III JORNADAS INTERHOSPITALARIAS DE FISIOTERAPIA
El once del once del once se celebraron las 1as Jornadas Interhospitalarias de Fisioterapia del Hospital Universitario de Fuenlabrada. Como parte de ellas hicimos difusión en esta bitácora en más de una ocasión. Celebramos por tercera vez y en años consecutivos una nueva edición. Quizás no pensamos llegar tan lejos pero aquí estamos otra vez. Y, como era de esperar, queremos hablar de ello.
Sería muy fácil caer en las loas o en el autoensalzamiento para alimentar nuestra vanidad. Más fácil sería aún ser redundantes con lo dicho por nosotros o por otros (1) sobre las Jornadas de 2013 o las pasadas. Por ello vamos a hacer un breve repaso y nos centraremos en aquello que queremos destacar para que llegue a los lectores habituales o esporádicos de esta bitácora. Pero antes, una vez más, mostrar el agradecimiento a todos los que han hecho posible las Jornadas y pedir disculpas por los fallos que pudo haber.
Hubo mucho de donde comentar. Se habló de pelviperineología, de fisioterapia invasiva en la esfera pélvica, de fisioterapia respiratoria, de ecografía en fisioterapia, de creatividad…Pero sin duda una de las partes más animadas fue la ponencia (y debate posterior) con Manel Domingo Corchos, Decano del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña. Nos habló del presente y del futuro de la Fisioterapia en España. Y su ponencia nos sirve de excusa para comentar algunos de los puntos de la misma. Varios de ellos han sido abordados en esta bitácora, por lo que nos atrevemos, modestia aparte, a referenciar las diferentes entradas en las que lo hicimos.
El númerus clausus (2) se hace necesario para terminar con la “burbuja formativa”. En pocos años se duplicará el número de fisioterapeutas en España. Y, como dijo Manel Domingo, las profesiones mueren por ser pocos o por ser muchos. Hay interés en mantener una oferta sin advertir del riesgo de una inversión con pocas posibilidades de retorno en forma de un trabajo bien retribuido y en mínimas condiciones laborales.
Pero además de ser muchos los que ingresan en las facultades y escuelas de Fisioterapia, la calidad de la formación es variada, y es cuestionable en el caso del Prácticum, o, como dijo Isabel Guijarro, la “educación clínica”. Nosotros hablamos de ello (3) en relación con otra ponencia, la de Tomás Gallego, en las 1as Jornadas Interhospitalarias. Parece que el “entorno académico” prepondera frente al “entorno clínico” y que no hay, precisamente, un exceso de celo en procurar unas prácticas que supongan la integración con lo aprendido en las aulas, la incorporación de los conocimientos derivados de la investigación o la adaptación del contexto del prácticum a la realidad laboral más probable y exigente (4).