TAMBIEN EL AGUA PUEDE PROVOCAR ENFERMEDADES

El agua potable en mal estado puede provocar un gran número de enfermedades. La principal fuente de contaminantes del agua es la contaminación por nutrientes y pesticidas que produce la agricultura, originando que muchos habitantes de países industrializados beban regularmente agua contaminada.

[CyPS-UCM-Grupo de Catálisis y Procesos de Separación]

Aunque parezca un valor exagerado, un 88 por ciento de las enfermedades están causadas por agua potable en mal estado o una higiene defectuosa. Anualmente, los problemas relacionados con el agua son responsables de una gran cantidad de casos de diarrea, que causan la muerte de más de 6 millones de niños.

En algún momento de sus vidas, el 50 por ciento de los habitantes del tercer mundo tendrán que ir al hospital a causa de alguna de estas enfermedades, siendo las relacionadas con el agua la segunda mayor causa de muerte de niños a lo largo del mundo, después de las enfermedades respiratorias, como la tuberculosis.

También en los países en desarrollo la situación será particularmente difícil en el futuro, ya que según el 4º Informe Global sobre Medio Ambiente de la ONU (GEO-4), en el año 2024 la demanda mundial de agua se habrá incrementado en un 50%.

El incremento de la demanda se produce al mismo tiempo que las reservas de agua dulce se reducen en muchos lugares. Por ejemplo, en Asia Oriental, las reservas de agua dulce han descendido desde los 1.700 metros cúbicos por persona y año en la década del los 80 a los 907 de la actualidad (y se calcula que seguirán bajando hasta los 420 metros cúbicos hacia el año 2050)

Uno de lo problemas fundamentales es la manera en que la industria desecha sus residuos. De acuerdo con la UNESCO, se vierten al agua cada año más de 500 millones de toneladas de metales pesados, disolventes y lodos tóxicos. En el mundo desarrollado, al menos el 70% de los residuos industriales son vertidos sin tratamiento alguno a los ríos y lagos. La principal fuente de contaminantes del agua en muchos países es la contaminación de nutrientes y pesticidas que produce la agricultura, originando que muchos habitantes de países industrializados beban regularmente agua contaminada con herbicidas cancerígenos.

El arsénico se usa en la agricultura y es también un subproducto de la minería del carbón y las fundiciones de cobre. En muchas ocasiones, los niveles de arsénico en el agua potable son tan elevados que exponen a más de 140 millones de personas al riesgo de padecer enfermedades pulmonares y cáncer.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la principal fuente de contaminación procedente de la agricultura en nuestra agua son los nitratos y pesticidas, mientras que los lodos de las aguas residuales pueden ser una fuente de los denominados excesos de nutrientes como el fósforo. Cantidades excesivas de fósforo y nitrógeno representan un problema para los abastecimientos de agua, principalmente si causan la denominada eutrofización, proceso donde el exceso de nutrientes estimula el excesivo crecimiento de las plantas y reduce el oxígeno disuelto en el agua.

Pero no son tan solo los ríos y lagos los que se están contaminando. Las reservas de aguas subterránea están siguiendo el mismo camino. El agua subterránea representa el 97% de toda el agua dulce disponible (las aguas superficiales como ríos y lagos suponen tan solo un 0,3%). Casi un tercio de la población depende exclusivamente de las reservas de agua subterránea en cuanto al agua potable. Con el paso del tiempo, el sector agrícola requerirá cada vez más de estos recursos a medida que la demanda de alimentos aumente y la disponibilidad de aguas superficiales no contaminadas y no embalsadas disminuya.

Desafortunadamente, la contaminación en las aguas subterráneas es cada vez más común, con el agravante de que dichas aguas tardan mucho más tiempo en limpiarse ya que el agua se recicla lentamente bajo tierra. De acuerdo con el WorldWatch Institute (www.worldwatch.org), comparando la media de 16 días que tarda el agua en renovarse en los ríos, el período se acerca a los 1.400 años en los acuíferos subterráneos, lo que significa que la contaminación de las aguas subterráneas sea prácticamente permanente.

Recientemente, la Comisión Europea ha emitido un informe, (http://ec.europa.eu/environment/water/water-nitrates/pdf/com_2010_47.pdf) en el que se comunica que las concentraciones de nitratos siguen siendo demasiado elevadas en relación a los patrones de calidad comunitarios en algunas regiones como en aguas freáticas de Inglaterra (Reino Unido), zonas de Estonia, el sureste de los Países Bajos, Flandes (Bélgica), la Bretaña francesa, el norte de Italia, el noreste de España, el sureste de Eslovaquia, el sur de Rumanía, y zonas de Malta y Chipre.

El informe trata sobre la implementación de la Directiva de los nitratos,  (http://europa.eu/legislation_summaries/agriculture/environment/l28013_es.htm)  centrada en el control de la contaminación por nitratos y una mejor calidad del agua en la UE. La Directiva indica que las concentraciones de nitratos son estables o menores en varias regiones comunitarias y que en 2004 y 2007 se estabilizaron o descendieron al 70% en los ríos, lagos y canales estudiados, habiéndose producido recientemente un descenso total en la concentración de nitratos en las aguas comunitarias.

El empleo de nitratos en la agricultura ha sido la causa de gran parte de la contaminación de la UE durante las últimas décadas. Los fertilizantes basados en nitratos poseen gran efectividad a la hora de aumentar la productividad de los cultivos, pero pueden ser tóxicos para el ser humano si se encuentran en los alimentos o en el agua potable en concentraciones elevadas. La contaminación fluvial por nitratos, provocada por escorrentías agrícolas procedentes de tierras fertilizadas por estos compuestos, también puede envenenar las aguas, matar a los peces y llegar hasta la cadena alimentaria.

En la actualidad existen en la UE más de 300 programas dedicados a controlar la concentración de nitratos y mejorar la calidad del agua. Dichos programas se basan en 31.000 puntos de muestreo de aguas freáticas y otros 27.000 para aguas de superficie en toda la UE, medidas para prohibir la fertilización durante determinados periodos, limitación en el almacenamiento de fertilizantes procedentes de ganado y normas para controlar la expansión de nutrientes fertilizantes cerca de puntos húmedos o en pendientes desde donde pudieran extenderse hasta cursos de agua. Estas medidas también son importantes para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como el óxido de dinitrógeno y el metano. 

Aunque parezca un valor exagerado, un 88 por ciento de las enfermedades están causadas por agua potable en mal estado o una higiene defectuosa. Anualmente, los problemas relacionados con el agua son responsables de una gran cantidad de casos de diarrea, que causan la muerte de más de 6 millones de niños.

En algún momento de sus vidas, el 50 por ciento de los habitantes del tercer mundo tendrán que ir al hospital a causa de alguna de estas enfermedades, siendo las relacionadas con el agua la segunda mayor causa de muerte de niños a lo largo del mundo, después de las enfermedades respiratorias, como la tuberculosis.

También en los países en desarrollo la situación será particularmente difícil en el futuro, ya que según el 4º Informe Global sobre Medio Ambiente de la ONU (GEO-4), en el año 2024 la demanda mundial de agua se habrá incrementado en un 50%.

El incremento de la demanda se produce al mismo tiempo que las reservas de agua dulce se reducen en muchos lugares. Por ejemplo, en Asia Oriental, las reservas de agua dulce han descendido desde los 1.700 metros cúbicos por persona y año en la década del los 80 a los 907 de la actualidad (y se calcula que seguirán bajando hasta los 420 metros cúbicos hacia el año 2050)

Uno de lo problemas fundamentales es la manera en que la industria desecha sus residuos. De acuerdo con la UNESCO, se vierten al agua cada año más de 500 millones de toneladas de metales pesados, disolventes y lodos tóxicos. En el mundo desarrollado, al menos el 70% de los residuos industriales son vertidos sin tratamiento alguno a los ríos y lagos. La principal fuente de contaminantes del agua en muchos países es la contaminación de nutrientes y pesticidas que produce la agricultura, originando que muchos habitantes de países industrializados beban regularmente agua contaminada con herbicidas cancerígenos.

El arsénico se usa en la agricultura y es también un subproducto de la minería del carbón y las fundiciones de cobre. En muchas ocasiones, los niveles de arsénico en el agua potable son tan elevados que exponen a más de 140 millones de personas al riesgo de padecer enfermedades pulmonares y cáncer.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la principal fuente de contaminación procedente de la agricultura en nuestra agua son los nitratos y pesticidas, mientras que los lodos de las aguas residuales pueden ser una fuente de los denominados excesos de nutrientes como el fósforo. Cantidades excesivas de fósforo y nitrógeno representan un problema para los abastecimientos de agua, principalmente si causan la denominada eutrofización, proceso donde el exceso de nutrientes estimula el excesivo crecimiento de las plantas y reduce el oxígeno disuelto en el agua.

Pero no son tan solo los ríos y lagos los que se están contaminando. Las reservas de aguas subterránea están siguiendo el mismo camino. El agua subterránea representa el 97% de toda el agua dulce disponible (las aguas superficiales como ríos y lagos suponen tan solo un 0,3%). Casi un tercio de la población depende exclusivamente de las reservas de agua subterránea en cuanto al agua potable. Con el paso del tiempo, el sector agrícola requerirá cada vez más de estos recursos a medida que la demanda de alimentos aumente y la disponibilidad de aguas superficiales no contaminadas y no embalsadas disminuya.

Desafortunadamente, la contaminación en las aguas subterráneas es cada vez más común, con el agravante de que dichas aguas tardan mucho más tiempo en limpiarse ya que el agua se recicla lentamente bajo tierra. De acuerdo con el WorldWatch Institute (www.worldwatch.org), comparando la media de 16 días que tarda el agua en renovarse en los ríos, el período se acerca a los 1.400 años en los acuíferos subterráneos, lo que significa que la contaminación de las aguas subterráneas sea prácticamente permanente.

Recientemente, la Comisión Europea ha emitido un informe, (http://ec.europa.eu/environment/water/water-nitrates/pdf/com_2010_47.pdf) en el que se comunica que las concentraciones de nitratos siguen siendo demasiado elevadas en relación a los patrones de calidad comunitarios en algunas regiones como en aguas freáticas de Inglaterra (Reino Unido), zonas de Estonia, el sureste de los Países Bajos, Flandes (Bélgica), la Bretaña francesa, el norte de Italia, el noreste de España, el sureste de Eslovaquia, el sur de Rumanía, y zonas de Malta y Chipre.

El informe trata sobre la implementación de la Directiva de los nitratos,  (http://europa.eu/legislation_summaries/agriculture/environment/l28013_es.htm)  centrada en el control de la contaminación por nitratos y una mejor calidad del agua en la UE. La Directiva indica que las concentraciones de nitratos son estables o menores en varias regiones comunitarias y que en 2004 y 2007 se estabilizaron o descendieron al 70% en los ríos, lagos y canales estudiados, habiéndose producido recientemente un descenso total en la concentración de nitratos en las aguas comunitarias.

El empleo de nitratos en la agricultura ha sido la causa de gran parte de la contaminación de la UE durante las últimas décadas. Los fertilizantes basados en nitratos poseen gran efectividad a la hora de aumentar la productividad de los cultivos, pero pueden ser tóxicos para el ser humano si se encuentran en los alimentos o en el agua potable en concentraciones elevadas. La contaminación fluvial por nitratos, provocada por escorrentías agrícolas procedentes de tierras fertilizadas por estos compuestos, también puede envenenar las aguas, matar a los peces y llegar hasta la cadena alimentaria.

En la actualidad existen en la UE más de 300 programas dedicados a controlar la concentración de nitratos y mejorar la calidad del agua. Dichos programas se basan en 31.000 puntos de muestreo de aguas freáticas y otros 27.000 para aguas de superficie en toda la UE, medidas para prohibir la fertilización durante determinados periodos, limitación en el almacenamiento de fertilizantes procedentes de ganado y normas para controlar la expansión de nutrientes fertilizantes cerca de puntos húmedos o en pendientes desde donde pudieran extenderse hasta cursos de agua. Estas medidas también son importantes para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como el óxido de dinitrógeno y el metano.

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4 comentarios

  1. No se puede (ni se debe) hacer un planteamiento tan simplista. El artículo mezcla sin criterio dos temas muy distintos: la calidad sanitaria del agua en términos de agentes patógenos (causantes de diarreas, etc., y presentes sobre todo en aguas sin potabilización usadas en lugares sin la infraestructura necesaria) y la calidad del agua por presencia de contaminantes químicos.
    La actividad agraria (incluida la ganadería extensiva) es uno de las causantes de este segundo problema, pero no el único. La propia actividad urbana genera una gran cantidad de productos potencialmente contaminantes del agua, que hay que corregir mediante la depuración.
    Por otro lado, los criterios de potabilidad del agua en la UE incluyen límites (muy estrictos) en contenidos de nitratos, nitritos, fosfatos, residuos de pesticidas, etc.

  2. Creo que esta columna es muy didáctica y que merece ser difundida. La opinión de los lectores enriquece el panorama pero no deja de ser muy interesante el tema tratado con con gran profesionalidad por el autor.Hay una gran irresponsabilidad en quienes ejercen el poder político que deben controlar el cumplimiento de las normas internacionales dictadas por O.M.S en materia de agua potable.El agua puede no ser potable por múltiples causas, naturales o provocadas por el hombre.Pero lo real es que existen normas para determinar cuando es potable y cuando no. Asi como hay métodos químicos que pueden determinar en los alimentos cuando están en condiciones de ser ingeridos y cuando no.La Argentina se ha convertido en un pais que consume cada vez más agua embotellada, como consecuencia de que cada vez avanza más el conocimiento popular sobre la importancia de la calidad del agua en la salud humana.Los controles estatales en estos temas están totalmente desactualizados aún.

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