EL CONTROL DEL TIEMPO EN FISIOTERAPIA

La labor del profesional sanitario abarca diferentes tareas. Aunque la más notoria y la que suele tener más dedicación es la asistencial, no debemos pensar que de sí se vale para proporcionar una asistencia de calidad. Su consecución debería estar acompañada de una preparación, un reflejo administrativo y una necesaria revisión para, entre otras cosas, aumentar el conocimiento derivado de la práctica.

The work of healthprofessionals covering different tasks.Although the most notoriousand often more time is the care we must not think that it is the one to providequality care.Their achievement should beaccompanied by a preparation, a reflection and a review to, among other things,increase the knowledge derived from practice.

Tomás Gallego Izquierdo en su libro Bases teóricas y fundamentos de la fisioterapia (2007. Editorial Medica Panamericana, pág. 188-89) define cuatro grandes categorías a la hora de distribuir el tiempo del que disponemos para afrontar nuestro trabajo diario (reproducimos textualmente):

  • Tiempo creativo: dedicado a pensar para innovar.
  • Tiempo preparatorio: dedicado a analizar y planificar.
  • Tiempo productivo: dedicado a aplicar las intervenciones de fisioterapia.
  • Tiempo suplementario: dedicado a la burocracia.

Intentaremos analizar este planteamiento. Ante todo, para nosotros el aspecto clave de la distribución del tiempo en las profesiones sanitarias y, en concreto, para la Fisioterapia, es que se comprenda que el trabajo del profesional no es, o no debería ser, exclusivamente asistencial. Es vital que los gestores de los servicios sanitarios así lo entiendan. Pero para ello el propio profesional debe reconocerlo y estar dispuesto a argumentar la necesidad y utilidad del tiempo empleado en la entrevista con el paciente, la elaboración sistemática de la historia clínica, la revisión de aspectos nuevos o desconocidos de los que se está tratando o en la información al paciente o su familia.

Efectivamente la Fisioterapia es un arte de aplicación esencialmente manual en su vertiente clínica o asistencial. Las terapias manuales son las más conocidas por el usuario, quizás las más demandadas o las que espera le sean aplicadas cuando acude a una consulta o unidad de Fisioterapia. También hay que reconocer la presencia del aparataje de diferente sofisticación en los tratamientos que aplicamos. Pero además hay que reivindicar la labor adiestradora y educativa del fisioterapeuta (y de cualquier profesional sanitario) como parte del tratamiento. Finalmente, a pesar de que la Fisioterapia es una profesión “terapeuta-dependiente” (en el sentido de que el terapeuta en sí mismo puede ejercer un influjo de mayor o menor medida en los efectos del tratamiento) no toda fisioterapia requiere la presencia del fisioterapeuta. De echo, el usuario, su actitud y participación serán los determinantes del resultado en muchas ocasiones.

Por otro lado, alrededor del cualquier acto de fisioterapia circunda una labor de observación, creación, meditación, sobre lo que se está haciendo, bien o mal, sobre lo que se puede mejorar, los cambios que se podrían producir, etc. Sería ese tiempo creativo, que puede ser concomitante al productivo. El tiempo preparatorio, en sentido amplio, incluye un análisis previo y/o posterior de la práctica, una revisión del caso, la consulta de lo plasmado en la historia clínica por otros profesionales, el comentario con compañeros u otros tratantes del paciente, las sesiones clínicas, etc. El tiempo calificado por Gallego como suplementario quizá debería tener otro calificativo porque se podría considerar como accesorio o poco útil. Ni mucho menos, en nuestra opinión, es así. Ya expusimos en esta bitácora sobre la importancia de la participación del fisioterapeuta en la cumplimentación de la historia clínica (ver en este enlace) y hemos propuesto ideas para su elaboración. Las tareas administrativas (gestión de las citas -validación de asistencia, visitas imprevistas, etc.-, reflejo de la evolución del paciente, elaboración de informes, cumplimentación de formularios,…) pueden ocupar una parte considerable de la jornada laboral. En ocasiones los gestores las exigen sin considerar la ocupación de tiempo que ello supone.

Para finalizar no está de más recordar que la formación (reglada, informal o autoformación) es una obligación de todo profesional sanitario. Así lo reflejan las normas de la profesión. Sin embargo, su consideración de la misma en la distribución del tiempo de trabajo es en ocasiones escasa o nula. En esta faceta entrarían las revisiones de casos, las sesiones clínicas y los cursos de formación (no sólo los de competencias asistenciales). Los fisioterapeutas y demás profesionales sanitarios dedican parte de su tiempo, también fuera de la jornada de trabajo, a  la misma. No hay que olvidar, además, el tiempo dedicado a la docencia (ver aquí)  y a la investigación, cuando estas labores son desarrolladas por el profesional.

Continuación de esta entrada aquí.

Referencias:

1. Gallego Izquierdo T. Bases teóricas y fundamentos de la Fisioterapia. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2007.

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