UN LARGO CICLO

Hace pocos días se celebró la Jornada Interhospitalaria de Fisioterapia (JIF). Era también el tema de la entrada previa en esta bitácora. Como decíamos son ya con este cinco años consecutivos. No vamos a hacer un relato detallado de lo acontecido. Esperaremos a ver si hay crónicas de algún o algunos colegas.

No es por gandulería, pues seríamos poco fieles a la realidad. Las tareas propias de un miembro de la organización nos alejaban por momentos de la debida atención para transmitir con algún rigor lo que se dijo. Tampoco lo haríamos con imparcialidad, sino con cierta autocomplacencia, para compensar de alguna manera el esfuerzo de estos meses.

Sin ánimo de extendernos, lo que nos apetece es manifestar algunas cosas para nosotros relevantes de estos cinco años. En primer lugar, resaltar la falta de interés en remuneración alguna de nadie de los que ha participado. Ni ponentes, ni moderadores. Tampoco de organizadores. Todos han contribuido sin lucro, desde el principio, sin dubitación. Aunque suponemos que es una motivación común, muchos han declarado como único interés contribuir al crecimiento de la Fisioterapia.

Sin querer alardear no podemos evitar recordar que entre los ponentes y comunicantes hay fisioterapeutas de primer nivel, al menos del Estado español. Unos por conocimiento, otros por capacidad divulgativa, otros por la relevancia de sus puestos, otros por su aportación a la historia reciente de la fisioterapia española, otros por ser exponentes de participación en nuevos caminos, técnicas, equipos. Asumiendo el riesgo de la queja por no nombrar a otros muchos, recordamos, personalmente, a algunos de los que nos han honrado con su presencia: Tomás Gallego, María Torres Lacomba, Raquel Chillón, Fermín Valera, Luis Torija, Orlando Mayoral, Samuel Fernández Carnero, Raúl Ferrer, Rubén Tovar, Pablo Cesar García Sánchez, Roy La Touche, Roberto Cano, Ana de Groot, Julia Jubany,  Vanesa González Bellido, Manel Domingo, los chicos de Zérapi, María Marta Jerez Sainz, Carolina Walker, Sergio Lerma o Andrés Llovés. En su «fichaje» intervinimos de una u otra manera. Los pretendimos por conocerlos por diferentes vías, publicaciones, cursos, redes sociales, mediación de terceros. Y ha sido un orgullo, más con el poso del tiempo, tenerlos en el Hospital Universitario de Fuenlabrada.

Hemos bregado con muchos aspectos de la organización. Para el que se fíe, podemos darle un curso de cómo hacerlo. Y aquí hay que nombrar, de nuevo, al equipo. José María Pérez Redondo, nuestro supervisor durante las tres primeras ediciones y supervisor actual en el Hospital Universitaro Puerta de Hierro-Majadahonda; Gema Gallardo Sánchez, siempre de la mano para buscar nuevos ponentes; y Luis Bernal, el elemento fundamental, sin cuyo saber informático, y mucho más, no hubiera sido posible.

Los JIF

Cinco años, y seguidos, son muchos, o eso nos parece. El evento es el fruto de muchas horas previas repartidas a veces en pequeños ratos dentro del entorno laboral, y otros muchos arañados al entorno personal. La recompensa es la presencia de fisioterapeutas y estudiantes, lograr un poco de exposición dentro de la institución, propiciar un espacio de encuentro, divulgación y promoción de la Fisioterapia. Tal vez hay que pensar en otras maneras de hacerlo, en abrir líneas distintas para la reunión y unión de los fisioterapeutas, en compartir con otras profesiones. Todo ello tan a lo grande como la JIF o en formatos más modestos.

En todo caso, los que hemos estado embarcados todo este tiempo en la JIF estamos dispuestos a seguir haciendo por la Fisioterapia. En una sexta ocasión o incluso en nuevas aventuras que faciliten nuestra comunicación y la comunicación con otros profesionales que propicie un mayor desarrollo de nuestra disciplina. Mientras, personalmente, nos tomaremos un respiro. Y quizás encontremos algo de tiempo y nuevas ideas para poder escribir en esa bitácora. Nos vemos.

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