Verano y legionella

Durante los últimos años, las infecciones causadas por la bacteria de la legionella se han incrementado notablemente en Europa. Los meses comprendidos entre junio y octubre son los más activos en lo que se refiere a la aparición de casos de legionelosis. La lucha contra esta enfermedad implica tomar medidas preventivas encaminadas a evitar las condiciones que favorecen la colonización, multiplicación y dispersión de Legionella, de acuerdo con los criterios higiénico-sanitarios marcados por la legislación.

[Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA) Universidad Rey Juan Carlos]

La Legionella o Legionela, es una bacteria Gram negativa con forma de bacilo que, en pequeñas concentraciones, se encuentra ampliamente extendida en ambientes acuáticos naturales (ríos, lagos, aguas termales, etc.), pudiendo sobrevivir en condiciones ambientales muy diversas. Las condiciones idóneas para la multiplicación de la bacteria implican humedad y temperaturas de entre 25ºC y 55ºC. Por ese motivo, los sistemas hídricos como torres de refrigeración, sistemas de distribución de agua sanitaria, condensadores evaporativos de grandes sistemas de aire acondicionado y los remolinos de agua de los balnearios son especialmente vulnerables a la colonización por esta bacterias. Esto supone un gran riesgo para la salud pública ya que la inhalación de pequeñas partículas de agua nebulizada contaminada con esta bacteria es suficiente para contagiar a una persona.

Durante los últimos años, las infecciones causadas por la bacteria de la Legionella se han incrementado notablemente en Europa. Los meses comprendidos entre junio y octubre son los más activos en lo que se refiere a la aparición de casos de legionelosis. En 2009, sólo en este periodo se concentró casi un 70% de las infecciones que se produjeron en Europa. Por lo que se refiere a España, 1.209 personas se contagiaron por la Legionella pneumophila el año pasado y este año, ya se han detectado algunos casos de contagio como los ocurridos recientemente en Alcoy.

La proliferación de sistemas de refrigeración ocurrida en los últimos años es, en opinión de los expertos, un factor clave en la generalización de brotes. Es por ello que insisten en la necesidad de un cumplimiento exhaustivo de la norma, más que en la elaboración de nuevas leyes. La obligatoriedad de un censo de los posibles focos contaminantes, junto con medidas extremas de mantenimiento, sería hoy por hoy la mejor medida preventiva, insisten. Ello implica un seguimiento constante y limpiezas periódicas. Según el Real Decreto 865/2003, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la Legionelosis, las instalaciones de agua fría de consumo humano y de agua caliente sanitaria deberán limpiarse y desinfectarse como mínimo una vez al año, cuando se pongan en marcha por primera vez, tras un parada superior a 1 mes, y tras una reparación o modificación estructural.

El Ministerio de sanidad y Política Social, ofrece en

http://www.msps.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/agenBiologicos/home.htm

información sobre los distintos aspectos que deben tenerse en cuenta desde el punto de vista preventivo y de control de la enfermedad, dirigiendo las recomendaciones incluidas a instalaciones que utilizan agua en su funcionamiento y producen aerosoles, tanto si se encuentran dentro de edificios como en el exterior de los mismos, tales como:

Sistemas de agua caliente sanitaria: red y depósitos, acumuladores, calderas, calentadores, etc.

  • Sistemas de agua fría sanitaria: red y depósitos, acumuladores, tanques, aljibes, cisternas, pozos, etc.
  • Torres de refrigeración
  • Condensadores evaporativos
  • Conductos de aire acondicionado
  • Equipos de terapia respiratoria (respiradores y nebulizadores)
  • Humidificadores
  • Piscinas climatizadas, con o sin movimiento
  • Instalaciones termales
  • Fuentes ornamentales
  • Sistemas de riego
  • Equipos contraincendios
  • Elementos de refrigeración por aerosolización, al aire libre
  • Otros aparatos que acumulen agua y puedan aerosolizarla

En edificios como:

  • Hoteles,
  • Otras instalaciones turísticas: apartamentos, aparthoteles, campings, barcos, etc.
  • Polideportivos, incluyendo piscinas
  • Instituciones asistenciales: hospitales, clínicas, residencias de la tercera edad, etc.
  • Balnearios, baños termales
  • Cuarteles
  • Instituciones penitenciarias

La lucha contra la legionelosis implica tomar medidas preventivas encaminadas a evitar las condiciones que favorecen la colonización, multiplicación y dispersión de Legionella, como son las temperaturas adecuadas para su crecimiento, el estancamiento del agua y la acumulación de substratos. Se basan en la aplicación de dos principios fundamentales: primero la eliminación de zonas sucias mediante un buen diseño y mantenimiento de las instalaciones, y segundo el control de la temperatura del agua para evitar la supervivencia y multiplicación del microorganismo. 

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