Unas breves notas sobre el Plan Estatal de Investigación 2017-2020

Hace unas semanas, la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación lanzó el borrador del próximo Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020. Dos comentarios son pertinentes: uno positivo, y es que la consulta a los investigadores, sociedades científicas, centros de investigación, etc., para el envío de sugerencias que ayuden a mejorarlo es de agradecer; y otro negativo, la tardanza en poner en marcha este Plan porque estamos ya en la última recta de 2017 y estamos funcionando con una prórroga del Plan Estatal 2013-2016, que, por cierto, ya sufrió del mismo retraso. La consulta la pondremos en el haber de la Secretaria de Estado; el retraso, en el deber del actual gobierno.

Sede de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación

Mi lectura de este avance ha sido rápida (de hecho, han sido dos las lecturas rápidas) y aquí van algunos comentarios. Recordnado, eso sí, que la Agencia se estrena en esta convocatoria y merece por tanto un margen de confianza.

La coordinación regional-estatal (aquí se acuña el término “sistema de sistemas”) se anuncia en cada Plan pero hasta ahora no ha sido efectiva. Persiste la necesidad de de impulsarla fuertemente, para no desperdiciar los recursos. Para ello hace falta voluntad política: consejeros, rectores, OPIS, CSIC con sus centros en cada región. Sin esa voluntad política, cada vez las distancias entre comunidades autónomas irán aumentando, en contra de lo que dicta nuestro modelo constitucional.

Un problema que subsiste y que no es debido al plan es la insuficiente inversión. Si este tema no se resuelve, el plan pederá una gran parte de su eficacia. Existe además una falta de credibilidad ante los continuos anuncios y correspondientes incumplimientos sistemáticos. En este aspecto, la nueva Agencia debe hacer un ejercicio importante para crear credibilidad.

Un tema que ya se ha ido imponiendo es la dualidad Excelencia-Retos, intentando mimetizar el Programa H2020 y el European Research Council. Sin embargo, no parece estar funcionando,  debido a la capacidad adaptativa de los grupos de investigación españoles a cualquier situación. Si hay más dinero en Retos, acudimos a esa convocatoria, pero seguimos desarrollando el mismo tipo de investigación.

Se debe incidir en la flexibilidad de contratación y de ejecución. Sin la cooperación del Ministerio de Hacienda, será imposible avanzar en esta línea. Esta inflexibilidad está resultando demoledora para la ciencia española, y uno no acaba de entender como estos señores de Hacienda y Administraciones Públicas no son capaces de ver lo que se hace en otros países.

Un tema clave es el de la evaluación: necesitamos racionalizar, crear paneles potentes con coordinadores con una amplia mira y expertos indiscutibles. Hay que eliminar la actual doble evaluación de gestores del MINECO y coordinadores de ANEP, con sus equipos, yendo a un modelo como otras Agencias o el propio European Research Council. El nombramiento de estos coordinadores debe ser muy cuidadoso.

El Plan sigue manteniendo los proyectos de centros de excelencia Severo Ochoa y María de Maeztu, que habría que blindar (junto con las estructuras singulares, como el Instituto astrofísico de Canarias, y similares). Suponen una inversión mínima pero decisiva. Me preocupa la nueva Red Cervera porque conocemos como se puede inflar la burbuja de la excelencia tecnológica.

En cuanto a Recursos Humanos, es imprescindible unificar las diversas convocatorias de contratos predoctorales. Potenciar las convocatorias postdoctorales (vamos a la baja, así no se puede seguir), y, por supuesto, definir lo que podría ser una carrera científica, que nunca debería limitarse a que cuando uno entra en el sistema como estudiante de doctorado, vaya a seguir subiendo escalones automáticamente, habrá que definir los filtros. Pero al menos, que haya una esperanza para tantos jóvenes investigadores que se tienen que buscar su futuro fuera de España.

Es preciso también potenciar las convocatorias de técnicos (imprescindiibles para las infraestructuras de los centros) y de gestores (indispensables para la potenciación europea y la transferencia). Y en todo ello, flexibilidad al máximo de la contratación, hoy en día es imposible trabajar con un escenario temporal y estratégico razonable

Y finalmente, existe una trilogía imprescindible: ÉTICA-GÉNERO-SOCIEDAD INFORMADA. Lo escribo con mayúsculas y en otra entrada posterior desarrollaremos este tema.

———

Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, ICSU)

Compartir:

Deja un comentario