Los kurdos no tienen amigos, salvo las montañas

El video elaborado por la Fundación Simons sobre el medallista Fields del ICM2018, Caucher Birkar, comienza con este recordando ese viejo dicho sobre su pueblo, los kurdos: “Los kurdos no tienen amigos, salvo las montañas”. Este dicho refleja muy bien la historia de los kurdos, siempre a caballo de países como Turquía, Irán, Irak, que nunca los han dejado ser un país propio.

 

Caucher Birkar

Caucher Birkar tuvo una infancia muy difícil, como muchos de los niños de su entorno, en medio de la guerra entre Irán e Irak, un escenario poco favorable para que un niño en una familia de granjeros desarrollase interés por las matemáticas. Su pueblo natal, Marivan, estaba en la frontera, y allí nació en 1978 Caucher, el tercero de seis hermanos. Fue su hermano Haider quién le enseñó matemáticas avanzadas, mucho más de lo que la escuela alcanzaba. Pero las matemáticas arraigan en territorios hostiles, como a veces pasa con algunas plantas en el asfalto o en el desierto, y en este caso, el genio natural de Caucher solo necesitaba algo de agua matemática.

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Tras una tesis en la Universidad de Nottingham, en 2004, Caucher Birkar lleva ahora doce años en Cambridge, en su Departamento de Matemática Pura, un entorno muy diferente al de su niñez. Y aquí es donde pudo explotar su talento. He de decir que pocas veces he escuchado una explicación mejor de la tarea de un matemático que la que él nos cuenta en este fantástico video. Caucher ve la tarea del matemático en dos etapas: una, disfrutar leyendo las maravillosas obras de lo que otros matemáticos han hecho hasta ahora, y una segunda en la que aprendes a volar y a descubrir las conexiones desconocidas entre esos momumentos.

Birkar es un refugiado, que llegó en 2000 al Reino Unido tras su graduación en Irán, en la Universidad de Teherán. Un recordatorio para todos nosotros, europeos, de que nadie es más que nadie, que el talento existe en cualquier parte del mundo, independientemente de culturas y razas. Y que las diferencias son solo debidas a las circunstancias coyunturales: pobreza o fanatismo de algunos.

Mientras que Alessio Figalli y Peter Scholze estaban en todas las quinielas, Caucher Bikar fue una de las sorpresas, aunque cuando uno examina su trabajo se da cuenta que él también tendría que haber estado en esas listas de potenciales ganadores. Su trabajo es realmente fascinante. Se enmarca en lo que se llama geometría birracional, que trata de establecer cuando dos variedades algebraicas (las que están definidas por ecuaciones algebraicas) son isomorfas. Vale recordar aquí para los menos duchos en matemáticas como la geometría se puede transformar en álgebra usando las ecuaciones que definen los espacios en cuestión: una circunferencia se puede ver como una ecuación cuadrática, una recta como una lineal. A veces un problema geométrico se resuelve si lo conseguimos hacer en su contexto algebraico.

 

Una variedad de Fano

La birracionalidad significa que tratamos con aplicaciones racionales y no con ecuaciones polinómicas, y que estas tienen inversas también racionales. Algunas de estas variedades algebraicas son los modelos, los bloques con los que podemos clasificarlas todas. El Programa del Modelo Minimal consiste en probar que bastan unos cuantos parámetros y de ecuaciones para tenerlas todas clasificadas. cualquier variedad algebraica sería birracionalmente isomorfa a una de tres tipos posibles: variedades de Fano, variedades de Calabi-Yau, y variedades de tipo general. Su aportación se ha centrado en las llamadas variedades de Fano, nombre debido al matemático italiano Gino Fano (1871-1952).

Caucher Bikar dice que ojalá este premio consiga una sonrisa entre sus paisanos, los 40 millones de kurdos que esperan poder vivir en su propio país. ¡Qué su deseo se cumpla!

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias).

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