LA DECEPCIÓN DE LA CARRERA PROFESIONAL

Ya manifestamos en un anterior mensaje  el gran chasco que ha supuesto la carrera profesional en la Comunidad de Madrid. Lo que se suponía un motivo de motivación, valga la redundancia, un incentivo para los esfuerzos que suponen la docencia, la investigación o el vagamente descrito compromiso con la organización, se ha convertido en un aspecto retributivo más. Nosotros decimos que es en realidad un plus por un quinquenio más en la empresa.

El varapalo definitivo al espíritu de la carrera profesional es el hecho de, aunque excepcionalmente, permitir que los años de experiencia se conviertan en el único criterio para entrar en los diferentes niveles establecidos. Siendo así, un fisioterapeuta, o cualquier profesional del sistema, que lleve veinte años como tal, accederá directamente al último nivel, a la máxima aspiración posible. Es indiferente si ha asistido a cursos de perfeccionamiento o reciclaje, si ha sido docente o si se ha preocupado por investigar. Y además se puede llegar a denominar con rimbombancia «Excelente o Referente». Es más, ni siquiera se plantea en qué condiciones ha ejercido su labor asistencial. En otro lado estarán los que por meses o incluso días no puedan entrar en un nivel superior pudiéndose sentir perfectamente lesionados en sus intereses si para más inri han mostrado un alto grado de interés en su trabajo y en su dedicación dentro y fuera de la labor asistencial. Los agentes sociales y la Administración,y muchos trabajadores, pueden sentirse satisfechos. Pero para el contribuyente y para el profesional comprometido más allá de lo estrictamente necesario esto no deja de ser un aumento de sueldo y una burla, por qué no decirlo, a la verdadera carrera profesional.

LEER MÁS FISIOTERAPIA.

Compartir:

Deja un comentario