F.E.N. (Antonio Hernández, 1980)

 

Reseña de Alexei Gallego:

F.E.N. –Formación del Espíritu Nacional- es la ópera prima del director español Antonio Hernández, autor de otras obras como En la ciudad sin límites (2002) o Los Borgia (2006), que con tan sólo 26 años dirigió y escribió junto a Avelino Hernández Núñez.

El título de la película Formación del Espíritu Nacional era una asignatura que debían estudiar los alumnos de Bachillerato, 13 y 17 años, durante una parte del franquismo. Éstos debían adquirir conocimientos de la organización del Estado, de instituciones y de fundamentos elementales de esa época, es decir, los valores del Movimiento Nacional.

El largometraje fue rodado en España, en 1979, una fecha significativa en este país, ya que a finales del año anterior se firmó la renovación de la Constitución, dando paso a la Transición española. En consecuencia, en 1979, se celebraron las segundas elecciones generales legislativas desde la muerte de Franco cuatro años atrás, las cuales ganó el partido Unión Centro Democrático (UCD) del presidente Adolfo Suárez. Esta transición se caracterizó porque se produjeron muchos cambios en España, no sólo políticos, que fueron muy importantes y necesarios, sino que también afectó a otras tendencias y, sobre todo, a las actitudes sociales de los españoles.

Ya restaurada la democracia, en 1980, comenzó en Madrid, y se extendió por todo el país, un movimiento contracultural conocido como la Movida Madrileña, promovido por los artistas (músicos, cineastas, pintores…), y que conllevó a una generación caracterizada por tener conductas y tendencias rebeldes, en oposición a lo establecido en la sociedad.

La cinta narra la historia de Octavio (Joaquín Hinojosa) y Francisco (José María Muñoz), dos curas que dirigen un colegio religioso durante el franquismo, donde se ejerce una estricta disciplina escolar. Este colegio tiene únicamente tres alumnos Alfredo (Héctor Alterio), Domingo (Jesús Luis López Vázquez) y Jesús (Luis Politti), que superan los cuarenta años de edad, y son sometidos a los métodos de enseñanza propios de la iglesia católica. Los alumnos son castigados, por diferentes y disparatados motivos, y son privados de libertad e intimidad, además están sometidos a humillaciones y vejaciones continuamente.

Durante la película Alfredo, Domingo y Jesús obedecen, con desagrado, las ordenes de Octavio y Francisco. Es casi al final cuando se descubre que los sacerdotes jóvenes son realmente antiguos alumnos de esa escuela religiosa, los cuales han regresado y secuestrado el colegio durante las vacaciones de verano, donde ellos sufrieron ese acoso y sumisión. Ahora, bajo un sentimiento de venganza, hacen sufrir a sus antiguos profesores los mismos métodos autoritarios que ellos les sometieron en el pasado.

En su estreno fue considerada una película polémica, a pesar de ser estrenada cinco años después de la instauración de la democracia en España, hasta tal punto que fue boicoteada por  sectores derechistas, en varias de las exhibiciones de la cinta en algunas ciudades andaluzas como Almería y Sevilla.

El cine de la Movida Madrileña no tiene un estilo propio en cuanto a técnicas cinematográficas se refiere, aunque se caracteriza mayormente por la descripción de los personajes y las tramas inverosímiles. En general, los temas tratados son nuevos para los españoles, al desaparecer la censura se empieza a incluir asuntos relacionados con las drogas, la sexualidad explícita, los dramas pasionales, la homosexualidad, la transexualidad, la prostitución y la vida nocturna, entre otros. La película de F.E.N cumple algunas de las características de la Movida, tanto por el desarrollo de los protagonistas, por encima de la trama, como por las secuencias casi surrealistas que se suceden. Los personajes Octavio y Francisco reflejan, a través de su comportamiento, a la juventud de la transición española. Jóvenes que recibieron una educación franquista y religiosa y que con la llegada de la transición desatan el espíritu de rebeldía. Estos personajes beben alcohol y fuman en multitud de ocasiones, disfrutan de la liberación sexual y afrontan la vida de otra manera.

El papel de la mujer en la película también nos revoca al Movimiento, sobre todo en relación con las drogas, el destape y la sexualidad. El  personaje de Dolores (Laura Cepeda), la cocinera del colegio, aparece desnuda en multitud de secuencias, mantiene una relación sexual con Francisco, e intenta seducir a Octavio también.

Ante la seriedad del filme destacan dos escenas de humor, en donde el sexo y el espíritu rebelde vuelven a aparecen. La primera de ellas es la visita de Maruja (May Heatherly) una mujer que cada año antes de irse de vacaciones se confiesa con un sacerdote del colegio. En esta ocasión Octavio intenta disuadir a la mujer para que se vaya, pero tras su insistencia, él mismo le hace la confesión en un despacho del centro, éste anota los pecados de la mujer, casi todos relacionados con el sexo,  hasta que Maruja, algo incómoda decide irse.

La otra escena humorística es la comida con el banquero y benefactor del colegio, el señor Velasco (Miguel Narros), amigo de un sacerdote, que acude con su mujer Sonsoles (Mary Carrillo), su hijo Eduardo (Vicente Hernán) y su nuera Elena (Yolanda Ríos). Octavio y Francisco se disfrazan para no ser reconocidos por Eduardo, ya que fueron compañeros de clase, el primero se pone un parche en un ojo y cojea, y el segundo interpreta a un enfermo mental que ha sufrido recientemente una embolia, y está casi en estado vegetativo. Los invitados se sorprenden de que la cocinera, Dolores, disfrute de la comida con el resto en la mesa, y ante todo, del vestido rosa escotado que viste. La comida transcurre con algunos puntos cómicos, e incluso los invitados fuman hachís ya que piensan que es tabaco, Elena si se percata de ello y ríe al ver como Sonsoles disfruta con cada calada. La escena acaba cuando Francisco sufre un ataque violento, y solo se calma al besar un pecho de Dolores.

En otra escena aparecen más tendencias del Movimiento, en concreto la homosexualidad, a través del personaje de Domingo, quien muestra su inclinación sexual al intentar besar a Francisco en una escena de la película, al ser rechazado Domingo se siente humillado y avergonzado.

Según el director, el largometraje reflexiona y denuncia el sistema educativo en los colegios religiosos durante la época franquista, “debíamos denunciar, exponer, contar los métodos utilizados en los internados de los colegios religiosos en las décadas pasadas, y había que hacerlo en serio, de una forma directa, clara y honesta, es decir, con la honestidad de quien ha sufrido la represión, la violencia, el miedo, el vacío en nombre del amor, la caridad, la fe”[1].

El guion fundamentalmente trata sobre la venganza, generada por el odio y violencia, que aparece ante la opresión recibida en los colegios en la época de la dictadura. Los guionistas relatan vivencias propias ya que sufrieron en sus propias carnes los métodos de la época, y necesitaban contarlo, según Antonio “el guion lo escribimos entre Avelino y yo. No en vano hemos pasado siete años internos, de pequeños...Y nos parece importante porque sabemos que la represión sólo engendra violencia, trauma, decepción. Y es que fueron miles de niños. Y es que lo hicieron excesivamente mal; imperdonable, sí, pero, además, tenía que salir a la luz. ¿Por qué F.E.N. no se ha hecho antes? No sabíamos contestar a esta pregunta; por tanto, nosotros debíamos hacerlo. No, no tiene intencionalidad directa acerca de la libertad de enseñanza, tan discutida hoy; si le afecta es porque es un testimonio, subjetivo, cómo no; pero que no se debe ignorar; por eso la llaman la película polémica; es lógico. Pero diré en nuestro favor que la denuncia al menos es sincera. Y no tiene soluciones, porque no es a nosotros a quien nos toca adoptarlas. Eso queda para el público; es él quien debe juzgar”.1

Consideramos que la intención de Antonio Hernández, a través de F.E.N. es advertir de la necesidad de realizar cambios reales en la sociedad española durante la transición, sin olvidar que los personajes que lo van a llevar a cabo proceden del sistema educativo franquista, y para realizarse se deben adoptar medidas distintas -contraculturales- a las habituales dictaminadas como correctas, para no volver a cometer los mismos errores del pasado. Por lo tanto este largometraje puede ser considerado una de las primeras películas utilizadas como expresión de la Movida Madrileña y el director precursor del Movimiento en el mundo del cine.

 

Alexei Gallego, 2014

 

 

Bibliografía:

ESCALADA, Rafael: El nacimiento de la movida madrileña, Cuadernos hispanoamericanos, 2003, no. 636, p. 7-14.

GARCÍA FERNÁNDEZ, Emilio Carlos: La movida en el cine: resortes y continuidades, Cuadernos hispanoamericanos, 2003, no. 636, pp. 31-40.

LÓPEZ JIMÉNEZ, Luis: La movida, en toda su amplitud, Ayuntamiento, Delegación de Cultura: Instituto de Estudios Madrileños, Madrid: (sp), 2003.

MARTÍN DE LA GUARDIA, Ricardo: La movida madrileña en el contexto sociocultural de los años ochenta, Sociedad del bienestar, vanguardias artísticas, terrorismo y contracultura, 2011.

PÉREZ DEL SOLAR, Pedro: Imágenes del desencanto: nueva historieta española 1980-1986, Iberoamericana; Vervuet, Madrid: Frankfurt am Main: (sp), 2013.

Webgrafía

Edición impresa del diario El País, el 20 de Febrero de 1980. Sección cultura. Disponible en: http://elpais.com/diario/1980/02/28/cultura/320540413_850215.html [consultado el 20-11-14]

Edición impresa del diario El País, el 07 de Agosto de 1980.  Sección cultura. Disponible en: http://elpais.com/diario/1980/08/07/cultura/334447207_850215.html [consultado el 20-11-14]

Otras referencias

Archivo de la Biblioteca Nacional: visitado los días 20 y 21 de Noviembre de 2014. Lectura de guion y consulta de artículos prensa.

Archivo de la Filmoteca Española: visitado el 19 de Noviembre de 2014.



[1]              HERNADEZ, Antonio: El País, el 20 de Febrero de 1980. Edición impresa El País, Sección cultura. Disponible en: http://elpais.com/diario/1980/02/28/cultura/320540413_850215.html [consultado el 20-11-14]

Compartir:

Deja un comentario