Las vacunas contra la gripe y la neumonía podrían estar relacionadas con un menor riesgo de demencia

Con la pandemia de la COVID-19, las vacunas están en la primera línea de debate sobre las soluciones principales de salud pública contra el coronavirus. El desarrollo de la tan ansiada vacuna que haga remitir la pandemia, se encuentra entre las prioridades de los países más afectados, pero incluso más allá de esto, es importante explorar su beneficio no solo en la protección contra la infección viral o bacteriana, sino también en la mejora de los resultados de salud pública a largo plazo.

Diferentes estudios de investigación publicados durante 2020 en la revista científica Alzheimer’s Association International Conference® (AAIC®) sugieren la posibilidad de que las vacunas contra la gripe (influenza) y la neumonía puedan estar asociadas con un menor riesgo de padecer demencia debido a diferentes enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Entre estos estudios destacan, al menos, dos interesantes abordajes:

1. La vacuna contra la gripe estacional puede reducir la incidencia de la demencia por la enfermedad de Alzheimer
Varias investigaciones anteriores ya habían sugerido que las vacunas pueden tener un factor protector contra el deterioro cognitivo, pero no se habían llegado a realizar estudios más específicos e integrales centrados en la vacuna contra la gripe y su relación con el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Ahora un grupo de investigación de la Escuela de Medicina McGovern en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston, han investigado un gran conjunto de datos de registros de salud en la población estadounidenses en el que encontraron que tener una vacuna contra la gripe se asoció con una menor prevalencia de Alzheimer, además aquellos que se vacunaban periódicamente este prevalencia disminuía más aún. Esto se tradujo en una reducción de casi un 6% en el riesgo de enfermedad de Alzheimer para pacientes entre las edades de 75-84 en datos analizados durante 16 años.

Los investigadores encontraron que la relación protectora entre la vacuna contra la gripe y el riesgo de Alzheimer era más fuerte para aquellos que recibieron su primera vacuna a una edad más temprana, por ejemplo, las personas que recibieron su primera vacuna documentada contra la gripe a los 60 años se beneficiaron más que las que recibieron su primera vacuna contra la gripe a los 70 años.

Los investigadores de este estudio sugieren que el uso regular de una intervención de salud pública muy accesible y relativamente barata, como es la vacuna contra la gripe, puede reducir significativamente el riesgo de demencia de Alzheimer. Sin embargo estas afirmaciones hay que tomarlas con cautela y se necesitan más investigaciones para explorar el mecanismo biológico subyacente por el que se produce este efecto, lo cual es importante a medida que se exploran terapias preventivas efectivas contra las enfermedades neurodegenerativas.

Fuente: Albert Amran, et al. Influenza Vaccination is associated with a reduced incidence of Alzheimer’s Disease (Funder(s): U.S. National Institutes of Health, Christopher Sarofim Family Professorship, the CPRIT RR180012, UT Stars award)

2. La vacuna contra la neumonía también parece haber mostrado una disminución del riesgo de padecer algunos tipos de demencias

Otro de los estudios de un grupo de investigación en la Unidad de Investigación de Biodemografía del Envejecimiento (BARU) en el Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad de Duk, destaca que la la vacunación contra la neumonía (antineumocócica) entre las edades de 65 y 75 parece reducir el riesgo de Alzheimer hasta en un 40% dependiendo de los genes individuales que predisponen a la enfermedad. El estudio analiza las asociaciones entre la vacuna contra la neumonía, con y sin una vacuna asociada contra la gripe estacional, y el riesgo de la enfermedad de Alzheimer entre una muestra de 5.146 participantes mayores de 65 años de un Estudio de Salud Cardiovascular. El equipo de investigadores también tuvo en cuenta un factor de riesgo genético conocido para la enfermedad de Alzheimer, como es el alelo G rs2075650 en el gen TOMM40.

Los investigadores encontraron que la vacunación neumocócica entre las edades de 65-75 redujo el riesgo de desarrollar Alzheimer en un 25-30% después de ajustar por sexo, raza, cohorte de nacimiento, educación, tabaquismo y número de alelos G. La mayor reducción en el riesgo de Alzheimer (hasta 40%) se observó entre las personas vacunadas contra la neumonía que no eran portadoras del gen de riesgo. El número total de vacunas contra la neumonía y la gripe entre las edades de 65 y 75 también se asoció con un menor riesgo de Alzheimer. A partir de estos estudios, los investigadores sugieren que la vacuna antineumocócica puede ser un candidato prometedor para la prevención personalizada de la enfermedad de Alzheimer, particularmente en los no portadores de ciertos genes de riesgo.

Ahora que tan en boga se encuentran el desarrollo de vacunas como una respuesta mundial contra la pandemia de la COVID-19, la reutilización de las vacunas ya existentes podría ser un novedoso enfoque prometedor para la prevención de otras enfermedades que provocan alteraciones neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: Svetlana Ukraintseva, PhD, et al. Repurposing of existing vaccines for personalized prevention of Alzheimer’s disease: Vaccination against pneumonia may reduce AD risk depending on genotype (Funded by U.S. National Institute on Aging)

Referencias: Asociación de Alzheimer.

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2 comentarios

  1. Conozco diferentes casos que lo contradicen y el más próximo a mí es el de 2 hermanas : una vacunada de gripe periòdicamente, con in Alzehimer muy avanzado (96 años) y la otra, jamás vacunada, con una cabeza espectacular para su edad (100 años).

  2. Hay tantos contra ejemplos que estas conclusiones no parecen ser demasiado válidas. Prácticamente todas las personas mayores reciben ambos tipos de vacuna.

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