Spanair, accidentes de avión, vertidos y demás pufos empresariales

153 muertos y 19 heridos. En un accidente de avión. La compañía Scandinavian Airlines: Buscando ganancias como sea.

Huelva: Fertiberia. Vertiendo yesos contaminados en la ría del Tinto.  Huelva, Aznalcollar, Bolliden, otra empresa sueca: Vertidos de una balsa con protección mínima. Ascó: Expulsando radiactividad.

Hay empresas cuya razón de ser es fabricar los mejores productos del mundo. Ganan dinero pero el interés de sus empresarios no es hacer dinero. El dinero realmente no sirve para nada, más que para buscar un poder efímero o unos hombres o mujeres que se suponen más guapos que los demás (que no lo son), y cuyo placer es también efímero.

Los buenos productos duran casi para siempre. Hay relojes bien hechos hace 200 años funcionando aun hoy.

El ser humano no dura. Morimos a los 80 años, quizás a los 120, pero desaparecemos. La sociedad, sin embargo, es casi eterna. Podemos vivir nuestro intervalo vital como parte de una secuencia indefinida. En este intervalo vital podemos conseguir dejar cosas buenas para los que nos sigan, o destrozar sus vidas.

El juego del dinero es un juego estúpido. Tan estúpido como las ansias de Luis XIV de Francia de llegar hasta el Rhin, o de Felipe II de España de que los holandeses fueran católicos. Hoy, el nuevo rey francés, Sr. Sarkozy, ha ligado con una señora que se supone guapa. No lo es más que otras, y su encanto no durará. El poder del Sr. Sarzkozy, como el del Sr. Bush, del Sr. Zapatero, incluso el máximo poder que ha existido, del Stalin, acaba.

Y ¿que deja? Puede dejar obras maravillosas, o una estructura social que perdura a lo largo de 2000 años, como hicieron los romanos. O como Felipe II, miseria para su pueblo: ¿Qué consiguieron las ansias de poder de este rey?  Desastres tras desastres, desastres del tipo Numancia: Resistencias numantinas para acabar destrozados. Ni siquiera Lepanto tuvo efectos duraderos.

Una empresa en dificultades, como SAS con Spanair, sencillamente cierra, abandona el ansia de poder y garantiza que no sigue poniendo en riesgo la vida de las personas. Deja el negocio a otros. Una empresa como Fertiberia, si se dedica a la excelencia en la fabricación de su producto, seguro que hace beneficios y no contamina. Si solo se interesa por una ganancia trimestral, está condenada al fracaso y pone en peligro las vidas de los que la rodean.

Puesto que morimos pronto, todos, ¿por que no nos dedicamos a dejar una sociedad, casi eterna, mucho mejor de como la encontramos, olvidándonos del pelotazo, de un hacer un dinero que, realmente, no sirve para nada?

Compartir:

Deja un comentario