DIMENSIÓN MORAL DE LA EDUCACIÓN (I)

«El sistema educativo tiene que apuntar no sólo  a hacer tecnócratas o especialistas de sus alumnos, sino que debe apuntar a su corazón para convertirlos en verdaderos ciudadanos de un mundo globalizado». Estas palabras de Eduard Punset en su programa emitido el 17 de enero de 2010 han despertado nuestro interés sobre la presencia o ausencia de la dimensión moral en la educación, especialmente en nuestro faceta de educadores de futuros profesionales de la salud. Nos preguntamos si nos estamos olvidando de los valores morales, de la ética.

La dimensión moral tiene arraigo entre las profesiones sanitarias. Se considera que el que ayuda o cura cuenta con una carga vocacional importante, con un espíritu altruista, una tendencia hacia la entrega. Y se hace alarde de ello, se considera lo correcto, lo bueno y digno de ser alabado. Tradicionalmente ha habido un respeto casi reverencial hacia el sanador, el médico en nuestra sociedad, de menor cantidad y calidad hacia otros cuidadores. Se le considera un poseedor de conocimiento, con unas habilidades exclusivas y que además ejerce su trabajo por el bien de sus congéneres. Al menos estas era la consideración mayoritaria hasta no hace mucho tiempo. Hoy se atisba una «pérdida de respeto», dejando cabida a la reclamación como un derecho e incluso al reproche, en igualdad de condiciones. Pero no por ello la sociedad ha dejado de estimar las cualidades de los sanadores.

Ante esto nos preguntamos si no se ha producido un abandono, una dejación, de esos valores supuestos. Nos da la impresión de que los profesionales sanitarios ven con cierta distancia las normas, tácitas o explícitas, que regulan el ejercicio de su trabajo. En muchas ocasiones no se tiene un conocimiento estructurado claro, de cuáles son esas normas. Tal vez nos sorprenderíamos si preguntásemos a muchos compañeros si han leído el código de conducta de su profesión. Quizás pasaría lo mismo si interrogamos sobre los principios de la bioética. No está de más, pensamos, repasar aquí alguna de estas cuestiones y su reflejo en la formación de los fisioterapeutas.

En una entrada anterior (1) hicimos referencia a lo que los alumnos de nuevo espacio europeo de educación superior (EEES) deberían saber. El último apartado hablaba de la visión ética. Cabe pensar que esta es inexcusable cuando hablamos de los profesionales sanitarios. Y no hablamos sólo de los cuatro principios del principialismo (a saber, beneficiencia, no maleficiencia, autonomía y justicia), corriente preponderante en la enseñanza de la bioética. Sino que pensamos, desde una perspectiva más intuitiva, no académica, en la adquisición de actitudes morales de solidaridad, responsabilidad, respeto, tolerancia, compasión, escucha, prudencia, humildad, comprensión, etc. La adquisición de esas actitudes debe ser el objetivo de la Bioética , además de la fundamentación teórica y la adquisición de habilidades (2).

La formación ética y moral debe desarrollarse en todos los niveles educativos. Y la formación universitaria no debe eludirla. Los planes de estudio del Grado en Fisioterapia recogen con más o menos amplitud esa formación. Tal vez será suficiente con los 6 créditos ETCS (european credit transfer system, sistema europeo de transferencia de créditos), o menos, que contienen algunos planes de estudio, teniendo en cuenta la correspondencia en horas de formación (presencial y autónoma) de cada crédito (25 a 30 horas). Convendría considerar si la formación previa en esta materia, adquirida en el bachillerato y en niveles previos, sirve de basamento adecuado para una profundización en los ámbitos social y sanitario.

En este contexto nos preocupa la transmisión y aplicación de los valores tradicionales de la bioética, de la conducta adecuada, en la situación concreta de las estancias clínicas, el futuro prácticum.

Continúa en: Dimensión moral de la educación (y II).

Bibliografía

1. González García, JA.Fisioterapia.https://www.madrimasd.org/blogs/fisioterapia/2009/01/13/la-universidad-ante-el-reto-del-espacio-unico-de-educacion-superior/[En línea]. Acceso 25 de enero de 2010.

2. Álvarez Pérez, JC. Éticay formación. En Cabero Roura, L. Manual para tutores MIR. Ed. MédicaPanamericana. Madrid, 2007. pág.304.

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2 comentarios

  1. Un artículo muy interesante. En tu blog tienes recursos muy buenos; es de agradecer esa inquietud por una fisioterapia basada en la evidencia.
    Un saludo, y enhorabuena por tu blog,
    Fisioterapia Auseva.

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