Bienvenido, MISTER MARSHALL (Luis García Berlanga, 1953)

Sara de la Torre Aguirre

En la década de los cincuenta la industria española había optado por una postura cómoda, pasiva y conformista que huía constantemente de los enfrentamientos que pudieran ocasionarse con los esquemas establecidos por las rígidas instituciones. Surgieron argumentos ajenos a nuestra sociedad y, debido al miedo de la censura, se evitaron temas polémicos y se reemplazaron por otros, ausentes de pretensiones artísticas y culturales, que llegaron a convertirse en las características generales del cine español de aquellos años. Sin embargo, cuando las tendencias europeas alcanzaron nuestras fronteras, comenzó un proceso de renovación muy necesario en nuestro cine. Surgió una nueva generación con nuevas propuestas cinematografías en las que se comenzó a reflejar una sociedad y realidad españolas que siempre se habían ocultado.

Esta generación estuvo encabezada por dos grandes cineastas: Juan Antonio Bardem[1] y Luis García Berlanga. Juntos dirigen Esa pareja feliz, un film sobre las ilusiones de la clase trabajadora que ofrecía una visión realista y aguda de la España de posguerra. Fue el sainete, la fórmula que empleó Berlanga en su búsqueda crítica de la realidad; ya que deliberadamente le servía de coartada para envolver la denuncia sociocultural.

Cuando terminó el rodaje de esta historia, ambos intentaron prolongar esta cooperación mutua; con tal motivo se sentaron a escribir un drama rural. Sin embargo, a la productora Unión Industrial Cinematográfica S.A (UNINCI) no le entusiasmó la idea, y les pidieron que realizaran una película folclórica con la intención de lanzar a una nueva estrella de la canción española, Lolita Sevilla. Berlanga y Bardem vieron la oportunidad de integrar la propuesta con la idea que ya tenían en mente[2], y así surgió Bienvenido Mr. Marshall, uno de los títulos más emblemáticos de la comedia cinematográfica española. Se trata de una parodia de la vida rural española que al mismo tiempo criticaba, de forma caricaturesca, la exclusión de ayuda a España tras la Segunda Guerra Mundial por parte de Estados Unidos, conocido como Plan Marshall[3]. El propio Berlanga explicó: «La primera sinopsis que escribimos Bardem y yo era un drama rural, al estilo del cine del Indio Fernández. Los productores nos dijeron que por qué no hacíamos algo más divertido. Entonces, la primera idea que tuvimos fue hacer una cosa sobre Coca-Cola y el vino. Posteriormente, siguiendo el planteamiento de La Kermesse Heroïque[4], nos decidimos por la historia de un pueblo que soporta la invasión a base de halagar a los invasores, hasta ir evolucionando hacia lo que finalmente es la película (…). Una vez que Juan Antonio (Bardem) y yo terminamos el guion, Mihura, con la aquiescencia nuestra, pule los diálogos y escribe las letras de las canciones; Mihura hizo un estupendo trabajo de dialoguista´´[5]

Berlanga nos ilustra con gran fidelidad la España rural de la década de los cincuenta, a través de los habitantes de Villar del Río cuando llega a estos la noticia de que una delegación americana visitará el pueblo dispuesta a satisfacer todos los deseos de sus habitantes. Por ello Don Pablo (José Isbert), alcalde de Villar del Río, convence a los ciudadanos de la villa para que se disfracen, engalanen las calles y conviertan el pueblo en una fiesta, y así causar buena impresión a los visitantes. Entusiasmados con la visita, todos los ciudadanos invierten bastante dinero para recibir a los americanos, mientras recrean sobre sus almohadas sus deseos y crean una lista de peticiones personales que harán a los norteamericanos. Sin embargo, cuando todo está listo para su llegada, el pueblo decorado, los habitantes disfrazados de andaluces y una banda de música preparada, estos ni siquiera se detienen, pasan de largo en un coche dejando a los habitantes de Villar del Río defraudados.

Desde la simplicidad que el argumento supone, Berlanga realiza una crítica bastante ácida de Estados Unidos, debido a la exclusión de España en el plan Marshall. Pero por otro lado, la historia fue aprovechada por el director para mostrar las características esenciales de la España del régimen franquista.

Una vida dura y llena de esfuerzos se esconden detrás de los habitantes de Villar del Río, unos individuos que han asumido la pobreza y la penuria y han renunciado a los sueños de prosperidad, pero cuando surge la posibilidad de una mejoría, la visita de unos auténticos desconocidos provenientes de los Estados Unidos, afloran en ellos sus deseos más recónditos que terminan por convertirse en desesperanza. Es la palabra que mejor califica la tristeza de los habitantes de Villar del Río, que no sólo ven incumplidas sus ilusiones, sino que deben afrontar colectivamente el coste que les ha supuesto. Lo cierto es que, a escala reducida, se refleja un país en la miseria a través de los habitantes de Villar del Río. Es la España de las sombras, en la que el pueblo finge y acata a través de su silencio, la España sometida a la cruel dictadura de una fiera agazapada también en la oscuridad.

Berlanga pone la mirada en las principales instituciones: la clase política, con un alcalde no casualmente sordo, la iglesia con sus sermones totalmente alejados de la realidad y con un cura algo cotilla, o un sistema educativo a la deriva, que mantiene en las clases mapas anteriores a la Primera Guerra Mundial. Extraños y caros coches negros dentro de un contexto de miseria, hacen alusión a los que se enriquecieron e hicieron negocio con el hambre y la necesidad de la gente.

 

 

Critica al colectivo, a esa masa manipulable que prefiere dejarse llevar sin el menor ejercicio de reflexión, y decide aparentar lo que no es. Al cambio de fachada del régimen franquista[6] a través de la construcción, por parte de los habitantes, de un pueblo de cartón- piedra para representar a Andalucía.  Berlanga utiliza la sucesión de, aparentemente, inofensivas escenas planteadas en clave de comedia, y cargadas de un gran contenido crítico, como podemos observar en la cantidad de planos connotativos del reloj del Ayuntamiento, permanentemente parado a las 3:10, haciendo referencia a España, que tenía «parado el reloj´´ tanto política y económicamente como social y culturalmente. El discurso del propio alcalde del pueblo, desde el balcón del Ayuntamiento, al que muchos han considerado como una parodia a Franco. Aunque el propio Berlanga niega que pensara en él: «A Isbert yo le decía, preparando la escena, que se acordara de Mussolini´´[7]. También en dicho discurso Isbert repetía: « Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esta explicación que os debo os la voy a pagar, que yo como alcalde vuestro que soy (…) porque arreglar el pueblo cuesta dinero, pero ni un solo céntimo ha salido de la caja municipal, porque la caja municipal, lo sabéis de sobra, no ha tenido nunca ni un céntimo y siempre ha estado vacía´´ haciendo referencia a las arcas españolas. Por otro lado podemos observar la audaz crítica que realiza al atraso industrial del país a través del diálogo mantenido entre el alcalde y las autoridades de Madrid, en el cual el grandísimo José Isbert hace alusión, en clave de humor, a la inexistencia de fábricas. Así como la secuencia del sueño del tractor, que cae en paracaídas como llegado del cielo, tan necesario para la pendiente Reforma Agraria española.

Resulta curioso cómo Berlanga y Bardem lograron sortear la férrea censura de los años cincuenta en la que todos los estamentos de la cinematografía resultaron estrangulados por esta normativa, por la moral sexual y religiosa de los censores y por las estructuras políticas del régimen, ya que la Junta de Clasificación y Censura de Películas Cinematográficas[8] examinaba, con extremo rigor,  el guión de todas las películas en cuanto a su título, argumento, lugar de desarrollo y propaganda. Existía un reglamento expresamente destinado a los temas que debían ser prohibidos por la

 

 

censura[9] como son todas aquellas películas en la que se haga menosprecio, de forma más o menos encubierta, de los principios religiosos y morales de los distintos pueblos, en las que aparezcan incidencias de carácter religioso, se reflejen libertad de costumbres, desnudos o temas políticos y sociales. Sin embargo, apenas se tacharon algunas escenas, sobre todo en el papel del cura porque, incluso, se consideró que la película abordaba «con soltura y discreción este tema´´ e inclusive logró la calificación de Interés Nacional. Según Luciano Berriatúa[10]: «los funcionarios de la Junta de Clasificación y Censura daba la impresión de que se identificaban con los personajes del film y veían aquella obra como una justa revancha contra los Estados Unidos de América que habían pasado de largo en sus ayudas europeas ignorando al pueblo español´´[11]. Quizás pesara también el argumento de la productora UNINCI, que vendió la idea de frente a ese deseo de los países europeos de hacerse con parte de la ayuda americana, los españoles sólo pensaban en trabajar en unión y armonía para sacar adelante el país: «Decidimos realizar el film cuya intención encaja de lleno en la postura política y diplomática española frente a la psicosis mundial de Reyes Magos creada por la mal aprovechada ayuda americana y que a nuestras autoridades no podía sino complacerles la doctrina que pretendíamos sentar: Soñar… Reyes Magos… Plan Marshall… muy bien, pero no basta. Lo que permanece es la Providencia merecida con el trabajo y el esfuerzo propio… la unión sacrificada de los españoles ante esos Reyes Magos que pasan de largo y sólo nos dejan la conciencia de que hay que ayudarse para que Dios nos ayude´´[12]. Esas alusiones a Dios y a la Providencia vertidas en el escrito están, sin duda, en función del sentir de los que debían leerlo. Quizás fuera esta una realidad, si bien no es menos cierto que el guion de la película después nos contaba algunas otras cosas bien diferentes. Una crítica oculta contra el franquismo en la que nadie en aquel momento reparó, cegados por una irónica crítica a los americanos.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Perales, Francisco: «Luís García Berlanga´´, Ed. Cátedra, Madrid, 1997.

Caparrós Lera, J. M: «Estudios sobre el cine español del franquismo (1941-1964)´´, Ed. Fancy Ediciones, Valladolid, 2000.

Diez Puertas, Emeterio: «El montaje del franquismo´´, Ed. Laertes S.A, Barcelona, 2002.

AA.VV: «Bienvenido Míster Marshall… 50 años después´´, Ed. Ediciones de la filmoteca, Valencia, 2004.

García Rodrigo, Jesús y Rodríguez Martínez, Fran: «El cine que nos dejó ver Franco´´, Ed. Monografías 25, Toledo, 2005.

 

WEBGRAFÍA

Caparrós Lera, José María: «El cine español bajo el régimen de Franco, 1936-1975´´, Ed. Universitá de Barcelona, 1983, desde la fuente: http://books.google.es/books?id=ogYv-p1ZAgEC&printsec=frontcover&dq=el+cine+espa%C3%B1ol+bajo+el+r%C3%A9gimen+de+franco,+1936-1975&hl=es&sa=X&ei=GTjvUJqbI6me0QXj5IG4CA&ved=0CDIQ6AEwAA

WordPress.com http://rumbo32.wordpress.com/2012/01/21/bienvenido-mr-marshall-el-cine-de-la-disidencia/

Clauqeta.es  http://www.claqueta.es/articulos/la-censura-en-espana.html

Cinehistoria.com  http://www.cinehistoria.com/bienvenido_mr_marshall.pdf



[1]       Juan Antonio Bardem (1922-2002) fue un importante director de cine español.  Dirigió exitosas películas como «Muerte de un ciclista´´ y «Calle Mayor´´ . Sin embargo, a partir de los 60 tuvo problemas en España con la censura, debido a su militancia en el PCE, por lo que apenas pudo desarrollar su trabajo cinematográfico en el país.

[2]       Abordar la nueva historia  recreando la historia de un pueblo que festeja la invasión.

[3]     El Plan Marshall fue un plan de reconstrucción planteado en Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos , George Marshall.

[4]     Película  de Jacques Feyder (1935).  En este contexto Berlanga la cita para referirse  a las  emperifolladas damas de la película que se presentan amistosas y complacientes  a los extranjeros españoles. Fueron las inspiradoras de la mascarada andaluza organizada  en ``Bienvenido Míster Marshall´´.

[5]     CAPARRÓS LERA , J.M: «Estudios sobre el cine español del franquismo (1941-1964)´´, Ed. Fancy Ediciones, Valladolid, 2000. Pág. 62-63.

[6]     El régimen franquista siempre se había considerado pronazi, pero cuando vio necesaria la ayuda de Estados  Unidos decidió cambiar sus creencias y se convirtió en un estado proamericano.

[7]     CAPARRÓS LERA, J.M «Estudios sobre el cine español del franquismo (1941-1964)´´, Ed. Fancy Ediciones, Valladolid, 2000. Pág 66.

[8]     Órgano de censura creado dentro del Instituto de Orientación Cinematográfica en 1952 absorbiendo las funciones que hasta ahora desempeñaban la Junta Superior de Orientación y la Comisión Clasificadora del Ministerio de Industria. Este órgano contaba con dos secciones; una llevaba a cabo la labor censora, cuyas decisiones podrían ser recurridas ante la Comisión Superior de Censura, mientras que la otra sería competente para realizar la clasificación de las películas presentadas.

[9]    1º Sobre el Alzamiento y la Revolución Nacional. Cuanto pueda desilusionar, lo que se refiera a juicios sobre el Alzamiento o la marcha de la Revolución Nacional y especialmente cuando se trate de valorar de manera desorbitada su sentido unitario en lo militar y político. 2º-nes doctrinales. Cuanto En materia política. Cuanto pudiera molestar a las Instituciones Militares, Civiles, Eclesiásticas o Políticas; lo que vaya contra el actual régimen político, incluso el sentido de la interinidad de los poderes del Caudillo; lo que ataque la constitución social de unidad del pueblo, de clases y de tierras; lo que contradiga el sistema económico de predominio de interés común; lo que pueda dañar a nuestra política internacional. 3º- En materia de razones doctrinales. Cuanto ofenda al dogma o la moral católicas, lo que contradiga o deforme la Doctrina de los 26 Puntos con sus antecedentes y textos complementarios; toda la interpretación no ortodoxa del estilo de la Falange.

[10]    Historiador y miembro de la Asociación Española de Historiadores del Cine.

[11]    COMPANY, JUAN MIGUEL: «Bienvenido Míster Marshall… 50 años después.´´, Ed. Ediciones de la    filmoteca, Valencia, 2003. Pág 65.

[12]    COMPANY, JUAN MIGUEL: «Bienvenido Míster Marshall… 50 años después.´´, Ed. Ediciones de la    filmoteca, Valencia, 2003. Pág 66.

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