El hombre que se enfrentó a la NSA

En la entrada anterior contábamos el nacimiento hace unos cuarenta años de los protocolos criptográficos llamados de clave pública. Estos avances científicos supusieron el comienzo de una batalla entre la comunidad científica y la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA) que continúa a día de hoy.

Sede de la NSA en Fort Meade, Maryland

Nos vamos atrás en la historia al año 1977. Hasta entonces, la criptografía era cosa de seguridad nacional, pero los avances que estaban experimentado los computadores anunciaban esta necesidad también para el sector privado.

El campo de batalla fue el International Symposium on Information Theory, que se celebró en la Universidad de Cornell el 10 de octubre de 1977; y el detonante, la presentación de un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, Martin Hellman, profesor asociado de ingeniería eléctrica y sus dos estudiantes de doctorado, Steve Pohlig y Ralph Merkle. Ya un año antes, Hellman había publicado con otro de sus estudiantes, Whitfield Diffie, un artículo titulado «New Directions in Cryptography», en el que introducía lo que se llama protocolo Diffie-Hellman.

Martin E. Hellman

El artículo se había publicado en las revistas del IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) una sociedad científica centrada en las ingenierías, un auténtico monstruo que hoy cuenta con 420.000 miembros. Y la NSA lo leyó y enviaron una carta no oficial amenazando a Hellman con represalias, ya que consideraban que la criptografía sólo podía estar en manos de la seguridad nacional. Incluso se argumentaba que la criptografía era un arma y su publicaión contravenía la ley de exportación de armas. Temiendo represalias, Hellman defendió su causa con la ayuda de su universidad. Esta concluyó que todo era legal.

Sin embargo, ya que Pohlig y Merkle eran estudiantes, las presentaciones corrieron a cargo del propio Hellman. Todo transcurrió sin incidentes. Y realmente, el uso que se dió a este protocolo fue sobre todo en seguridad por el gobierno (y por los traficantes de drogas).

Bobby Inman

 

El nuevo director de la NSA, Bobby Ray Inman, contactó con los investigadores, descubriendo que su interés había sido el de buscar protección para los ordenadores, lo que entonces era un problema incipiente y que había pasado inadvertido a la NSA.

El problema se complicó cuando en agosto de 1977, Ron Rivest, Adi Shamir y Leonard Adleman, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), dieron a conocer su sistema RSA. El tema era ya incontrolable, aunque el gobierno ha contado siempre con un poderoso instrumento, la financiación a través de la National Science Foundation (NSF) y de la propia NSA. Y ha creado el National Bureau of Standards (NIST), que homologa los productos criptográficos.

Es digno de reconocimiento el valor de Martin Hellman, nacido en octubre de 1945, y entonces un joven de 32 años. Hellman fue el principal protagonista en esta primera «crypto war» con la administración gubernamental.  Son muchos los premios y honores que Hellman ha conseguido desde entonces, y quizás el más relevante es el Premio Turing en 2015, que se suele considerar como el Nobel de la Computación. Hellman está usando el millón de dólares del premio para impulsar sus proyectos para el diálogo y la paz en el mundo. También ha sido reconocido su trabajo para disminuir las tensiones étnicas. Las personas interesadas pueden seguirle en su página web y en su blog.

No cabe duda de que en un mundo cada vez mas interconectado, esta disputa continuará, pero no será fácil ponerle puertas al campo de la investigación.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, ICSU) y Cristina Sardón (ICMAT-CSIC).

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