Materiales edáficos: Los Constituyentes Minerales y su Importancia en las Propiedades de los Suelos.

Hola a Todos, está claro que no se puede dejar al impresentable del administrador principal (por decir algo) solo. Como todos podréis observar, aburre a las ovejas con sus disquisiciones metafísicas. Y encima a una diaria. No hay quien lo aguante: ¿verdad? Bueno vamos a decir algo de interés, para variar.

Comenzamos una nueva intervención hablando de los minerales del suelo. Terminábamos el último día recordando la composición mineralógica de algunas de las rocas más abundantes y con mayor influencia en la formación de los suelos. Hablábamos de los distintos tipos de minerales, y distinguíamos entre minerales primarios, aquellos que procedían del  material original y no habían sufrido transformación en los procesos genéticos, y minerales secundarios que se originaban como consecuencia de la meteorización en el interior del suelo.

Analizaremos a continuación algunos de los minerales más abundantes y su importancia en las propiedades edafogenéticas del suelo.

Hemos de partir del hecho, de que en los materiales originales el número de especies minerales distintas no supera el número de treinta. Además, los minerales más abundantes en muchos suelos, no son los más frecuentes en la litosfera. Me refiero, concretamente, a los minerales derivados de algunas rocas sedimentarías, como: calizas y yesos, que aportan gran cantidad de elementos a los suelos desarrollados sobre ellas, pero que proporcionalmente no representan más del 10% en la naturaleza. De cualquier forma, los minerales con mayor representación son los silicatos. Constituye este grupo el 95% del total de especies, y están formados por: Ortosilicatos, Sorosilicatos, Ciclosilicatos, Inosilicatos, Filosilicatos y Tectosilicatos. Cabe, así mismo, citar por su importancia en algunos casos otros minerales no silicatados como: óxidos de hierro y aluminio, carbonatos de calcio y magnesio y yeso.

De todos los expuestos, son los filosilicatos los que presentan mayor trascendencia en las propiedades químicas y físicas  de los suelos. Son minerales de pequeño tamaño < de 2mm, lo que les hace tener una alta superficie específica, y presentar propiedades de intercambio catiónico. Pueden proceder de minerales preexistentes en el material original que llegan al suelo sin apenas sufrir transformaciones (herencia), pueden ser el resultado de transformaciones importantes, o pueden ser el producto de reorganizaciones de otros elementos previamente alterados. A estos minerales se les conoce, desde el punto de vista de la Ciencia del suelo, como minerales de la arcilla.

Estructuralmente están formados en capas a partir de disposiciones bidimensionales de tetraedros (poliedros de coordinación 4) de silicio-oxígeno, unidos por enlaces covalentes, y disposiciones bidimensionales de octaedros (poliedro de coordinación 6) de aluminio o magnesio en el centro y oxígeno-hidroxilos en los vértices. Ambas estructuras se organizan en forma de láminas, que denominamos capas, y constituyen las llamadas: capa tetraédrica y capa octaédrica. Estas capas presentan simetría análoga y dimensiones casi idénticas, lo que permite que se compartan átomos de oxígeno entre ambas. En función del número de capas, de su disposición, de su secuencia y de los tipos de iones que las integran, además del Si, O, Al, Mg OH, se clasifican los distintos minerales de la arcilla.

Una capa de tetraedros (Si-O) unida a otra de octaedros (Al/Mg-O/OH) caracteriza  a los minerales 1:1; cuando las capas son tres, de forma que la capa octaédrica tiene a ambos lados capas tetraédricas, se forman minerales 2:1. Estas uniones de las capas constituyen los paquetes, y varían de unos minerales de la arcilla a otros.

Por hoy lo dejamos, espero que no este muy lioso. En la siguiente intervención insistiremos en el tema, y analizaremos distintos minerales: Caolinita, Biotita, Illita, Smectitas, etc.

Hasta el próximo día.

Antonio López Lafuente 

Nota del Administrador: Ya me ha fastidiado Antonio, hoy que os iba a deleitar con una nota sobre la «hermenéutica cuántica del conocimiento edafológico» desde su vertiente cognitiva-espiritual  (.) Mi gozo en un pozo. Bueno lo dejaré para otro siglo. Con compañeros así no se puede colaborar y todo por los malditos índices de audiencia. Es que no veis que soy un genio incomprendido. Por cierto Antonio te pedí que hablaras de las arcillas, no que me dieras resultados de partidos de fútbol 1:1; 2:1; y encima te falta poner el nombre de uno de los equipos.

Nota de Antonio López Lafuente: ¡Cállate ya!, burro, zoquete, patán, bocazas, intelectual de pacotilla, vete a Francia donde parece gustar lo que no se entiende. Llorón, duermes a las ovejas, te guste o no. Más vale calidad que cantidad, ¡que no te enteras contreras!. Tienes una audiencia que no te mereces. Si no fuera por Carmen y por mi a donde ibas a ir ¡Desgraciao!  Y encima quieres plagiar, y mal a Sokal. No sirves ni para eso.

Nota del Administrador: Pero vosotros (.)

Nota de Carmen Lobo: Si no cierras el pico nos vamos Antonio y yo y te dejamos solo. ¡Que Cruz de amigo! A buena hora me dejaría yo engañar por este bicho y mira que me lo habían advertido.