La Salud de los Viajeros

Viajar puede aumentar las posibilidades de enfermar. El organismo necesita tiempo para adaptarse al agua, la comida y al aire de otros lugares. El agua en los países en desarrollo puede contener virus, bacterias y parásitos que causan gastroenteritis.

Este riesgo se puede minimizar consumiendo sólo agua mineral o purificada, incluso para  hacer cubitos de hielo y lavarse los dientes. Si es necesario consumir agua del grifo, para purificarla, se puede hervir o utilizar alguno de los desinfectantes que existen en el mercado: preparados con cloro, con yodo, con plata, etc. Por ejemplo, Micropur o Aquaclear por da un par de nombres comerciales y porque personalmente los conozco, pero hay más. El agua también se puede purificar mediante filtros y si no se dispone de productos químicos o de filtros se puede agarrar una botella de plástico transparente, llenarla de agua y ponerla al sol durante, al menos, una hora. Ya sé que el agua estará caliente, pero pasando noche por ella se enfría.

Filtros de agua

Cuatro o seis semanas antes de viajar

Se debe acudir a un médico o a un centro de salud internacional para informarse sobre los riesgos para la salud que dependerán del país del mundo y del área  que se vayan visitar; conocer qué medidas preventivas se deben  adoptar para mantenerse sano cuando se viaja a lugares donde ciertas enfermedades son un problema. También le pueden aconsejar acerca  de lugares que podrían no ser seguros, desde el punto de vista de la salud, para que se visiten en un determinado momento. Donde le recomendarán las vacunas que debe de tener puestas dependiendo del lugar al que vaya a viajar.

Problemas generales que pueden presentarse durante el viaje:

La diarrea del viajero

Se denomina diarrea a las evacuaciones repetidas de excrementos (heces) líquidas o muy fluidas. Llamamos diarrea del viajero a la presencia de diarrea aguda en personas que viajan a otros países y que la presentan, bien durante la visita a ese país, o poco después de haber vuelto del viaje. En la mayoría de los casos es de curso benigno y autolimitado en el tiempo. El comienzo suele ser en el segundo o tercer día de estancia, con una diarrea de comienzo brusco, de cuatro a diez o más deposiciones blandas y/o líquidas. Rara vez la diarrea se acompaña de sangre y de moco. A veces puede aparecer dolor de cabeza, cansancio, náuseas, vómitos, fiebre y dolor abdominal tipo cólico, como un retortijón.

El tiempo de duración suele ser de uno a cuatro días, si bien puede prolongarse hasta diez días.

Los agentes causales pueden ser bacterias,(E. coli, Shigela, Salmonella), virus (rotavirus) o parásitos (Giardia lamblia) La enfermedad se adquiere generalmente por la ingesta de bebidas y alimentos contaminados: agua no potable vegetales frescos, carnes, pescados y mariscos, sobre todo crudos, que se han mantenido sin refrigeración durante algunas horas, alimentos poco cocidos y alimentos comprados a vendedores ambulantes o consumidos en algunos establecimientos con deficiencias higiénicas

Los lugares de alto riesgo incluyen áreas tropicales y lugares donde las condiciones sanitarias son deficientes.

¿Cómo se debe tratar esta diarrea?

En principio y en la mayoría de los casos van a ser suficientes las medidas higiénico-dietéticas (líquidos y electrolitos), no precisando de tratamiento farmacológico (antidiarréicos y antibióticos).El reposo y la dieta líquida suelen ser el mejor remedio.

La dieta líquida consiste en tomar durante 12 -24 horas

Agua potable (mineral, purificada o potabilizada de las formas ya conocidas) a la que se añade azúcar, sal, bicarbonato y el jugo de dos limones:

Existen a la venta en las farmacias un preparado de rehidratación, la solución aconsejada por la organización mundial de la Salud que contiene: glucosa cloruro de sodio, bicarbonato de sodio y cloruro de potasio; se disuelve en 1 litro de agua hervida

Las enfermedades transmitidas por los insectos son un problema importante en muchas áreas. Lleve una buena provisión de repelente de insectos.

Aplicar repelente contra insectos en poca cantidad a la piel expuesta. Un repelente efectivo contiene entre 20% a 30% DEET (N,N-diethyl-m-toluamida). DEET en concentraciones altas (más de 30%) puede causar efectos secundarios, particularmente en niños; se deben evitar productos que contengan más de 30% DEET. Se pueden usar aerosoles pero en espacios abiertos para evitar inhalación.

Ya que los repelentes pueden irritar los ojos y la boca, se debe evitar aplicar repelente en las manos de los niños.

Rociar la ropa con repelentes que contengan «permetrina» o «DEET» ya que los mosquitos pueden picar a través de la ropa de tela fina.

Usar camisas de manga larga y pantalones largos siempre que se encuentre en exteriores.

Usar mosquiteros en las camas. Si la habitación no tiene aire acondicionado o ventilador ni tela metálica en las ventanas, rociar el mosquitero con un insecticida que contenga permetrina.

Los mosquitos tienen más dificultad para picar si una corriente de aire los mantiene en movimiento

Rociar permetrina o un insecticida similar en su habitación antes de la hora de acostarse.

Cuando se usen insecticidas o repelentes de insectos, asegúrese de leer y seguir todas las instrucciones del fabricante.

La vitamina B y los artefactos con ultrasonido NO son efectivos en prevenir las picaduras de mosquitos.

Si se viaja fuera del país de origen, es necesario conocer si los países que se propone visitar tienen normas de salud especiales para los visitantes (por ejemplo si se exige una determinada vacuna).

Sin ser agoreros, es importante tener en regla todos los papeles de los seguros médico asistenciales.

La comida y el agua en los países en desarrollo podrían no tener las condiciones higiénicas que, teóricamente, tienen en los países desarrollados en la mayoría de las casas. Pueden contener bacterias, virus o parásitos que podrían causarle enfermedades. En general:

No coma frutas y/o verduras frescas que no haya pelado o lavado usted mismo, carnes o mariscos crudos o poco cocidos, productos lácteos sin pasteurizar o cualquier alimento adquirido a un vendedor callejero. Tampoco beba agua del grifo ni bebidas ni hielo elaboradas con agua del grifo.

Los alimentos y agua que son generalmente seguros incluyen comidas hervidas, frutas que usted mismo pela, bebidas embotelladas (especialmente las carbonatadas), café o té caliente, cerveza, vino y agua que usted haya potabilizado.

No olvide las vacunas.

Isabel Méndez Navas

Socióloga Salubrista