Consideraciones Críticas sobre la Estimación de la Dinámica Erosiva Actual y Algunas Prácticas Seculares de Conservación de Suelos (Las Terrazas)

Como se desprende de la estructura de los paisajes de suelos actuales y de la batimetría de embalses (ver contribuciones anteriores sobre erosión), las tasas de erosión no parecen ser graves a escala regional. ¿Por qué entonces suelen constatarse pérdidas conspicuas en parcelas y cuencas  experimentales? ¿Por qué entontes hablamos de graves Riesgos Erosivos? ¿Cierto o Falso? Más falso que cierto. Pero (.)

 

Por un lado, los expertos no malgastan el tiempo monitorizando sitios en donde las pérdidas de suelo no son conspicuas. Del mismo modo, en su ausencia, los trabajos son más difíciles de publicar en revistas indexadas. Por otro, las tecnologías agrarias contemporáneas generan problemas en donde las tradicionales no lo hacían. Finalmente, la litoralización de las poblaciones y las políticas de abandono de tierras inducidas por la PAC, también pueden agravar los problemas erosivos, aunque no está claro. Citaremos tan solo algunos ejemplos que afectan principalmente a la Cuenca Mediterránea.

 

El uso de maquinaria pesada induce problemas de compactación (disminución de la porosidad y del efecto esponja) de la superficie y los horizontes profundos del suelo. En este último caso, el proceso de degradación física es casi-irreversible. La compactación disminuye la infiltración del agua pluvial y, como corolario, aumenta la escorrentía que, a su vez, favorece los procesos erosivos. Este fenómeno afecta también a las grandes llanuras del centro y oeste de Europa, incluso en planicies de pendientes despreciables. Por su parte, la puesta en regadío de grandes extensiones, especialmente cuando no han sido bien planificadas, aumenta los riesgos de salinización, mientras que esta genera una degradación física (deterioro de la estructura) que potencia la susceptibilidad de los suelos a la erosión (respecto a la acaecida en la agricultura de secano. Del mismo modo, las grandes infraestructuras viales inducen fenómenos de erosión por deslizamiento en laderas, mientras el sellado disminuye la infiltración y aumenta la escorrentía y erosión por unidad de área. El incremento en la incidencia de incendios de zonas naturales, ya sea por motivos especulativos o por la actividad turística, son otro factor a tener en cuenta, al dejar la superficie desnuda expuesta a la inclemencia de posibles lluvias torrenciales.

 

El abandono de las prácticas tradicionales sustentables en áreas marginales, como es el caso de las grandes superficies aterrazadas, desemboca en el desmoronamiento de los muros de piedra y en la generación de graves pérdidas de suelo. Equipos transdisciplinares formados por especialistas en edafología y geoarqueología comienzan a ofrecer resultados reveladores. Así, por ejemplo, los bancales aterrazados en épocas del imperio romano han logrado frenar la erosión por milenios, dando lugar a suelos muy profundos y desarrollados, con la presencia de horizontes argílicos, cálcicos y petrocálcicos (p. ej. Luvisoles). Por tanto, el desmoronamiento de terrazas induce graves pérdidas de suelos altamente productivos. 

 

Los paisajes aterrazados mediterráneos son parte de nuestro patrimonio paisajístico. En algunos países de nuestro entorno comienzan a ser consideradas como áreas protegidas. Este es el caso de Francia. Sin embargo, el actual estado de deterioro es más que preocupante, como puede observarse en «conclusions sur l’état de conservation et les cultures des aires aménagées en terrasses, en el que también figuran cifras de las Islas Baleares. Urge acciones para conservar el cultivo en bancales, a la par que debemos ir comprendiendo la función protectora de las las terrazas tradicionales. El control de la erosión en los taludes de bancales, en terrenos con fuertes pendientes es una práctica que debiera restaurarse. Áreas extensas en toda la Cuenca Mediterránea sufren procesos erosivos que podrían evitarse como es el caso del manejo conservacionista del olivar de secano. Incluso en zonas forestales de países que no han desfrutado de este tipo de agricultura tradicional, comienzan a hacer uso de ellas, como se apunta en el documento: «control de la erosión y los sedimentos en la agricultura y las tierras forestales en queensland, australia«.  Insistemos que, adicionalmente, forman parte de nuestro patrimonio cultural como se demuestra en»Mediterranean landscapes; contribution to a better management«.

 

El efecto de la erosión mecánica por laboreo tan solo comienza a ser apreciada en toda su magnitud, especialmente en áreas de relieves complejos cuando se usa maquinaria pesada. Estudios recientes constatan que las repercusiones de estos mecanismos son más graves de lo que se pensaba no hace mucho tiempo, llegando incluso a producir en numerosas ocasiones nuevos tipos de ensamblajes de suelos no conocidos en condiciones naturales, como bien a demostrado Saturnino del Alba, contribuidor ocasional a esta Weblog.

 

Juan José Ibáñez

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