El horror del ser humano y lo incomprensible del sacrificio

Ho me ha contado una persona de la familia, una Hermana de la Caridad que trabaja desde hace muchos años en el Altiplano boliviano, que allí las madres dan a luz a los niños en el suelo, para que la diosa de la tierra les arañe la cabeza, y que ella ha visto como aún en 2007 siguen habiendo sacrificios humanos, de niñas, en época de sequía.
Me lo creo porque conozco a la persona que lo ha contado.

¿Cómo pudo el ser humano desarrollar mentalmente tales estupideces?  ¿Cómo puede pensar el ser humano que un DIOS exige nada de sus seguidores? Si es dios, es todopoderoso, y por lo tanto no necesita nada de nadie, ni siquiera plegarias ni mucho menos sacrificios. 

¿Qué puede llevar a un ser humano  a pensar eso? No acabamos de salir de la etapa tribal, animal.

En la religión cristiana se sigue adorando el concepto de un dios que se «sacrifica»  por los hombres. ¿Cómo puede entenderse ésto? ¿Qué sentido puede tener?  

Yo solo lo encuentro en la exigencia del jefe tribal a que los de la tribu le den, a cambio de nada, alguna de sus pertenencias, las mujeres, su cuerpo, los hombres su trabajo. Esto es inteligible.

Lo que no puede entenderse  (como no puede entenderse  si uno visita al rey, o al presidente del gobierno, que deba uno hacer una genuflexión, o cualquier signo de respeto distinto del beso que se le da a una amiga o la mano que se le da a un colega) es que los miembros de la tribu lo sublimen y acepten esa exigencia de un jefe mafioso como algo bueno, correcto, como algo que se debe hacer.  Que el jefe exija el sacrificio, se entiende. Que los que no son el jefe lo acepten, es ininteligible.

A lo largo de miles de años los jefes han exigido el sacrificio, y los seres humanos, en vez de rebelarse contra él, lo han aceptado, lo han sublimado, hasta el punto de que unos cuantos miles al principio, miles de millones hoy, aceptan, sin reflexionar, que un dios/hombre se tenga que sacrificar. ¿Para qué?

No solo los cristianos aceptan la idea del sacrificio. Esta idea era moneda de cambio entre los judíos hasta la diáspora, y es parte del Islam. En el budismo los seguidores del Buda deben mortificarse, sacrificarse, para no reencarnarse. Es parte de un pasado tribal que no conseguimos eliminar.

Otro horror es éste de Benazir Bhutto. Hay quien la ha seguido pacientemente, día tras día, hora tras hora, para encontrar la oportunidad de matarla. Ese alguien no podía soportar que una mujer pudiese gobernar, ni que no fuese islamista como él creía que era el islamismo.

Lo horrible no es que los locos de los jefes tribales exijan esas cosas, esos asesinatos, esos suicidios, esos sacrificios humanos. Para eso han querido ser jefes. Por eso los jefes de las autonomías no soportan, materialmente no soportan, que haya alguien por encima de ellos. Eso se entiende.

¿Cómo entender que el resto de los seres humanos acepten esa exigencia de los jefes?

En un mundo en el que domine la idea de la comunidad de seres humanos con el resto de los seres vivos, en donde, superando los genes animales, utilicemos la razón, no necesitamos el sacrificio al jefe, podemos vivir unos con otros mediante la cooperación en vez de mediante la confrontación que exigen aquellos. No necesitamos sacrificios, no necesitamos pleitesías. Podemos cuidar el medioambiente que es cuidar nuestra casa. Podemos vivir todos con todos.

Esto no es un idealismo. Es una constatación empírica. Tras mil años de que los españoles (o el rey de España) no podían vivir con los franceses ( con el rey de Francia) , en que los alemanes ( o los reyes alemanes protestantes) no podían vivir con  los católicos  (porque un reyezuelo no podía aceptar que hubiese otro), empíricamente hemos descubierto que podemos, sin problema vivir unos con otros sin que nos pase lo más mínimo. Los pakistaníes pueden descubrir que es posible que unas sectas vivan con otras, los musulmanes con los hindúes, y éstos con los budistas y con los cristianos, y que no pasa absolutamente nada, salvo que los jefecillos son menos jefecillos.

De la misma manera los habitantes del altiplano boliviano deben descubrir que la vida no solo es igual, sino que es mejor sin que los bebés se hieran en el suelo, porque el suelo no cuida de ellos, y que es mejor sin el sacrificio, humano o de cualqueir otro tipo, porque ese sacrificio no es más que una herencia de la exigencia de unos jefes tribales,  que nunca sirvió para nada, ni cuando se ofrecía a aquellos jefes tribales, ni cuando se ofrece a los dioses del cielo o de la tierra.

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4 comentarios

  1. Estimado amigo:

    Me gustaría me pudiera decir en qué texto budista, discurso, palabras, etc. de Buda se dice que "En el budismo los seguidores del Buda deben mortificarse, sacrificarse, para no reencarnarse".

    Precisamente, el propia Buda abandonó la senda de la mortificación tras seis años, después de darse cuenta de que no conducía a nada. En el budismo se habla de buenas acciones de pensamiento, obra y palabra, y no de motificación, ni de uno mismo ni de los demás.

    Antes de decir cosas de este calibre, le ruego se informe, porque está faltando a la Verdad.

    Gracias.

    Atentamente,

    Angel

  2. Criminales y sadicos legalizados con la excusa de las sucias y malditas religiones.

    Politicos corruptos y complices de tanta salvajada y tanto sadismo .

    Los animales no pueden defenderse, no tienen voz.

    Las mezquitas y las iglesias que mas iluminan, son las que arden.

  3. Mi punto de vista es que mucha gente se arraiga en sus creencias y no conocen el verdadero significado de la vida.

    Muchas personas han sido manipuladas durante años y solo es lo que han conocido, pero cuando conocen el valor de la vida y el respeto hacia el prójimo empezamos a ver que la vida tiene otro sentido. ¡Busquemos la verdad y el propósito de nuestras vidas!

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