Recuerdo con horror la película Dumb and Dumber. Era enero de 1995 y mi mujer y yo acabábamos de llegar a los Estados Unidos para realizar nuestros respectivos postdocs. Habíamos conseguido encontrar un apartamento en un condo cercano a la Universidad de California San Diego y también cercano a un mall con cines. En el laboratorio me habían comentado que en esos cines echaban una comedia bastante divertida protagonizada por Jim Carey y Jeff Daniels (de hecho estaba siendo un auténtico blockbuster en taquilla). Así que el primer fin de semana que tuvimos un poco de tiempo libre aprovechamos para ir a verla. Fue un auténtico error.

Pues de la misma forma que sigo sin entender qué tiene de gracioso dicha película, tampoco entiendo como los europeos hemos llegado a una situación en la que estamos dispuestos a incapacitar a nuestro sector biotecnológico… y nadie parece dispuesto a hacer algo.

El pasado 25 de julio el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decidió que que los organismos modificados con las nuevas técnicas de edición genética, como el CRISPR, deben ser considerados transgénicos y, por tanto, están sujetos a la normativa de la directiva 2001/18/EC (la sentencia completa puede leerse aquí). Dicha directiva es muy exigente y son muy pocos los organismos modificados genéticamente (OMG) los que han logrado llegar al final de todo el largo, tedioso y carísimo proceso regulador. Paradójicamente, los alimentos modificados genéticamente con procedimientos antiguos, como el uso de agentes químicos mutagénicos o con radiaciones ionizantes (¿le gustan los fresones?) están exentos de dicha normativa (ver figura de abajo, fuente: Kevin Folta).

He dicho antes que nadie parece dispuesto a hacer algo. Eso no es cierto. Han aparecido numerosos artículos y comunicados explicando la necedad de dicha sentencia. Pongo aquí el enlace a unos cuantos.

 

Pero la sensación que tengo es que son solo unas pocas voces y que nadie les va a hacer mucho caso. No soy el único. En el artículo de Wired se recogen las declaraciones de Stefan Jansson, profesor de Fisiología Vegetal de la universidad sueca de Ümea, en las que dice: Esto prueba como de estúpido es el sistema europeo de regulación de los OMGs. Muchos de nosotros hemos intentado cambiar las cosas en los últimos 10 años con escaso éxito. Cuando llegamos a estos asuntos la gente escucha a las organizaciones como Greenpeace mucho más que a los científicos.

Si uno se lee los diversos artículos antes indicados, verá que la situación actual es en realidad fruto de decisiones que se tomaron hace varios años. Decisiones que quizás en su momento parecieron buenas y razonables. Pero que han demostrado ser conjunto de fallos a todos los niveles.

  • Es un fallo para la Ciencia y los científicos europeos que no hemos sabido transmitir a la sociedad esta problemática (y otros problemas)
  • Es un fallo del sistema educativo, porque mucha gente “de letras” no entiende las toma de decisión basadas en el conocimiento científico. Pero generalmente es esa gente “de letras” las que llega a los puestos de decisión.
  • Es un fallo del sistema legal para reconocer que este caso era parte de una campaña de activistas con su propia agenda.

¿Y qué consecuencias tendrán esos fallos? Pues hay unas cuantas y afectarán a:

  • Los agricultores que cada vez son más dependientes de los avances biotecnológicos para poder generar una comida barata, más segura y sostenible.
  • Los consumidores pues ellos deben de acceder a esa comida barata, más segura y sostenible.
  • Los países en vías de desarrollo, sobre todo los países africanos, que no van a poder beneficiarse de la venta de esos productos generados con dicha tecnología.
  • Las compañías biotecnológicas europeas, no solo las dedicadas a la biotecnología vegetal, cualquiera que haga OMGs que vayan a ser usados para generar un producto biotecnológico. Seguramente perderán inversores y eso significará pérdida de puestos de trabajo de alto nivel (puestos de trabajo que se generarán en otros países con legislaciones más lógicas)
  • Las universidades y centros de investigación europeos. ¿Para qué se va a investigar en algo que tiene tantas trabas para poder ser desarrollado en un producto biotecnológico? (los Estados Unidos y China tienen que estar dando saltos de alegría)

Habrá muchas más consecuencias, tanto las apuntadas en los artículos como otras que no se se han previsto. Pero como no sirve de nada llorar sobre la leche derramada ¿qué se puede hacer para remediar esta situación? Ya manifesté en Twitter mi opinión personal, y en resumen yo creo que quizás esto sea una oportunidad. Tal y como yo lo veo, la solución pasa por derogar la directiva 2001/18/EC y sustituirla por una directiva basada en el conocimiento científico y no en la pseudociencia y la superchería.

Aunque los europeos hemos hecho el tonto varias veces, estoy convencido que esa normativa acabará desapareciendo en un futuro. La pregunta es si ese futuro será cercano o lejano. Se admiten sugerencias para llegar a ese objetivo cuanto antes.

Actualización. El Secretario de Agricultura (equivalente a ministro) de los Estados Unidos ha hecho una declaración sobre esta sentencia. En ella se puede leer: Unfortunately, this week’s ECJ ruling is a setback in this regard in that it narrowly considers newer genome editing methods to be within the scope of the European Union’s regressive and outdated regulations governing genetically modified organisms. En resumen, nos están diciendo que hemos hecho el tonto pero con buenas palabras.

 

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