El conocimiento de la ciencia por la población.

¿Que es la ciencia?

Muchos piensan en «gadgets»,  cohetes, armas, la internet, las drogas que curan y matan, ADN, policía «científica», la «nube», ….

Todo esto es ciencia y nada de esto es ciencia.  Son los resultados de la ciencia, pero la ciencia es otra cosa.

La ciencia es una forma de mirar el mundo, radicalmente opuesta, completamente distinta de la mística, de la fé. Un giro de 180º que empezó Galileo en 1600 para estudiar el mundo que nos rodea, e incluso a nosotros mismos.

Su esencia es no creernos nada sin antes haberlo validado mediante el experimento o la observación repetida y controlada.

La mística, la fé, asumen que es cierto, es la realidad, lo que alguien afirma, comunicando que ha hablado, o tenido una visión con otro ente del universo.  ?Como puede nadie creer lo que otro diga sin validarlo de alguna manera?

Durante miles de años, en China, India, Mesopotamia, Egipto, Asia, África y Europa la mística no consiguió sacar a ninguna parte significativa de la población de la pobreza extrema (evidentemente desde siempre ha habido un o,1% de la población que ha robado a los pecheros): Como mucho conseguía un exiguo consuelo sugiriendo que si uno se portaba extremadamente bien toda su vida, ese uno quizás (y el solo, ¡sin su familia!) podría acceder a un cierto paraíso.

No parece mucho.

Esta mística estaba basada en la existencia de los dioses. El escritor de fama reciente, Michel Houellebecq, dijo en una entrevista hace poco: «Las personas no pueden vivir sin dioses. Si lo intentan la vida se convierte en insoportable».

¿Qué dice este hombre? La vida se hace insoportable con los dioses.

Si son malos, evidentemente.

¿Y que pasa si los imaginamos buenos y todopoderosos?  Si son todopoderosos pueden, sin distraerse, ayudarnos. Pero, ¿nos ayudan? Y sin son buenos y todopoderosos, ¿como permiten el horror de nuestro mundo?

Los místicos hablan de la libertad que se supone dan los dioses a los hombres para hacer el bien o el mal.  Pero, ¿que libertad tiene un niño de 10 años que ve a sus padres quemados en una pira, por ejemplo, o degollados, vistos en la pantalla de un televisor?

¿Que libertad tiene un niño lleno de enfermedades y muriéndose de hambre?

No, la vida es realmente insoportable con la idea de que hay dioses.

La ciencia busca entender el mundo. Si lo consigue, quizás sea posible corregir lo que el mundo tiene de horror.

No sabemos si lo conseguirá totalmente pero sabemos que, al menos en los últimos 300 años ha contribuido al bienestar real, no virtual, de una parte creciente de la sociedad.

La maldad y la idea mística de: »los dioses me protegen’ y puedo hacer lo que sea», lo único que producido son muertes a millones y malestar para la inmensa mayoría de la sociedad.

Abrir los ojos a la realidad, saber cual es, como funciona la naturaleza, nos ha ido permitiendo una mejora de la calidad de vida inimaginable hace 300 años.

Siempre hay quien insiste en la mística. Los que la controlan es vidente que quieren hacerlo: Tienen con ello el poder.

Pero ¿por qué aceptan la mística aquellos que de ella no sacan mas que sufrimiento y muerte?

La ciencia es absolutamente abierta a todos, sin secretos ni arcanos, y cuando alguna de sus partes no lo es porque quiere utilizar un lenguaje que solo 100 iniciados dominan en todo el Globo, desaparece en unos años.

¿Tanto miedo causa en los maestros educar a las personas en la realidad?

Claro, la ciencia exige responsabilidad individual. Algunas personas prefieren ir desplazando esa responsabilidad hacia arriba, cada vez más lejos.

Es la pereza y la cobardía, quizás, la que lleva a rechazar la ciencia y pedir que la vida la resuelvan otros, y en definitiva unos dioses que de existir, »pasan» olímpicamente, como los dioses del Olimpo, de los humanos.

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