El usuario español de la TDT

La pasada semana, FONTA publicaba un post a propósito del ‘tira y afloja’ existente en el proceso de adaptación hacia la TDT en nuestro país. Pues bien, por los preocupantes datos que arroja el barómetro de septiembre de 2008 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) nos hemos obligado a prestar nueva atención hacia este asunto, ahora con una mirada mucho menos optimista a la de ‘Impulsa TDT’.

Dicha encuesta del CIS tenía por finalidad, en parte, conocer el interés de los españoles por las nuevas tecnologías en general y por la televisión digital en particular. Así, el punto de partida de esa parte de la encuesta está en tres preguntas sobre la tecnología misma. La primera de ellas interroga al encuestado por su interés por los «Avances científicos y tecnológicos«, entre otros temas. La opción mayoritariamente elegida es ‘Bastante’, con un 47,3%. La segunda pregunta ahonda en este tema de interés concreto «¿Hasta qué punto (…) está informado de las novedades que surgen en el ámbito de la ciencia y la tecnología (…)?». La opción dominante es, con un 49,2%, ‘Poco informado’. En la tercera pregunta se focaliza más aún la cuestión, porque en ella se pregunta ya en concreto por el interés por alguno de esos ‘avances tecnológicos’, como el que se prefigura en las posibilidades de información y entretenimiento de la televisión digital o por cable. A este respecto, hay dos opciones mayoritariamente elegidas: ‘Poco’ (39,4%) y ‘Bastante’ (35,9). Quizá este dato explica todo lo demás. En este punto se revela que las novedades tecnológicas que más interesan a los ciudadanos están relacionadas con Internet, los ordenadores, la televisión digital y, especialmente, la telefonía móvil, el adelanto tecnológico más extendido entre los españoles.

Tras una batería de preguntas sobre la televisión, aparecen otras dedicadas particularmente al sistema digital de televisión. Un gran 88,4% de los encuestados conocía o ha oído hablar de la televisión digital terrestre o TDT, mientras que el 11,5% restante reconoce que su primera noticia del nuevo sistema digital llega con dicho estudio, pues lo desconocían completamente.

Seguidamente, el estudio desvela, a través de dos preguntas de multirrespuesta, las principales ventajas y desventajas de la TDT para el usuario español. En cuanto a lo primero, la gratuidad y especialización de los canales («Más canales de televisión especializados y gratuitos«, con un 68,9%) y la mejora en la calidad de la imagen y el sonido («Mejor calidad de imagen y sonido«, con un 54,5%) son los alicientes principales de esta televisión. En lo que se refiere a los inconvenientes, la compra del descodificador («Es necesario comprar un descodificador o televisor preparado«, con un 55,2%) y la obligación de ajustar la antena («Es necesario ajustar la antena comunitaria«, con un 27,1%) son las opciones más pronunciadas.

A la pregunta «¿Tiene Usted en su residencia habitual este nuevo sistema de televisión digital?» el 58,2% de los españoles respondió positivamente («Sí, tengo sintonizador TDT o televisor adaptado«) frente a otro 31,5 que pronunció la opción más contraria («No, sólo tengo televisor tradicional«). De ese primer grupo de españoles con TDT, un 54,1% la tiene desde hace más de un año. Mientras, otro 36,4% la posee desde hace 3 a 12 meses. Por otro lado, un 31,2% dice ver siempre la TDT. De la evidente mayoría que no la ve siempre, un 22,5% dice ver más la televisión analógica (tradicional) que la TDT. Además, un 40,9% de los encuestados que no ve siempre la TDT justifica esto en cuestiones de costumbre y comodidad y, en menor medida, porque encuentran problemas técnicos (reciben mal la señal o encuentran cortes en la emisión) -24%- o porque consideran poco llamativa la programación de dicha televisión -11,9%-.

El resultado de otras preguntas últimas es, cuando menos, sorprendente. Uno de cada tres encuestados no ha oído hablar del apagón analógico (32,9%). Pero por si esto fuera poco, de los dos tercios restantes, menos de la mitad (un 48,2%) acierta que se producirá en 2010. Finalmente, un 57,9% manifestó su opinión hacia la TDT eligiendo la opción «Estos cambios son positivos, suponen un avance tecnológico para todos«, mientras que un 16,4% optó por otra muy distinta: «Estos cambios son negativos, suponen costes de adaptación y dificultades de utilización«.

¿Cambiará la actitud del espectador español de aquí a un año? ¿Cuál es la idiosincrasia de nuestro país para que sea ésta la realidad? ¿Son necesarias nuevas campañas de información al ciudadano o es mejor incentivar el cambio hacia la TDT con rebajas en los descodificadores? ¿Es necesario que las televisiones generalistas apuesten de manera definitiva por la programación de calidad en los canales de TDT? Hagan sus comentarios.

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