SOS de la ciencia argentina

La ciencia argentina está al borde del colapso. Después de 12 años continuados de expansión, desde 2003 a 2015, los recortes de presupuesto, de personal, los incumplimientos de las obligaciones en proyectos nacionales e internacionales, están poniendo en un serio peligro a la ciencia en ese país.

Un grupo de directores de centros de investigación (Alfredo Cáceres, Ana Franchi, Andrea Gamarnik, Edgardo Baldo, Gloria Chicote, Juan Pablo Paz, Marcos Vaira, María Cristina Carrillo, Raquel Chan, Rolando Gonzalez José) han dirigido una carta abierta al Presidente de Argentina, Mauricio Macri, y a las autoridades argentinas a cargo de la ciencia y la tecnología, con un dramático llamamiento.

El principal organismo científico del país, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), fundado hace 60 años por el Premio Nobel de Medicina en 1947, Bernardo Alberto Houssay, que emplea 10.000 investigadores senior, otros 10.000 estudiantes de doctorado y postdoctorales y unos 3.000 técnicos, en unos 250 centros, está a punto de cerrar. No hay dinero para la limpieza ni para el mantenimiento de los equipos científicos, y los salarios han caído en picado con las continuas devaluaciones del peso. En una situación parecida está la Agencia Nacional para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología (ANPCYT) y las universidades. Se teme un éxodo masivo de investigadores.

Bernardo Alberto Houssay

Como ocurrió en España con el anterior gobierno, ha desaparecido el Ministerio de Ciencia y se ha rebajado a una Secretaría de Estado. Este hecho muestra la escasa preocupación por la ciencia en Argentina por parte del nuevo gobierno.

En varios artículos periodísticos, como éste de Clarín se ha ido advirtiendo de esta crisis. En este otro artículo, los investigadores describen como han ido “trampeando” (“bicicletaendo” en el argot argentino) con los proveedores y poder seguir manteniendo la investigación. Pero la situación ha explotado. Y en este artículo, más reciente, se describe ya la situación de emergencia.

Como matemático, colaborador y amigo de muchos matemáticos argentinos, no puedo más que hacerme eco de esta dramática situación, y aportar un granito de arena para que impere la razón y las medidas de un ajuste económico brutal no echen el cierre a la ciencia argentina.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias).

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