La falta de datos sobre las personas mayores tiene graves consecuencias para sus derechos

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha designado a partir de mayo de este año 2020, a Claudia Mahler como nueva Experta Independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas mayores. Claudia Mahler ha realizado un informe que fue presentado este octubre en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el que señala la preocupante ausencia de datos sobre las personas mayores y afirma que esto tiene graves repercusiones sobre sus derechos e invisibiliza las desigualdades que experimentan.

Según este informe, la información sobre las realidades que viven las personas mayores está fragmentada o, incluso, es inexistente. Por ejemplo, se identifican preocupantes deficiencias en ámbitos como el cuidado, la discriminación por razón de edad y la pobreza y se comprueba que las encuestas demográficas y de salud, generalmente, excluyen a las mujeres de 50 años o más y a los hombres de más de 55 o 60 años de su ámbito de aplicación.

La principal causa de este problema es que los planteamientos y las metodologías en la recopilación de datos son inadecuadas, según el amplio informe de Claudia Mahler que explica que «la exclusión de las personas de edad de encuestas y censos nacionales afecta la capacidad de comprender en qué medida pueden participar en la sociedad y disfrutar de sus derechos en igualdad de condiciones que los demás» y añade que los datos «favorecen los conocimientos básicos sobre las necesidades de las personas de edad» y permiten a los responsables políticos identificar las deficiencias y, por tanto, mejorar sus planteamientos y medidas. El informe también incide en que los datos contribuyen a la concienciación, al empoderamiento de las personas mayores y a visibilizar e identificar la discriminación por razón de edad estructural.

Ante esta situación, en el informe se exige una mejora de las metodologías de recogida de datos relacionados con las personas de edades avanzadas, en las que se establezcan normas y requisitos claros a la hora de presentar informes. En este sentido, se especifica que los datos deben desglosarse por edad y otras variables sociodemográficas importantes, tales como el género, las condiciones de vida, la educación, el empleo y los ingresos, para que puedan analizarse y compararse adecuadamente con otros grupos de población. Además, los grupos de edad tienen que reflejar la diversidad que existe entre la población de personas mayores, en cuanto a necesidades, capacidades y prioridades en sus vidas. Claudia Mahler también solicita en el informe que las personas mayores participen de forma activa en todas las etapas de recogida, análisis, uso y notificación de datos, incluso en la elaboración de encuestas.

Finalmente, en el informe se reconoce que la incidencia de la revolución digital en la recopilación de datos genera «posibilidades sin precedentes» a la hora de abordar las lagunas que existen en relación con las personas mayores, pero Mahler recalca que los datos deben emplearse exclusivamente para el propósito que las personas hayan aceptado, respetando el derecho a la privacidad, y pone de manifiesto que los rastros digitales pueden no ser representativos de las personas mayores porque el uso de tecnología digital «inteligente» y las redes sociales entre estas personas es notablemente inferior a la media de la población general.

Más información:

Fuente: HelpAge International España

Compartir:

Deja un comentario