La diversidad generacional: el valor de la experiencia

En apenas quince días he visto dos películas, que aunque muy diferentes, una de ellas es El Becario y la otra Una pastelería en Tokio. Que me han hecho reflexionar sobre el valor de la experiencia.

En el Becario Ben Whittaker, un viudo de 70 años de edad, ha descubierto que la jubilación no es todo lo buena que pretendía ser. Aprovechando la oportunidad de volver a trabajar que le ofrece una web de moda, se convierte en un interno de alto nivel en esta empresa, fundada y dirigida por Jules Ostin.Jules poco a poco irá dándose cuenta de que ese hombre – Ben es alguien indispensable para la empresa.

Mientras que en  una pastelería en Tokio, Sentaro es el gerente de una pastelería en el centro de Tokio, que tiene un cartel que se necesita ayudante. Se presenta al puesto de trabajo Tokue, una anciana de 76 años. Tokue se ofrece a ayudar a Santaro, ya que tiene una habilidad especial para hacer dorayakis (pastelitos rellenos de salsa de frijoles rojos dulces llamados «an»). Gracias a su receta secreta, el pequeño negocio comienza a prosperar.

En estos días, me han vuelto a la cabeza estos dos personajes que ya están fuera del mercado laboral, y que cuando se incorporan son capaces de aportar su experiencia y crear valor a los negocios. Y si esto es así, por qué a la diversidad generacional, son tan reacias las empresas. Es por todos sabido, que a medida que un profesional va cumpliendo años va perdiendo empleabilidad. Que no concuerda con el hecho que el incremento de edad es proporcional al aumento de la experiencia  y los conocimientos que va adquiriendo.

Como muchos expertos en gestión de personas afirman: “El criterio de la edad para realizar una reducción de plantilla es sencillo pero equivocado. No existe una relación entre la edad y el talento, los profesionales más maduros no son peores ni los más jóvenes mejores. Las competencias están en la persona no en la edad”. 

“Tenemos que tener presente indica que en el año 2050 que la pirámide de edad la población española será la más anciana de la Unión Europea, la edad de jubilación se atrasará y será necesario saber gestionar bien las diferencias generacionales que van a convivir en la empresa durante un largo período de tiempo. Nuestro mercado laboral estará inundado de nativos digitales y su saber hacer en entornos virtuales cambiará definitivamente la forma  de comunicar, de trabajar y de gestionar el conocimiento”.

“La diversidad generacional es diversidad de valores, expectativas, preferencias y formas de entender el trabajo y la autoridad. Gestionar la diversidad se refiere a conseguir que las diferentes visiones, pensamientos y formas de ser de las personas de la organización se conviertan en una ventaja competitiva. La gestión de la diversidad generacional no puede ser igual en todas las empresas, debe adaptarse a cada organización”.

Para finalizar hago mio el titular Todas las edades son necesarias y como se señala “La organización que quiera ser sostenible precisa contar con un capital humano diverso. La diversidad tiene impacto directo en la creatividad, innovación, eficiencia y sostenibilidad, en un mundo global y en transformación”. Por lo tanto, contemos también con personas con más edad cuyo talento es sin duda imprescindible para las organizaciones.

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