Coste – Beneficio

La creación de repositorios institucionales supone un coste para las instituciones que lo ponen en marcha.  En este coste se incluye la infraestructura informática necesaria, como un servidor dedicado, el tiempo de trabajo del personal informático que lo va a instalar y mantener, el tiempo de trabajo del personal bibliotecario editor y gestor del mismo, y puede también suponer coste de software si no elige un software libre.

Es importante señalarle a las instituciones cuál es el beneficio que obtendrán por ello, como aumentar la visibilidad gracias a los estándares, etc.

 

Una buena “oferta” es garantizar la conservación de la producción científica de los investigadores.  Hasta ahora las Bibliotecas se han dedicado a proporcionar los materiales necesarios para el trabajo de sus investigadores, garantizando la conservación de algún tipo de material producido en la propia institución como por ejemplo las tesis doctorales, pero el resto de lo que los autores escriben no tenía que conservarse en la institución, y los mismos autores tienen a veces dificultades para acceder a artículos que han perdido (a mis usuarios les ha pasado).

Esta garantía no se puede basar en la libre voluntad de “autoarchivar”, si queremos conservar todo, tendrá la institución que dar una orden, un “mandato” en tal sentido, obligando a los autores a hacerlo.

La institución tendría así un instrumento utilísimo para ver y valorar lo que sus investigadores generan.  Y al final ganarán los autores, ya que aumentarán su impacto y visibilidad y tendrán la seguridad de sus archivos en su institución y otras ventajas, como una dirección unívoca y permanente para cada uno de sus trabajos.

 

Mayor debate provoca el coste para la otra versión del acceso abierto, la publicación de revistas open access, pero no debería ser argumento “en contra” en el caso de repositorios institucionales, sí además conseguimos que los investigadores de pequeños centros de investigación que no pueden permitirse crear su propio archivo, encuentren su acomodo en repositorios de comunidades autónomas, REBIUN, etc.

 

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4 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo con lo que argumentas, Alicia.

    Lo mismo que le sucede a las instituciones y centros de investigación es aplicable en las empresas, que a pesar de estar más acostumbradas a medir sus acciones en términos de coste-beneficio, siguen, en su mayoría, sin preocuparse por la gestión y la conservación del "know-how" que generan sus empleados, desaprovechando así el talento en sus organizaciones.

    Desde luego que la mejor forma de venderlo es hacer hincapié en el beneficio que este tipo de repositorios tiene para la institución, pero no deja de resultar un poco descorazonador el que la mayoría de los profesionales de la información tengamos que dedicar tantos esfuerzos a "vender" algo que debería ser percibido como una necesidad por la institución, e incluso una obligación, al fin y al cabo, estas instituciones son financiadas con fondos públicos.

    Sería interesante que se uniesen al debate los responsables de estas instituciones para aportar su visión, puesto que parece tan claro el beneficio obtenido frente al coste, que resulta muy difícil entender por qué no abundan más este tipo de repositorios.

    Un saludo

  2. El problema principal que veo para estimular a los investigadores a dejar sus trabajos en estos repositorios de libre acceso es la falta de reconocimiento curricular a la hora de ser evaluados para acceder a financiación pública. Hasta ahora la única manera de ser evaluados positivamente es la publicación de artículos en revistas indexadas, de tipo privado normalmente (como el ISI). Yo personalmente creo que deberían idearse alternativas libres y abiertas al problema de la difusión de resultados y arbitrarse sistemas de evaluación más abiertos y adecuados que el actual sistema de pares que se muestra insuficiente e injusto con trabajos de suficiente calidad. Las revistas comerciales tienen limitaciones de espacio y de tiempo y desechan unas cantidades de información indexable muy considerables, marginando también el idioma de las publicaciones a un despreciable predominio absoluto del inglés.

  3. si no es mucha molestia especifique mas sobre beneficio por favor mandeme a mi correo concepto de beneficio

  4. Más allá de que son las instituciones las que pueden concretar este tipo de repositorios, son los autores,investigadores y científicos los que despues "deben" alimentar los archivos con sus productos. Y creo que esto es realmente difícil, por un lado porque todavía existe desconocimiento de los beneficios de esta práctica, y por otro lado, como dijo Jorge G., por una falta de reconocimiento por parte de los evaluadores de la actividad científica. Creo que esa es una de las tareas mas dificiles de todas: lograr un cambio en la forma de evaluación.

    Saludos desde Argentina !

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