22 de febrero: El laberinto de la auditoria salarial

El 22 de febrero se conmemora el Día de la Igualdad salarial, este año se presenta con la mirada puesta en el 14 abril que expira el plazo para que todas las empresas de más de 50 empleados tengan lista una auditoría salarial, un documento en el que deben hacer una valoración de todos los puestos de trabajo de su compañía con la correspondiente remuneración. El objetivo es poder comprobar fácilmente que puestos de igual valor ocupados indistintamente por hombres o mujeres tienen la misma remuneración, según recoge el Real Decreto 902/2020 de 13 de octubre.

Desde su publicación las empresas han entrado en el laberinto de llevar a cabo la auditoria salarial en sus plantillas, realmente esta norma complementa la obligación existente desde el Real Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación que indica que las compañías deberán disponer un registro salarial, que muestre las remuneraciones anuales de todos los/as empleados/as -sueldos y cualquier percepción adicional- segregados por género.

Con ello se pretende llegar al 14 de abril con los deberes hechos, así muchas empresas se han puesto a realizar dicha auditoría salarial, ha realizar un registro y actualizar sus Planes de Igualdad. Pero lejos de ser un camino fácil se aparece más a un Laberinto, porque para esa auditoria salarial se están siguiendo publicaciones:  Guía Metodológica para la Medición de la Brecha Salarial en la Empresa, o las Administraciones como el Instituto de las Mujeres,Sindicatos, Webinar, etc.

Sin embargo, el punto critico es  tener un análisis que permita conocer las causas de por qué sigue existiendo esta brecha salarial, y que la Agencia Tributaria para 2019 (22%), ha estimado que mientras el salario medio anual de los hombres en ese año fue de 22.875 euros, el de las mujeres se quedó en 17.927 euros (-4.948). Esa diferencia del 22% ha sido, sin embargo, la cifra que se ha mantenido presente en los últimos seis años.

En mi opinión, como señala el INE es clave y fundamental conocer la ganancia anual bruta de los trabajadores, hombres y mujeres, en función de las diferentes características como ocupación, actividad económica, edad, tipo de jornada, etc. constituye el primer paso para analizar la igualdad de mujeres y hombres en un aspecto tan relevante como es la actividad laboral y las retribuciones asociadas a dicha actividad.

Para comparar el salario femenino y el masculino es necesario considerar situaciones similares respecto a variables laborales como: tipo de jornada, ocupación, tipo de contrato, etc., que inciden de forma importante en el salario. Para analizar las retribuciones según tipo de jornada, especialmente en el caso de los trabajadores a tiempo parcial, es necesario considerar el salario por hora.

Existe un conjunto complejo y a menudo interrelacionado de factores que originan diferencias salariales de hombres y mujeres dando origen a la brecha salarial de género. A la valoración de las competencias laborales, hay que unir la segregación del mercado de trabajo con diferente representación de hombres y mujeres en los distintos sectores económicos, las características de la oferta de empleo femenino condicionada en muchos casos por la conciliación con la vida familiar, la participación en el trabajo a tiempo parcial de las mujeres por la dedicación a actividades de cuidado de niños, adultos dependientes y, los mecanismos establecidos de retribuciones salariales. Consecuentemente la brecha salarial está condicionada por una serie de factores sociales, legales, económicos, y constituye un concepto que va más allá de la premisa igual pago por igual trabajo”.

Como vemos la auditoria salarial es compleja, comenzaba este post con el titulo del laberinto, no hace referencia a la mitología griega, sino el laberinto manierista porque se trata de una estructura arbórea, considero que la igualdad salarial tiene diversas ramificaciones que habrá que tener en cuenta.

Para finalizar como afirmó José Saramago “Como ya deberíamos saber, la representación más exacta, más precisa, de las personas es el laberinto”. Espero que podamos encontrar el camino de la auditoria salarial adecuada

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