Acuíferos: una alternativa para el almacenamiento subterráneo de dióxido de carbono.

La captura y almacenamiento geológico de dióxido de carbono van aparejados a un escenario energético con participación de los combustibles fósiles. El agua ha irrumpido con fuerza en la carrera por encontrar enclaves geológicos para el almacenamiento de dióxido de carbono. La Fundación Ciudad de la Energía de Ponferrada (CIUDEN) ha dado a conocer las buenas condiciones que reúne para ello la cuenca del Duero. En las inmediaciones del cauce fluvial se prevé depositar el dióxido de carbono que se capture en la planta de carbón limpio de 500 megavatios que ENDESA y el CIUDEN tienen previsto instalar en El Bierzo. Asimismo, HUNOSA tiene en marcha investigaciones para lograr el confinamiento del dióxido de carbono de las centrales térmicas asturianas en capas profundas o en acuíferos fósiles ubicados la zona central del Principado de Asturias.

 

[Grupo de Procesos y Sistemas de Ingeniería Ambiental, Universidad Autónoma de Madrid]

Los escenarios energéticos futuros en los que se contemple el empleo de combustibles fósiles pasan necesariamente por el desarrollo e implantación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. Así de rotundas se muestran instituciones como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático y la Agencia Internacional de la Energía.

Con vistas a la búsqueda de enclaves para el almacenamiento diferentes instituciones y empresas rastrean formaciones geológicas por todo el mundo. En este panorama los acuíferos fósiles se configuran como una alternativa de gran interés. Recientemente la Fundación Ciudad de la Energía de Ponferrada (CIUDEN), centro de referencia nacional en materia de captura y almacenamiento de dióxido de carbono, ha dado a conocer su estudios en lo que se concluye que la cuenca del Duero es la zona del noroeste de España que reúne mejores condiciones para el confinamiento subterráneo de ese gas, el que más contribuye al efecto invernadero causante del calentamiento de la atmósfera.

En principio, las inmediaciones del cauce fluvial serán el lugar elegido por la fundación para depositar el dióxido de carbono que se capture en la planta de carbón limpio de 500 megavatios que ENDESA y el CIUDEN tienen previsto instalar en El Bierzo. Se trata de la única instalación de este tipo en España que entrará dentro del paquete de centrales de referencia continental que la Unión Europea tiene previsto autorizar en los próximos años para profundizar en las investigaciones que desarrollen técnicas para impedir la salida de dióxido de carbono a la atmósfera.


Además de la Fundación Ciudad de la Energía, HUNOSA también tiene en marcha investigaciones para, en un futuro, lograr el confinamiento del dióxido de carbono de las térmicas asturianas en capas profundas o en acuíferos fósiles ubicados la zona central del Principado de Asturias. Es más, HUNOSA intenta obtener ya los derechos de explotación para el almacenamiento del dióxido de carbono en el subsuelo.

El Instituto Geológico Minero IGME está trabajando en la delimitación de zonas potenciales para el almacenamiento, habiendo indicado el interés de las estructuras rocosas de agua salada a gran profundidad. En estos enclaves la inyección del dióxido de carbono a 800 metros o más proporcionaría unas condiciones de presión y temperatura que harían posible su licuación y la reducción del volumen almacenado. El siguiente paso es conocer el comportamiento del dióxido de carbono en estas formaciones, asunto que requerirá años de estudio.

 



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