Las dos cosas de Italia que más le gustaban a Einstein

«Estaré encantado si la próxima vez me escribe en italiano. De joven pasé más de medio año en Italia, y en aquella ocasión tuve el placer de visitar la encantadora ciudad de Padua, y ahora espero poder utilizar mis modestos conocimientos de la lengua italiana».

Carta de Albert Einstein a Tullio Levi-Civita el 17 de marzo de 1915

 

Cuentan que cuando le preguntaron qué era lo que más le gustaba de Italia, Einstein dijo: «Los espaguetis y Levi-Civita». Los espaguetis son bien conocidos por todos, pero no tanto Levi-Civita, así que hablaremos de este último y su relación con Albert Einstein.

 

Tullio Levi-Civita

Tullio Levi-Civita fue un matemático italiano, célebre por sus trabajos sobre el cálculo diferencial en variedades diferenciables y sus aplicaciones a la teoría de la relatividad. Levi-Civita colaboró con otro gran matemático italiano, Gregorio Ricci-Curbastro, su profesor en la Universidad de Padua, en el desarrollo de loq ue se llama cálculo tensorial.

Tullio Levi-Civita había nacido en una familia judía en Padua, 29 de marzo de 1873. Se licenció en 1892 en la Facultad de Matemáticas de la universidad de su ciudad natal, y en 1984 fue nombrado profesor de la Facultad de Ciencias de Pavía. En 1898 fue nombrado Catedrático de Mecánica Racional de Padua, y allí dio clase a Libera Travisani, con la contrajo matrimonio en 1914. Pasó después a la Universidad de Roma.

Su contacto con Einstein vien tras la publicación en 1900 de su libro Méthodes de calcul différentiel absolu et leurs applications, escrito con Ricci-Curbastro, en el que establecen la teoría de tensores. Más adelante, Levi-Civita desarrolla la teoría del transporte paralelo y de conexiones, que lleva a la noción de geodésica, esencial en la teoría de la relatividad general.

Mantuvo una correspondecia muy interesante con Einstein, entre los años 1915 y 1917, iniciada por el propio Levi-Civita, que había encontrado errores matemáticos en el uso de Einstein del cálculo tensorial para explicar la teoría de la relatividad. Esta correspondencia produjo con el tiempo un gran respeto mutuo. Es de destacar laa frase que Einstein le dedica a su colega matemático en una de sus cartas:

«Admiro la elegancia de su método de cálculo; debe ser agradable cabalgar por estos campos a lomos del caballo de las verdaderas matemáticas, mientras que los demás tenemos que abrirnos paso laboriosamente a pie».

Albert Einstein

Levi-Civita fue invitado por Einstein a visitarle en Princeton, en Estados Unidos, cuando ya el sabio alemán había buscado tierras más agradables que las de la Alemania nazi. Allí estuvo un año hasta volver a Italia, En 1938, el régimen fascista le destituyó de su puesto en la Universidad de Roma debido a su origen judío, ya que enseñaba allí desde 1918. Por su ascendencia judía, Levi-Civita fue cesado en su cátedra por el régimen fascista de Mussolini, falleciendo aislado científicamente en Roma en 1941 (ya que las leyes racistas le privaron también de formar parte de las asociaciones académicas).

Años más tarde, cuando le preguntaron a Einstein qué era lo que más le gustaba de Italia, se dice que Einstein dijo «los espaguetis y Levi-Civita». Lo de LeviCivita lo acabamos de contar, pero lo de los espaguetis tiene razones también de peso. La familia Einstein vivía en Munich, y su padre, Hermann, poseía un taller electroquímico que no iba bien. En 1894 un ingeniero italiano, Lorenzo Garrone, convenció a los Einstein de que el norte de Italia podía ofrecerles buenas oportunidades. Así que Hermann, su esposa Pauline y su hija Maja, de trece años, partieron para Milán, mientras que Albert permanecía en Múnich en cada de un pariente a fin de terminar sus estudios de bachillerato. No estaba muy feliz con el sistema educativo del instituto, así que aprovechó un malestar físico para unirse a su familia en Milán, prometiendo a su padre que se prepararía para pasar el examen y entrar en el Politécnico de Zürich.

Ese tiempo en Italia fue uno de los más felices para Einstein, escribió:

«Me sorprendió, una vez más allá de los Alpes, en el escuchar a los italianos, me refiero a la gente común, el uso de palabras y expresiones que denotaban un nivel intelectual y una riqueza de contenido cultural muy superior a los de la común alemana. Los habitantes del norte de Italia son las personas más civilizadas que he conocido. “

De Milán la familia se trasladó a Pavía. Eisntein comenzó sus estudio es Zúrich aunque volvía siempre en vacaciones. Sus padres volvieron a Milán y ahí recaló Einstein al terminar sus estudios en 1900. El período italiano terminó cuando comenzó su trabajo en Berna en la Oficina de Patentes, y después su salto a la fama tras el año milagroso de 1905.

Espaguetis con tomate y albahaca

 

No es de extrañar pues que Einstein fuera un enamorado de los espaguetis.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

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