Ayer, recibí un e-milio de RENATET (un foro de discusión de la Red Iris sobre recursos naturales, cuyas noticias últimamente vienen escritas mayoritariamente en portugués: ya que los españolitos seguimos sin estar interesados en los foros electrónicos, al menos nuestros vecinos lo aprovechan; materia de reflexión otra vez) en el que se podía leer «Agri-Environment Schemes in Europe are largely ineffective«. Vamos que otra vez nuestras autoridades bien pensantes de la UE han vuelto a fracasar en sus medidas para proteger el medio ambiente. Ya estamos acostumbrados. Veamos los que nos dicen y algo más.

La PAC (Política Agraria Común), concretó una serie de medidas con vistas a proteger la naturaleza. Algunas de estas últimas son las llamadas medidas o esquemas agro-ambientales. Pues bien, resulta que no dan «una en el clavo». La nota mentada, que vincula la noticia con un «paper de pago» (publicado en una revista indexada), nos dice que las iniciativas tomadas por la UE, «en buena parte subvencionadas por los contribuyentes o ciudadanos», con vistas a proteger la biodiversidad han fracasado. Ósea que pagamos a estas cabezas pensantes (aunque comienzo a creer que sería mejor decir descerebradas, que ya van demasiados errores reconocidos, ya que los no declarados son muchos más, como mostraré después) para que nos deterioren el medio ambiente y se atiborren los estómagos de caviar y champán.

 

¿Qué pasa con los fiascos no declarados? Permítanme que les acongoje con dos ejemplos, de los que no puedo citar la fuente, ya que se trata de documentos confidenciales. 

 

Hace un par de años, fui contratado vía una CC.AA por la Agencia Europea de Medio Ambiente, con vistas a colaborar en unos informes sobre las repercusiones de la susodicha PAC en materia de protección de suelos. Los resultados fueron presentados durante una reunión, en uno de los Centros Temáticos Europeos que tiene esta institución (de la que habría mucho que hablar también). Las conclusiones eran contundentes, en lugar de frenar la erosión y el abandono de cultivos, unos y otros habían aumentado. ¡Estupendo!. Ahora nos cobran por degradar el ambiente. ¿Quién da más?, o mejor dicho ¿quién da menos?

 

En una Reunión celebrada hace también aproximadamente dos años en otra institución europea, un funcionario comunitario se lamentaba (durante una cena, tras regarse de buen vino) que en un inventario (no se si completo o que afectaba a un determinado país) de los productos derivados de la agricultura ecológica, se constató que los alimentos mostraban tanta o más contaminación que los convencionales. ¡Fabuloso!. Una sola nota de atención sobre este tema. Los países que parecen albergar más hectáreas dedicadas a la agricultura biológica son Inglaterra, Italia y España. Resulta que son también los que incumplen más medidas ambientales y, por tanto los que más infracciones reciben por ello. Materia de reflexión una vez más. Y es de lamentar que los agricultores de buena fe, puedan ser afectados, por cuanto lo que ocurre es que, visto que había suculento negocio a la vista, son las multinacionales se han lanzado como hienas a la  agricultura orgánica, como la llaman los anglosajones («organic farming»). Entiendo que por el bien de los pequeños productores honestos y la alarma social que podría generarse, se silencie la noticia, en tanto en cuanto se penalice duramente a los infractores. Ahora bien si se silencia uno ya no sabe si finalmente nuestros gestores sentenciaron la infracción o algo mucho peor, la connivencia con los últimos (silencio y cerrojazo al asunto).

 

Ahora pagamos por mucho más por contaminarnos tanto o más. Lamentablemente, no puedo detallar las fuentes. Recomendaría seriamente a los consumidores de productos ecológicos que miren lo que compran y a quién compran. No se trata de cargarse una buena iniciativa. Simplemente cuidado, una vez más con los productos de las multinacionales, que encima no dan dinero para investigación según la UE. No solamente están los transgénicos, machacan hasta las mejores intenciones.

 

¿A quien debemos reclamar tanto dislate? Y como decíamos ayer, todo apunto a que encima nos tocará pagar doblemente la investigación: tributaria y ahora en forma de donaciones ¡caritativas! Como científicos, lo mínimo que deberíamos pedir es responsabilidades a los infractores y a los ideólogos (por decir algo) de estas «medidas agroambientales». 

 

Juan José Ibáñez

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5 comentarios

  1. Necesito que me envien el articilo completo para consultarlo si es posible

  2. El artículo qque inicia la contribución es de pago (versión electrónica de una revista) y tendrías que escribierles y abonar el dinero para recibirlo. Si pinchas en la nota verñas el resumen. Los otros comentarios son documentos confidenciales de la UE. Lo lamento pero no está en mi mano aportarlos, como creo que dejo bien patente en la contribución. Un saludo

    Juanjo Ibáñez

  3. hola me interesa esto porq me piden en el cole eh pero en general tanbien es muy interesante tengo 13 años bueno nos bemos mayra.

  4. ¿Qué efecto tiene la erosión sostenida de la biodiversidad en el medio ambiente? La protección del medio ambiente también debe ser una prioridad en las políticas medioambientales.

  5. Hola Kerchak.

    Devastador desde todos los puntos de vista. La biosfera es diversa para adaptarse a todos los ambientes y micro-ambientes. Los ecosistemas lo son maximizas su eficiencia y resiliencia, así como para garantizar el reciclado de materiales y los ciclos biogeoquímicos, pero en pocas palabras es difícil ofrecer todos los argumentos que existen para preservar la biodiversidad del planeta.
    Saludos
    Juanjo Ibáñez

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