Geoingeniería para la modificación del clima

La geoingeniería, conocida como Ingeniería Planetaria, es una rama de la ingeniería que utiliza los avances científicos y tecnológicos con objeto de modificar el ambiente terrestre a gran escala para que se ajuste a las necesidades humanas y promueva la habitabilidad.

 

[Grupo de Ingeniería Química y Ambiental
Universidad Rey Juan Carlos]

La geoingeniería se ha demostrado eficaz para incrementar o detener la lluvia, provocar nevadas y minimizar los daños del granizo. Para esto se utiliza el yoduro de plata, que puede romper los equilibrios internos de las nubes y modificar las precipitaciones.

 

 

 

 

 

En 2006, la Comunidad de Madrid intentó importar esta tecnología para abastecer la ciudad y el Canal de Isabel II pero, finalmente, desechó la idea. En Lérida, durante casi 20 años se utilizaron calentadores para sembrar las nubes con un compuesto de yoduro de plata y acetona y conseguir, de esta forma, frenar la energía cinética de las piedras de granizo y minimizar sus efectos negativos sobre las cosechas. Consiguiendo reducir los daños entre el 30 y el 40 %.En 2005 se anuló la campaña, no por problemas técnicos, sino por los movimientos ciudadanos en contra, que atribuían a estas técnicas la prolongada sequía en la zona.

 

Aunque existen otros países en los que esta tecnología está ampliamente desarrollada, por ejemplo, Israel destina entre 1,5 y 2 millones de dólares al año a la investigación en este campo, ya que el precio del agua que se genera de esta manera es de 3,4 céntimos de euro por metro cúbico, 10 veces más barato que la desalinización. En China también hacen uso de la geoingeniería para aliviar, dentro de lo posible, la persistente sequía que sufren, provocando nevadas como la que aparece en la fotografía, o incluso evitar la caída del agua en grandes ceremonias. 

 

  

 

Pero no todo son beneficios, el uso de esta tecnología podría conllevar posibles perjuicios y conflictos socio-políticos. Si se provoca lluvia en zonas fronterizas se le está privando al país vecino de un bien como puede ser el vapor de agua, que viene a ser como un río. Por otro lado, se recomienda no abusar ya que nadie puede decir de qué forma la manipulación del tiempo cambiará el cielo. Experimentos pasados han mostrado que esta tecnología puede llegar a aportar entre el 10 y el 20 % adicional de lluvia o nieve. Pero no se debería depender demasiado de medidas artificiales para la lluvia o la nieve, porque hay demasiadas incertidumbres en el cielo. Por todo esto, existe cierto temor porque justamente lo que estamos intentando es no modificar la química de la atmósfera para frenar el cambio climático.

 

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