Somos noticia en Nature y ….. el gobierno no lo publicita

Me parece lógico que, desde una perspectiva patriótica, cuando una investigación realizada en España se publica en una de las más influyentes revistas científicas, como Nature o Science, las autoridades académico-científica implicadas emitan una nota de prensa realzando el logro científico, aunque frecuentemente echo de menos alguna explicación adicional que contribuya a aumentar la cultura científica de la ciudadanía.



Sin embargo, no he encontrado ninguna nota de prensa oficial relativa al editorialque la revista Nature nos acaba de dedicar (edicióndel 12 de noviembre de 2009).

Eneste artículo el editor hace una alabanza del progreso de la ciencia españolaen los últimos años (lo que se ha llamado la nueva Edad de Plata de la ciencia española), reconociendo que este cambio sustancial eradebido a la fuerte inversión económica realizada por el gobierno en el periodo2004-2008; lo que prueba la relación directamente proporcional entre lainversión de un país y su relevancia científica.

Eleditorial de Nature continúa comentando la creacióndel Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) al comienzo de la segundalegislatura, lo que supuso un hito esperanzador para el futuro de la ciencia. Apartir de aquí comienza el aspecto negativo, que también sentimos loscientíficos; posiblemente porque cuanto más confianza en una acción, mayor esla decepción por el fracaso. El editor de Natureachaca a la inexperiencia política de la ministra, así como a la tardanza enestablecer una estructura sólida para el MICINN, la percepción negativa y elpoco peso que la ciencia tiene en la actuaciones del gobierno. A continuaciónse menciona la dificultad de sacar adelante la Ley de la Ciencia; que, en mi opinión, podría ser una base para la modernización de laciencia española; abordando aspectos que los científicos llevamos solicitandomuchos años: establecimiento de carreras científicas (investigadores, técnicosy gestores) y flexibilidad en tareas administrativas; lo que podría servir parainstaurar mecanismos de contratación de científicos (esperanzador para los másjóvenes) y posibilidad de contratar a científicos extranjero de categoría.Según menciona el editorial, estas actuaciones no parecen gustar a algunosmiembros del gobierno, sensación que también tenemos numerosos científicosespañoles.

Brevementese menciona el papel de la industria española en la ciencia española y seconcluye que es “una noción simplista y obsoleta pensar que un país puedevivir transfiriendo conocimiento mientras se suprime la generación deconocimiento; y que esta no es una medida sabia para responder a la crisisfinanciera”. Esta frase es una crítica directa a lapolítica científica del gobierno reflejada en los Presupuestos Generales delEstado para 2010, camino de ser refrendada en el parlamento.

Estaplanificación ha sido denunciada como error grave e irreversible por lacomunidad científica española. Hemos aportado información de que la mayoría depaíses avanzados han aumentado el presupuesto dedicado a la ciencia, haciendosuyo el dicho “a más crisis, más ciencia”; con elconvencimiento de que cuando la crisis se acabe, los países científicamente másfuertes tendrán posiciones privilegiadas en la economía mundial, lo que ha sidola situación mundial desde la época de la Revolución Industrial.

Enel editorial de Nature se pone como ejemplo a dospaíses europeos (Grecia y Alemania) muy distintos culturalmente ycientíficamente que han apostado por aumentar los presupuestos dedicados a laciencia, lo que cualquier gobierno sensato haría en base a lo indicado en elpárrafo anterior.

Eleditorial termina reflexionando sobre que España puede pasar de la Edad dePlata a una Edad de Broncecon connotaciones cronológicas.

Endefinitiva, el artículo de Nature apunta lo quedesde hace meses venimos reclamando la comunidad científica del país. Sinembargo, aunque los científicos hemos despertado simpatías y solidaridad entrelos ciudadanos, hemos de ser realistas y la triste realidad es que somos pocosy no tenemos suficiente influencia cultural en la sociedad española,posiblemente porque en España no hay suficiente cultura científica (en parteculpa de nosotros, los científicos, pues no hemos dedicado suficiente esfuerzoa esta tarea).

Laclase política española “vive muy al día”, y su objetivo es llegar a laspróximas elecciones sin demasiado desgaste. Falta una apuesta clara a largoplazo. Informar a la ciudadanía de la situación real del país en dos aspectos(relacionados) fundamentales de nuestro futuro: la educación y la ciencia. Hayque hacer pedagogía política y ser valiente informando del retraso educativo ycientífico que tenemos respecto a los países más avanzados y que tendremos quehacer esfuerzos para disminuirlo. Este requiere dos pactos de estadoconsensuados entre todos los partidos (incluso los nacionalistas), que no sedeben modificar cada vez que un partido llegue al gobierno. El de educacióndebe consistir en programas de estudio sólidos, modernos, coherentes yformativos; proporcionando los medios adecuados para llevarlos a cabo. El de laciencia debe garantizar la financiación adecuada para que los jóvenes se puedanincorporar al sistema científico con financiación adecuada para los proyectosde investigación, así como descargar al científico de tareas burocráticas.

Estasmedidas serán para que la generación de nuestros hijos pueda decir con orgullo:“los políticos de la generación de nuestros padres fueron valientes ehicieron los pactos de estado que han permitido que los españoles estemos mejorformados educativamente, culturalmente y científicamente; y ya no tenemos quemirar con telescopio a los países de nuestro entorno”.

Gobernantes,parlamentarios: en sus manos está el poner los cimientos para que esto ocurra.Pasarían a la historia como los auténticos modernizadores del país.

Bernardo Herradón (herradon@iqog.csic.es)

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7 comentarios

  1. Esta planificación ha sido denunciada como error grave e irreversible por la comunidad científica española. Hemos aportado información de que la mayoría de países avanzados han aumentado el presupuesto dedicado a la ciencia, haciendo suyo el dicho “a más crisis, más ciencia”; con el convencimiento de que cuando la crisis se acabe, los países científicamente más fuertes tendrán posiciones privilegiadas en la economía mundial, lo que ha sido la situación mundial desde la época de la Revolución Industrial.

  2. Enhorabuena por tu acertado artículo, Bernardo. No me ha quedado claro, gramaticalmente hablando, del comentario de Xm2009, si le achaca a los científicos la culpa del grave error o si dice que la denuncia ha sido realizada por ellos. Entiendo que es lo segundo. Estoy, en ese caso, de acuerdo.

    La Ministra juega con las cartas que tiene pero, y aquí no vale paños calientes, al contrario que en una partida de poker, no vale con decir… "paso", y esperar a ver cómo se desarrolla la jugada. Hay que tomar y tener iniciativas y si de arriba hablan de recortes presupuestarios para ciencia, sacar todo el arsenal estadístico de nuestros vecinos, con los que nos queremos equiparar, y no permitir este desaguisado que vamos a pagar mucho más allá de que termine la crisis.

    La COSCE elogiaba la cada vez más incierta Ley de la Ciencia por su apuesta decidida por la investigación, su regulación y difusión… Aspestos que chocan frontalmente con la actual realidad de retrotraernos a los presupuestos de 2004 en PIB para investigación (a la altura de Malta, si acaso…)…

    Para colmo, a falta de ironías Unamunianas con "que investiguen ellos", ya tenemos iluminados expresidentes (en este caso de Extremadura, mi tierra, por cierto) que nos dicen que si no investigamos pues que tampoco pasa nada, que ya lo haremos cuando vuelvan mejores "alubias"…

    Sin comentarios.

    Si queréis escuchar un pequeño comentario al respecto en Radio 5, "A hombros de Gigantes" id a:

    http://www.rtve.es/podcast/radio-5/a-hombros-de-gigantes/

    Un saludo

  3. ¿Pacto o solución?

    En el debate político nacional se escucha con frecuencia la frase “pacto de Estado” para acometer los problemas derivados de una fallida Constitución como si fueran temas de acuerdo entre partidos políticos y no materia constitucional de la Libertad política de los ciudadanos. Todos los partidos políticos están de acuerdo en que se necesita un pacto de Estado para resolver el problema de la financiación local de los municipios, al que consideran el primer factor causante de la corrupción en España. Dicen los partidos que la causa de esto está en que las Autonomías no han sabido transferir a los municipios las competencias y los fondos sustraídos al Estado, una prueba más de la centralización regional que los barones de partido han llevado a cabo escudándose en el sistema proporcional de listas y en la Constitución, para crear su pequeño feudo oligárquico. Del mismo modo que los partidos políticos, la comunidad científica apela a un pacto de Estado para obtener la estabilidad para el desarrollo y la independencia política de la ciencia; y la comunidad educativa llama al suyo para resolver la estrambótica situación creada por la pedagogía sin contenidos ni verticalidad, sin saber que donde hay pacto de partido no puede haber solución de Estado. Confusión reveladora del carácter estatal de los partidos de la monarquía juancarlista.

    Un pacto entre partidos es necesariamente un consenso secreto y temporal sometido a la inestabilidad del interés por alcanzar el poder a través de alianzas tan promiscuas como desleales. Una solución de Estado, por contra, implica que la sociedad civil, a través de la libertad constituyente, es capaz de establecer las reglas constitucionales que le permitan desarrollarse bajo la estabilidad del imperio de la ley, la libertad y la democracia.

    En unas semanas, los suizos votarán sobre si incluir la prohibición de construir minaretes en Suiza en su constitución o no. Es uno de los múltiples referéndums nacidos de la libertad constituyente de la sociedad civil que este pueblo posee. En España, debemos dar el salto cualitativo hacia la libertad y desterrar el pacto de Estado del vocabulario político, sustituyéndolo por el de solución de Estado, para poder así abrir un período de libertad constituyente que permita devolver las competencias a los municipios que les han sido usurpadas por las Autonomías y para que el desarrollo científico y educativo del país se conviertan en materias constitucionales con independencia del compromiso y visión del partido en el poder.

  4. “El editor de "Nature" achaca a la inexperiencia política de la ministra, así como a la tardanza en establecer una estructura sólida para el MICINN, la percepción negativa y el poco peso que la ciencia tiene en la actuaciones del gobierno.”

    ¿De verdad pretenden que me crea que el ‘editor de Nature’ sabe por él mismo cuánta experiencia política tiene Garmendia, ministra de un país científicamente insignificante como el nuestro? ¿Quién de aquí (España) ha encargado ese editorial? ¿Cuánto ha costado? ¿Nos toman por tan tontos como para pretender que nos creamos que algo así lo va a escribir "Nature" GRATIS y ‘MOTU PROPRIO’?

  5. Para Eratóstenes,

    En Nature o en el periódico de mi pueblo, el editor (director) es el responsable de los editoriales sin firmar.

    Si el editor no tiene información de primera mano, la tendrá que buscar y si no cita la fuente, la asumirá como suya.

    Aunque no seamos un país científicamente muy relevante, en Nature nos conocen y saben la situación del país.

  6. Para David Serquera,

    Su análisis es muy interesante. Llamémoslo "pacto" o "solución" hay cosas que no deberían entrar en los cambios cada vez que un partido llega al poder (¿no ocurre esto con el Pacto de Toledo de las pensiones o con esa Constitución que parece que es intocable?).

    Puesto que este es un blog de ciencia no creo que sea el momento de entrar en (interesantes) discusiones políticas (poder local, ley electoral, etc…), pero lo que no se puede tener es 18 modelos educativos (¿o sí? si fuesemos realmente un estado federal) y que cambie cada vez que un partido llega al poder nacional o autonómico.

    Si queremos un cambio en el modelo productivo parece lógico que se sustente en la tecnología y ésta la producen los países científicamente sólidos.

  7. Para B. Herradón,

    En “Nature” o en el periódico del pueblo que sea, el editor (director) es el responsable de publicar sin firma lo que estime oportuno, incluso lo que alguien le someta a su criterio; no más faltaría. Asimismo también lo es de cobrar si así lo considera y resultaría extraño que una publicación “de culto” como desde hace bastante es, por desgracia, “Nature”, pierda su tiempo y sus cotizadísimas páginas en hablar gratis de los problemas de, insisto, un país de suyo científicamente insignificante. Sé, porque trabajaba allí cuando ocurrió, que la dirección de un “centro de excelencia” de cuyo nombre no quiero acordarme, pagó a un periódico de difusión nacional una determinada cantidad de dinero para que publicara un extenso artículo laudatorio con portada y a todo color. Pagando San Pedro canta.

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