Patentes Históricas: Los rayos X

Nos vamos a ocupar de una invención que supuso un avance enorme en el campo de la medicina fundamentalmente, aunque por supuesto se emplea en muchos otros campos de la ciencia y en la industria. Se trata de la generación de rayos X. El pionero en los estudios sobre rayos X fue el científico inglés William Crookes, quien estudiaba en un tubo, en el que se había hecho el vacío, los efectos de las descargas eléctricas sobre los gases. Estos tubos se denominaron “tubos de Crookes”.

 

Tubo de Crookes

Posteriormente el científico de origen croata Nikola Tesla advirtió de los peligros que para los organismos vivos suponían la exposición a estos tubos. El descubridor de los rayos X fue el científico alemán Wilhelm Conrad Röntgen. Estaba estudiando las fluorescencias que se producían en los “tubos de Crookes” y se disponía a fotografiarlas cuando descubrió que las películas fotográficas estaban veladas. Realizó varias pruebas y observó como los rayos atravesaban los cuerpos opacos, revelando detalles de su interior. La primera radiografía la realizó con la mano de su esposa. Puesto que desconocía el origen del fenómeno, los denominó “rayos incógnita” o rayos X. En 1901 fue galardonado con el primer premio Nobel de física.

Radiografía de la mano de la esposa de Röntgen

La noticia pronto viajó por todo el mundo, e incluso durante unos años y antes de que se hicieran patentes sus efectos perjudiciales sobre el organismo, se puso de moda hacerse placas con rayos X. Rápidamente los efectos negativos comenzaron a hacer estragos
y comenzaron a desarrollarse las primeras herramientas de protección y medida. Se dice que en los primeros congresos de radiólogos era raro el profesional que no había perdido parte de sus extremidades superiores. Tras Röntgen, quien más contribuyó al desarrollo de máquinas de rayos X fue el científico norteamericano William David Coolidge. En 1913 y dentro de General Electric, donde trabajó toda su vida, inventó un cátodo con filamento de tungsteno, que permitió que las máquinas de rayos x visualizaran con mayor precisión el interior del cuerpo humano. La patente fue presentada en 1913 y concedida en 1916 con el nº US 1203495, la primera de sus 24 patentes relacionadas con la generación de rayos X.

Primera patente de Coolidge

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