REFLEXIONES EN TORNO AL DETERIORO DE LAS ESTRUCTURAS HIDRÁULICAS

En una época de crisis, como la actual, es muy importante considerar que el
mantenimiento y conservación de las estructuras hidráulicas es muy costoso, y
se agudiza cuando han cumplido su vida útil. Actualmente todas las estructuras
hidráulicas en uso presentan algún tipo de problema, debido que son en su
mayoría obras construidas el siglo pasado. Ante este problema se han sugerido
diversas soluciones, aunque pocas contemplan y tienen en cuenta la capacidad
hídrica de la cuenca, lo que hace que surjan problemas cuya solución implica
costes muy altos que no todos están dispuestos o en condiciones de pagar.

[María Francisca Naranjo Pérez de León. IMDEA Agua]Una de las obligaciones del Estado es proveer a sus habitantes de los servicios
relacionados con la dotación de agua potable, alcantarillado y saneamiento, y
para cumplir con esta obligación es necesario contar con estructuras
hidráulicas. Esto nos suena muy familiar, sin embargo no siempre se piensa en
el mantenimiento que deben tener estas obras y el costo económico que esto
implica. Menos aun se piensa en el deterioro a través de los años que sufre un
sistema hidráulico, y lo que esto significa en términos económicos. En una
época de crisis, como la actual, es muy importante considerar que el
mantenimiento y conservación de las estructuras hidráulicas es muy costoso, y
se agudiza cuando han cumplido su vida útil, aunque su mantenimiento haya sido
bueno.

Asimismo, muchas de las tuberías que están actualmente en uso presentan agrietamiento,
oxidación y están a veces parcialmente obstruidas, por causa de un
mantenimiento inadecuado. Además, las presas están perdiendo capacidad de
almacenaje por la colmatación producto del cambio en el uso del suelo, y cuando
se dan tormentas extraordinarias, las alcantarillas que colectan aguas
residuales y pluviales pierden su capacidad y eficiencia por los residuos
sólidos propios de dichas tormentas que captan junto con la escorrentía.

Para tener una idea de lo que esto implica, en los Estados Unidos, en los suburbios
de Maryland, donde hay una población de 2 millones de personas, se estima que
la mitad de los 8.850 km de red que tiene el sistema de distribución va a
exceder su vida útil en el año 2025, y lo mismo ha ocurrido con la mayor parte
de las presas. La comisión encargada de hacer las reparaciones en 2010 notificó
que había reparado 2.095 fracturas mayores y fugas, es decir, entre 5 y 6 por
día en promedio.

Con la presencia de los problemas descritos, autoridades y habitantes se enfrentan
a un escenario incierto y problemático caracterizado por: estructuras
hidráulicas antiguas, muchas de ellas instaladas desde hace más de un siglo y
que han excedido su vida útil; las normas reguladoras han cambiado mucho, en especial
en la última década, surgiendo reglas más estrictas y más costosas para su
implementación.

La nueva “infraestructura verde”, que tal vez podría mejorar el servicio y reducir
los costos, presenta un reto, ya que para su aplicación es necesario tener
presupuestos de gran magnitud para las nuevas tecnologías. Otro factor muy
importante a destacar es el crecimiento acelerado de la población que demanda
los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento, servicios para
cuya cobertura universal se requiere infraestructura hidráulica, y por regla
general su financiación no abarca a toda la población.

Como otros desafíos en diferentes tipos de servicios —transporte, educación,
energía, salud, empleo…— , reparar los sistemas hidráulicos y diseñar nuevos
equipos prácticos y más eficientes tiene que ver con grandes inversiones,
además de tener que seleccionar y priorizar los proyectos.

En la publicación “La Participación del Sector Privado en la Infraestructura
Hidráulica”, realizada por la OCDE (2012), se incluyen cifras sobre las
inversiones a realizar, a nivel mundial, sólo para satisfacer las demandas de
1.000 millones de personas para tener acceso al agua potable, y de 2.600
millones de personas que no tienen acceso al saneamiento. Se espera que, con esa
tendencia, para 2015 se requieran inversiones de alrededor de $ 72,000 millones
anuales para satisfacer esta demanda. Si a esto le sumamos que la mayoría de
las obras hidráulicas se construyeron durante el siglo XX, la inversión total
para mantenimiento y construcción de obras hidráulicas es enorme, y
difícilmente los estados tendrán la capacidad económica para llevarlas a cabo
en un mundo en crisis.

Ahora bien, existen varias alternativas viables para solucionar este problema. Muchos
países están intentando que el sector privado se haga cargo de modernizar y
ampliar tanto los sistemas de agua potable, como los de saneamiento, para
mejorar la eficiencia de los sistemas hidráulicos. Para que el sector privado
pueda ayudar en esta tarea, se debe tener un marco de regulaciones y principios
claves, y crear buenas alianzas donde todas las partes salgan beneficiadas.

Sin embargo, existen otras soluciones, siempre y cuando se tenga en cuenta que cada
cuenca hidrológica tiene una capacidad hídrica para satisfacer las necesidades
hídricas de una determinada población, y que cuando se rompe este equilibrio,
surgen problemas cuya solución implica costos muy altos que no todos están
dispuestos o en condiciones de pagar.

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Un comentario

  1. Me hubiera gustado que comentasen un poco cuáles son las tecnologías existentes en este sentido que puedan permitir renovar la red hídrica nacional sin repetir los problemas de envejecimiento que se han producido y que estamos sufriendo. Siendo las instalaciones del siglo pasado bastante han durado, pero además de señalar que la situación es mala estaría bien saber cuáles son las opciones modernas más interesantes.

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