado, aquellos que experimentaron más estresores psicosociales, como la muerte de los padres, movimientos geográficos frecuentes y disciplina severa, tendieron a encontrar eventos de la vida más estresantes en la mediana edad, y se veía reflejado en una vida menos longeva.

Investigaciones previas habían demostrado ya que las experiencias infantiles adversas están asociadas con un mayor riesgo de mortalidad. Sin embargo, los efectos parecen ser impulsados por una pequeña proporción de personas que experimentaron múltiples «golpes» de estresores severos, como el abuso físico y la violencia doméstica. Poco se sabía sobre los posibles efectos de los factores de estrés más leves pero más comunes y los beneficios potenciales de las experiencias favorables de la infancia sobre la longevidad. Es difícil observar estudios dónde se analicen diferentes aspectos de las experiencias infantiles y cómo influyen en la vida. Estas preguntas se abordan en un nuevo estudio que aparece en la revista Psychology and Aging.

El estudio incluyó a 1.042 hombres que habían sido seguidos desde 1961 en el Estudio Normativo sobre el Envejecimiento. Se evaluaron tres aspectos de las experiencias de la infancia, incluido el estado socioeconómico, los estresores psicosociales y la presencia de relaciones cercanas en diferentes etapas del estudio. El optimismo, la satisfacción con la vida, los eventos estresantes y el afecto negativo en la mediana edad, se evaluaron entre 1985 y 1991. El estado de la mortalidad se rastreó hasta 2016.

Un hallazgo clave fue que los hombres que recordaban haber tenido más estresores infantiles también tendían a experimentar más estresores cuando eran adultos y, a su vez, tenían un mayor riesgo de morir. Por ejemplo, al comparar hombres que tenían cinco factores estresantes psicosociales infantiles versus uno, los que tenían más factores estresantes infantiles tenían un riesgo 3% mayor de morir debido a tener más factores estresantes en la edad adulta. Estos hallazgos sugieren que un patrón continuo de exposición al estrés desde la infancia hasta la mediana edad puede actuar como un precursor de una vida más reducida.

Los investigadores también analizaron cómo los aspectos favorables de las experiencias infantiles, también pueden contribuir a la longevidad. En particular, los hombres criados en familias con un nivel socioeconómico más alto tendían a informar niveles más altos de optimismo y satisfacción con la vida en la mediana edad y, a su vez, tenían una mayor probabilidad de tener vidas más longevas. Estos hallazgos sugieren que el optimismo y la satisfacción con la vida son vías de resiliencia que transmiten los beneficios de los recursos socioeconómicos de la infancia a vidas más largas.

Referencia: Lewina O. Lee, Carolyn M. Aldwin, Laura D. Kubzansky, Daniel K. Mroczek, Avron Spiro. The long arm of childhood experiences on longevity: Testing midlife vulnerability and resilience pathways.Psychology and Aging, 2019; DOI: 10.1037/pag0000394

Compartir:

Deja un comentario