La esencia de la universidad española

Me sirve de excusa para este blog un artículo publicado en el suplemento Campus del diario El Mundo que recomiendo a todos los lectores del blog para que lo lean si pueden. Se explicita en ese artículo el hecho de que España, a pesar de que a nuestros gestores se les llena la boca al decir que somos la 8ª economía mundial, solo es capaz de colocar una de sus universidades, la de Barcelona, entre las 200 mejores del mundo, y solo 9 de ellas entre las mejores 500 del mundo. En el artículo se analizan varias razones, y a mi me gustaría resumirlas en una sola:

 

La tópica y tradicional falta de interés de la sociedad española y de sus gestores, fieles reflejos de la misma, por el conocimiento y la ciencia. 

 

España es un país inmensamente conservador. Al mismo tiempo es un país feudal cuyo desarrollo se basó en su etapa formativa en la ganadería trashumante. Así como la formación íntima, básica, de una persona se realiza antes de sus tres años de edad, así los países retienen durante siglos los esquemas básicos de sus etapas infantiles.

 

Pasan los años, pasan los siglos, pasan los sistemas políticos, monarquía, dictadura, república, nueva dictadura, transición, ucd, psoe, pp, psoe, y la idea de la sociedad española sigue siendo siempre un desprecio íntimo, profundo, sentido, por la ciencia. El desprecio se siente en las cafeterías de las universidades, donde las conversaciones de los alumnos jamás se refieren a temas científicos, y siempre a nimias cuestiones personales. Se siente en las delegaciones de alumnos, en las que nunca se plantean debates o discusiones  científicas o profesionales. No hay clubs de debates, y como mucho las actividades menos pedestres llegan hasta la representación de algunas obras de teatro, evidentemente, del  teatro de otros.  Se siente, cómo no, en los diferentes gobiernos que ha tenido el estado, para los que la educación ha sido y es una herramienta social, y nunca ha tenido la consideración de un recurso creador de riqueza. Para la inmensa mayoría de España la riqueza se obtuvo llevando ovejas de un lado a otro, guerreando y consiguiendo botín, y, hoy en día, recalificando terrenos, lo cual no deja de ser otra forma de conseguir botín. El ideal español es, en el mejor de los casos, el de un esfuerzo titánico durante unos meses o un par de años, para obtener una riqueza rápida que permita no volver a trabajar en la vida. En el peor de los casos, la lotería o que alguien nos compre una huerta recalificada. Es el esquema del ganadero, que obtiene esta riqueza sin más que enviar a pastar a las reses, frente a la del labrador que tiene que salir todos los días a romper la tierra.

 

El conocimiento, la ciencia, el estudio son actividades trabajosas que deben ser seguidas día a día, 365 días al año. En un país que tiene al menos un puente al mes y vive esencialmente para las fiestas, es difícil que la ciencia sea importante. Ahora bien, si la ciencia no es importante, la universidad no tiene sentido alguno como creadora de conocimiento, sino que su sentido es el de la universidad cisneriana: Una institución que comunica el dogma a los jóvenes y los forma como buenos administradores del imperio, según las normas aceptadas, rechazando de plano cualquier innovación y, evidentemente, la primera premisa de la ciencia, que es el poner en duda cualquier autoridad.

 

Los que, como en el articulo citado, se extrañan de la situación de la universidad española en el mundo, lo hacen porque parten, como partimos muchos investigadores cuando éramos jóvenes, de una premisa falsa, la premisa que nos hacía pensar en la universidad como creadora de conocimiento mientras que la función real de la universidad, la función que está firmemente fijada en las mentes del pueblo, de los ministros de hacienda,  y de todos los gestores españoles, es que la función de la universidad es formar clérigos capaces de ejecutar las órdenes que de lo alto emanan.

 

No hay, pues sorpresas. Solamente, a algunos, más bien ciegos, nos ha llevado 30 años encontrar la respuesta al problema que nos planteamos al acabar nuestras carreras. Estábamos entonces equivocados, y además, fallamos, aunque llegásemos a catedráticos, en la misión que nos encomendó la sociedad. Al querer hacer ciencia en la universidad española, hemos dilapidado el dinero que esa sociedad invirtió en nosotros, pues ni somos ejecutores de la órdenes de la autoridad, ni dejamos jamás de ponerla en duda, ni formamos a nuestros alumnos como buenos clérigos.

 

¡Un fiasco!

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4 comentarios

  1. aparte de lo indicado hay muchos más factores que sería largo enumerar, pero esencialmente es el hecho de que la universidad es reflejo de la sociedad española, y ésta se caracteriza porque NO PREMIA EL RIESGO SINO QUE LO CASTIGA…asi pues, NADIE se atrevera a correr ningun riesgo porque, a no ser que tenga las espaldas bien cubiertas, está arriesgando una vida ‘tranquila y de confort’ integrada en el rebaño hispánico (este es el origen del rico folclore hispánico, donde el pueblo se sale de ‘la normalidad’ pero ‘de forma colectiva’) a cambio, si arriesga, de quizás quedar apartado profesionalmente de por vida por haber tenido la osadía de salirse del rebaño al haber intentado una iniciativa propia y creativa…y ésta es la razón esencial de que la poca investigación que se hace en españa es ‘seguidista’ o ‘de repeticion’ de lo que se hace en el extranjero…nadie se atreve a proponer una idea nueva o a abrir una linea original de investigacion…

    otra razón importante es que la universidad transmite una jerarquización muy marcada, tipo ejército, que confunde ‘tipo de contrato’ con ‘autoridad académica’, cuando justamente el mundo del conocimiento es un mundo horizontal donde las ideas no vienen a la cabeza por orden de jerarquía…¿qué joven se atreverá a tener o defender una idea que pueda contrariar al cátedro ‘que lo apadrina’ si eso supondría quedarse ‘huérfano de padrinazgo’, y en consecuencia su final en la universidad española?…es mucho más rentable desde el punto vista laboral futuro asentir, oir, ver, callar y OBEDECER.

  2. si lo has dicho bien, la universidad forma funcionarios, no profesionales y menos aún científicos. La explicación de esto es bastante simple, contra lo que pueda parecer:

    1) Histórica

    2) Política

    3) Económica

    La histórica tiene que ver con la religión, a la ciencia se la metió en el mismo saco que al protestantismo, vamos que la ciencia se consideraba anticatólica precisamente por ser crítica e ir en contra de la tradición en la que se asentaban monarquía e iglesia. La cosa es incluso más evidente con el retorno del absolutismo de Fernando VII, y se resume en lo que le dijo aquel rector de la universidad de Cervera "Lejos de nosotros, majestad, la funesta mania del pensar" pensar se entiende como críticar, ciencia, cosas de protestantes. En su lugar se imponia la memorización de la tradición, la preparación de clérigos y funcionarios reales, y esto en lo sustancial ha cambiado poco hasta ahora.

    La política sigue influyendo hoy en dia de manera decisiva, al ser los partidos políticos los que ejercen una dictadura con apariencia de democracia, su interés no puede ser el Estado o la sociedad civil, sino su propia garantia de conservar el poder cuando les toca gobernar y colocar a los suyos. Esto imposibilita un pacto nacional sobre la ciencia que no dependa de cambios gubernamentales. Así lo que hace el PP lo deshace el PSOE y vuelta a empezar. Debido a esto, la universidad se ha convertido en esta "democracia" en una prolongación de la educación secundaria, a los partidos políticos no les interesa formar profesionales ni cientificos, sino votantes, o como dicen ellos "ciudadanos" antes que pensadores criticos.

    La económica pesa, somos, digan lo que digan los datos macroeconomicos, un pais pobre que depende de ayudas extranjeras para hacer ciencia, una ciencia que depende de las limosnas exteriores no puede ser muy seria ni tener continuidad, ni fijar objetivos nacionales ya que los que deciden los fondos estan fuera del pais.

    Después está la cultura popular, historia, que de tradición agrafa y dada el jolgorio y las manifestaciones callejeras antes que a la reflexión individual y sosegada, una cultura que va contra la ciencia.

    Así que la conclusión es bien simple, jamás tendra un hueco la ciencia en este país, es simplemente peligrosa para el sistema. Eso si habrá propaganda barata a costa de decir que se hace ciencia y bla bla bla, pero meter ciencia real en el sistema con todas las consecuencias, muy improbable. Hoy como ayer la aportación original a la ciencia internacional seguirá siendo, salvando genios a cuentagotas secular como Cajal, nula.

  3. Que triste y que gran verdad !

    No puedo estar mas deacuerdo con el analisis que haceis. Esta ha sido tambien mi frustante experiencia propia.

    La formacion universitaria en España, en cuanto a la teoria, no es de las peores (o al menos no lo era antes de la LOGSE), pero llegados a la practica… ay!

    Los cientificos que quieren prosperar en investigacion no solo se ven obligados a abandonar el pais, lo cual no es malo en si pues aporta mucha experiencia e ideas nuevas, sino que despues no tienen la mas minima oportunidad para volver y seguir dedicandose aqui a la Ciencia.

    Tremendamente frustrante y grave para el futuro de este pais.

    A este paso seguiremos arrastrando el complejo de "potencia mundial venida a menos" por los siglos de los siglos….sin llegar nunca a producir nada de nuestra propia cosecha, ni prosperar economicamente como nacion (no como individuo a base de pelotazos urbanisticos), ni aportar nada verdaderamente util al mundo.

    Los que pensamos de forma diferente estamos en clara minoria. Yo me he desgañitado por los distintos ministerios y empresas (Medio Ambiente, Industria, Energia, Defensa, Textiles) pidiendo apoyos en varias iniciativas para modernizar e impulsar diferentes tecnologias en España y no me ha servido de nada.

    "interesante, muy interesante"… y despues NADA…"mañana, mañana"…si te he visto no me acuerdo.

    Que se puede hacer? Alguien sabe la solucion?

  4. dicen por ahi que las instituciones acaban corrompiendo el espíritu y aquí en españa eso es una verdad como un templo…y también es cierto que de espíritu corrompido no puede salir buena ciencia…así que mal plan chica…apártate a tu rincón e intenta sacar con tus medios tus iniciativas, a no ser que quieras convertirte en piltrafa de interesas partidistas.

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