Los cultivos energéticos plantean un debate apasionado, de gran interés de futuro, dado el actual valor de los combustibles fósiles.

 

Mi tierra, Castilla y León, es una de las Comunidades que actualmente dedica, más superficie, y el desarrollo de las industrias de “transformación”, es uno de los más avanzados. Sus autoridades lo promocionan de manera intensa.

 

D. Jesús Fernández, Catedrático de Producción Vegetal de la ETSI de Ing. Agrónomos de la UPM, de reconocido prestigio en el tema, tiene una extensa y acertada revisión del estado de situación, orientando estos cultivos hacia tierras marginalizadas, que sufren de forma directa el impacto económico de la “nueva PAC”. En él plantea dos enfoques productivos diferentes:

 

Obtener semillas y otras partes del vegetal, para obtener biodiesel.

Obtener biomasa para, mediante incineración, obtener energía eléctrica.

Casi todo el mundo está de acuerdo con este objetivo de producción: Estado, sindicatos, estamentos públicos y privados, científicos, tecnólogos, medio-ambientalistas… 

 

Algunos “locos del suelo” tenemos ciertas dudas, después de revisar más de 200 artículos y manifestaciones de todo tipo, dado que con una sola excepción, nadie habla de los suelos, en una España que carece de un modelo formal y cultural claro de protección de suelos, inmersa en un cúmulo de intereses contrapuestos que sobre este “objeto de deseo” inciden, y con una batería de propuestas legislativas, apunto de nacer para toda la Comunidad Europea, derivadas de esa dichosa “estrategia para la defensa de los suelos. 

 

Aquella excepción nos indica, en un primer apartado, que no hay que preocuparse de los suelos, para añadir, casi a renglón seguido, argumentar que ya que existen, tecnología, fertilizantes y agroquímicos suficientes en el mercado, como para sortear, cualquier impedimento que rebaje la producción.  Por el contrario, la gran preocupación de la gran mayoría es cómo llegar a conseguir los 40-45 euros/Ha de subvención europea, y cuanto debe de recibir el agricultor de la parte industrial transformadora, para que el cultivo agroenergético sea “rentable”.

 

Como consecuencia, seguimos con el mismo esquema: Agricultor como rendimientos mínimos, industria con beneficios industriales adecuados al mercado, y el suelo con el mismo patrón: Explotación agraria.

 

Sabiendo de la impopularidad que conlleva opinar a contracorriente de la generalidad, y con el debido respeto a todas las opiniones de los lectores, me atrevo a revisar ciertos planteamientos.

 

1ª.  Las causas agrarias de esta necesidad (las energéticas son obvias).

 

El esquema de las ayudas a la PAC, que hasta hoy veníamos disfrutando, se centra en una diferencia de nivel del sector agro-económico, muy distante de otros sectores productivos.

 

Muchos de los cultivos de secano nunca fueron rentables, pero los criterios de autarquía productiva exigían asegurar unos mínimos, para el abastecimiento de la población. Por ello en el recuerdo queda la imagen infantil de los silos. Los excedentes servían para la exportación y proporcionaban riqueza al país.

 

La aparición de la Unión Europea, con unos grandes desequilibrios productivos entre los distintos Estados Miembros, generó unos grandes acúmulos de alimentos cuya producción, conservación y gestión había que reordenar mediante subvenciones y limitar mediante cupos.  La entrada de nuevos Estados agrava la situación y los nuevos criterios de distribución de los fondos comunitarios nos afecta directamente.

 

Ahora, solo algunos agricultores que dedicaron aquellas ayudas, con visión económica de futuro, para sustituir sus cultivos hacia otros de mayor rentabilidad, no tienen miedo.

 

Los que mantuvieron un criterio inmovilista, pensado en que esto de la PAC era para siempre, y dedicaron las subvenciones únicamente a alcanzar los estandar de vida de otros sectores, silos tienen, ya que aquel tipo de agricultura “productivista” ha fallecido.

 

2. ¿Cuáles son las amenazas, al suelo, que se derivan de la agricultura agroenergética?,

 

Si aceptamos la definición dada a la agricultura agroenergética, que pretende grandes producciones de biomasa, o de determinadas partes de la planta, en el mínimo tiempo posible, los problemas, desde el punto de vista del suelo, serán los mismos que afectaron a sus anteriores producciones:

           

1. Roturación más intensa de los suelos productivos (más erosión eólica, hídrica.)

 

2. Mayor aporte de fertilizantes  (mas desagregación de las estructuras agregacionales, mas pérdida de MO, menor retención de agua en los suelos )

 

3. Mayor uso de plaguicidas distintos (incremento de la contaminación difusa, pérdida de biodiversidad de los suelos, aparición de nuevas plagas y enfermedades vegetales).

 

Y dado que las producciones no están directamente relacionadas con el consumo humano o animal, se perciben nuevas amenazas a los suelos:

 

– Aporte masivo de lodos de depuradora a los suelos (legislación más flexible aún)

– Aporte de todo tipo de compost  (con más permisividad legal).

– Mayor incidencia en la despreocupación por cuidar los suelos.

 

Baste para ello las recomendaciones que sobre cultivos agroenergéticos diversos, hacen las Comunidades de Castilla y León, Castilla La Mancha y Comunidad Foral de Navarra.

 

3º ¿Podemos intervenir los edafólogos intentando introducir algo de racionalidad en el tema, contemplando criterios de otro orden, y evitando así el desastre ecológico y ambiental que se avecina?

 

Defender al suelo y producir no están enfrentados.  Resolver este problema significa pensar a largo plazo (cosa difícil en esta sociedad ambiciosa y consumista) y revisar el resto de las subvenciones que llegan con la nueva PAC.

 

a) Incrementar la productividad de los suelos es posible mediante el uso del   conocimiento, incluso en los suelos tan deteriorados de que disponemos, si en vez de consumir suelo, lo creamos y damos importancia a sus propiedades. Para ello hay que propiciar el conocimiento del suelo. Ya se que el proceso es lento, pero las subvenciones para tal fin, son y serán cada vez mas cuantiosas, desde la Unión Europea.

 

Ello exigirá cambiar el chip productivista a ultranza en las Escuelas de Ingenieros Agrónomos, en los Sindicatos Agrarios, y en organizaciones que defienden el Medio Ambiente.  El suelo será su centro de atención preferente.

 

Además deberá de generase una política coordinada entre los Ministerios de agricultura, Educación y Ciencia y de Medio Ambiente, que contemplen no solo al suelo, sino también a las problemáticas de la energía, del agua y de la Salud de Suelo (diversidad biológica, organización, componentes supresitos, sanidad y un muy largo etc).

 

Aunque no lo parezca, nosotros ya participamos en este proceso. Nuestro administrador y el equipo de colaboradores, lo intentamos de corazón. Gracias por leernos. Vds. también participan.

 

b) Incrementar la producción significa conocer tanto de la planta como del suelo y de los factores que afectan a la producción. Sin olvidar que podemos obtener biomasa sin necesidad de uso de suelos.

  

Las especies dedicadas a producir biomasa con fines energéticos pueden ser herbáceas y leñosas. Ambas tienen gran interés dada su capacidad para generar suelo. 

           

Dice el Prof. Fernández: los cultivos susceptibles de ser utilizados como productores de energía deben de estar seleccionados de acuerdo con la premisa general de obtener de forma rentable la máxima cantidad posible de energía neta compatible con las condiciones edafoclimáticas de cada zona,”.

           

Y añado, esto implica que el balance energético de la producción sea positivo para el suelo (en forma de MO, de rizodepósitos y de biodiversidad), y que el suelo vaya incrementando su capacidad de retención de agua, de nutrientes minerales (incremento de la CEC) y de circulación e intercambio de gases (organización agregacional del epipedón o capa superficial del suelo)  Es importante dejar sobre el suelo una parte de esa biomasa, para evitar la pérdida de agua (mulching) y la erosión por impacto y escorrentía.  De la misma manera que en agricultura tradicional, debe de aplicarse la siembra directa y otras técnicas procedentes de la  agricultura de conservación. 

 

Bajo estas perspectivas, las ópticas de rentabilidad económica, tardarán en llegar, pero hay otros caminos de ayuda, previstos en la “nueva PAC” que subvencionan los incrementos de MO y otros parámetros de calidad de los suelos.

 

A título de complemento, las especies dedicadas a producir biodiesel y que están sujetas a lo escrito anteriormente, en cuanto a su cultivo se refiere, el Prof.  Fernández las clasifica en:

 

Cultivos oleaginosos para la producción de aceite transformable en biodiesel (conjunto de ésteres metílicos o etílicos de los ácidos grasos de los aceites vegetales) para sustitución del gasoleo de automoción.

 

Cultivos alcoholígenos para la producción de etanol utilizable en sustitución total o   parcial de las gasolinas de automoción o para la producción de aditivos antidetonantes exentos de plomo como el Etil-Terbutil-Eter (ETBE). Cultivos lignocelulósicos para la producción de biocombustibles sólidos utilizables con fines térmicos, principalmente para la producción de electricidad (agroelectricidad).

 

Un aspecto alternativo de producción vegetal, como fuente de biomasa que no precisa suelo natural, es el que tiene como modelo los clásicos filtros verdes, utilizados para la depuración de aguas residuales de pequeñas poblaciones.  Una variedad desarrollada por el Dr. García del Moral, Profesor de Fisiología Vegetal de la UPM es el cultivo de determinadas algas sobre canales de conducción de aguas tratadas, técnica que bajo las siglas FMS (Filtros de Macrofitas) se están aplicando con  éxito sobre las aguas residuales de Villacañas, dentro del programa europeo LIFE.

 

3º. Los balances de Materia y Energía deben de tener presente el estado actual del suelo.

No descubro nada al afirmar que los suelos de amplias zonas están o muy deteriorados o han desaparecido. Tampoco pretendo decir cuales son las razones que nos llevaron a esta situación, pero la historia nos recuerda que para hacer etroceder a los árabes, el Cid Campeador ya empleaba la estrategia militar de tratar nuestros suelos a “sal y fuego”. Para evitar el último apéndice, todavía hoy hay que perseguir a los que gustan de “dar candela” a los rastrojos…

 

De los abusos, no vamos a recordar de donde salió la madera para la “Armada Invencible”, jamás reforestada y mejor no recordada… ¿hablamos de deudas históricas?.

 

Gusta mucho hacer balances. Si hablamos de explotación, baste con ir al  diccionario, ver el significado de la palabra y recordar donde se ubicaba el granero de España.  Y es por ello por lo que determinas personas que vivimos en una Comunidad que energéticamente es excedentaria (productora de energía atómica, hidráulica y eólica) debemos de repartir los esfuerzos productivos en agroenergía, para recuperar nuestros suelos, duramente castigados por la explotación.

 

El suelo es un sistema.  El mantenimiento de su actividad depende de su estado de conservación. De la misma manera que una industria exige “mantenimiento”, es hora de que generamos un auténtico plan de recuperación de nuestros suelos, evaluando cuanto C humificado se pierde anualmente y cuanto se debe de restituir no solo para mantener sus niveles, sino para ir ganando en presencia.  La energía química de restitución que aportan los rizodepósitos y el muching son fundamentales.  La agroenergética no solo puede ser un recurso paliativo para compensar el alto costo de petróleo.  Debe de servir además para incrementar determinadas propiedades, como su contenido en Carbono orgánico, organización agregacional, y capacidad de pretención de agua, que induzcan a una recuperación de la biodiversidad y amortigüe el impacto que se generará por la elevación de la temperatura derivada del cambio climático que nos sobreviene.  Debemos de establecer un auténtico plan de lucha contra la erosión, que frene el impacto de las, cada vez mas frecuentes, gotas frías. Y si todo esto está subvencionado por la Unión Europea, mejor

           

Hoy he salido reivindicativo.  Un día es un día.

 

Saludos cordiales

Salvador González Carcedo

 

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11 comentarios

  1. Estimado Salvador, tu inquietud tiene eco de este lado del charco. Buena parte del trópico americano ha sufrido el monocultivo de la caña de azucar por luengos periodos. Es mas existe toda una estructura de corruptela-control gubernamental, aunque ahora cada vez menos controlada por el estado. Ante el embate de las transnacionales refresqueras para consumir alta fructosa, estan viendo en la producción del etanol como una de sus alternativas.

    Pero donde ni siquiera el mantenimiento de la fertilidad del suelo ha sido tomado en cuenta. Lo que comentas sobre el abuso de los agroquímicos también ha sido de hecho la misma práctica. Aunque existe la conciencia de la necesidad de cambiar ese sistema entre algunos colegas, no hemos podido implementar las estrategias convenientes. Se aceptan propuestas.

  2. Estimado Régulo:

    La controversia existente: Agronergética/suelo, muestra a las claras que la clave se encuentra en "producir sin explotar" al recurso suelo. Y… ello obliga a conocer (y respetar) al sistema suelo.

    Una primera premisa que podría encima de la mesa es revisar el mundo vegetal, y de una manera espacial, mirar lo que hicieron y hacen hoy las plantas colonizadoras. Poco hablamos de musgos y líquenes como sujetos de explotación, a pesar de que la biomasa que producen es abundante y de su capacidad generadora de suelo por alteración química/bioquímica y de estructuras agregacionales, también (independientemente de otras ventajas que está obligando a los Ministerios de Medio Ambiente a protegerlas).

    Un segundo aspecto se centraría en conocer mas a fondo los impactos que generan las asociaciones entre hongos y plantas. El tema de las especies del género glomales y su capacidad para micorrizar podría proporcionar un plus de productividad. Y las investigaciones que hoy están en marcha en medio mundo estan dando buenos resultados en herbáceas y en leñosas.

    También es evidente que no toda la biomasa formada debemos de dedicarla a incineración, sobre todo si es rica en ligninas… (el suelo también tiene derecho) pues a la larga fomenta la biodiversidad de lignolíticos. Pero claro, esto se puede enfrentar a la ambición económica…

    Otro punto de reflexión lo centraría en realizar una revisión a fondo del concepto de "fertilización inorgánica de fosfato". Plantas, bacterias y hongos "conocen" de las limitaciones en su biodisponibilidad de este elemento desde hace millones de años, y por ello "ahora investigamos la importancia que tiene la actividad fosfohidrolásica de los suelos" nos encontramos con asociaciones de raices, micorrizas, y líquenes, y determinadas asociaciones exosimbióticas cuya finalidad se centra en incrementar la biosiponibilidad de P "para las plantas" excretando grandes cantidades de estos enzimas. Si tengo razón, la deriva inmediata es invertir el proceso y aportar como fertilizante formas orgánicas ricas en fosfato, asociado a pequeñas moléculas orgánicas, que una vez liberadas de su carga, sirvieran de nutriente orgánico para hongos, bacterias, …. De esta forma el esfuerzo fisiológico de estas últimas en generar y liberar quelantes como el cítrico, el láctico o el cetoglutámico, descendería radicalmente.

    Además podríamos añadir enzimas fosfohidrolíticos cuando lo deseáramos, a precios "agrícolas" .

    Como no me "ciega" el P, también recuerdo que glutamina y asparragina, son formas de intercambio del ión amonio, lo que nos hace pensar en el aporte de materiales orgánicos (enmiendas orgánicas) enriquecidos en sus ácidos correspondientes.

    En la fijación del CO2 influye de manera decisiva la presencia en los suelos de K y Mg, y en su caso (suelos ácidos) del Ca.

    Quizás podríamos discutir nuevas propuestas de como cuidar al suelo, si nos acercáramos al suelo, cuidando de mantener e incrementar sus estructuras agregacionales (agregados). Hay un trabajo muy bonito de como eliminar los tepetates (¿lo digo bien?) mediante destrucción de los "constructos inorgánicos o estructuras texturales" mediante el simple sustitución del compostaje "ex situ" por "in situ". Sin querer en mencionada la agricultura de mínimo o nulo laboreo, su ahorro energético en fuel y la mejora indirecta al anular causas de compactación.

    Si nos lo permite nuestro (¿común?) redactor jefe, (JJ Ibañez) dejo abierta la puerta a mas ideas o a la discusión pública de las expuestas, y sobre todo a la discusión científica en que me baso a para exponerlas.

    Un saludo y mi felicitación personal por las indicaciones que nos hace, por su mesura, su prudencia y su agudeza científica, exponente de la poesía que lleva dentro.

    Fué un honor contestarle.

    Saludos, Salvador.

  3. deseo saber la importancia de los energeticos y que utilidad tiene en nuestro pais

  4. estimado Julio Andrés:

    Si hablamos de nuestro pais como España, te diré que la dependencia energética externa es brutal (cerca del 80%) lo que nos deja a merced de la buena o mala voluntad de los que poseen fuentes de energía propia y de los costos que repercuten sobre los precios de todas nuestras actividades. Este va desde el valor de una bombona de butano hasta cualquier producto industrial o el litro de gasofa que pongas en el coche.

    España tiene una capacidad de recepción de energía solar inmensa (como el resto de los paises) y por ello desarrollamos la captación de energía solar (pantallas) y de eolica (aerogeneradores) y últimamente de los biopetróleos.

    Saludos Salvador.

  5. me interesa muchisimo el tema de los cultivos agroenergéticos y su impacto en el recurso suelo. Soy estudiante de Ingeniería Ambiental y quisiera saber si tiene información de los posibles impactos que se generarían en este recurso. Muchas gracias

  6. Estoy haciendo un estudio para montar una planta de biomasa en la albufera de Valencia

    Encuentro pocos datos sobre la produccion biomasa de carrizos eneas juncos, y ninguno de Cladium mariscus Hidrocotyle vulgaris

    Lythrum salicaria Tamarix Gallica Tamarix Africana Graminoide.

    Si sabeis de alguna web o base de datos relacionada con la productividad de biomasa os agradeceria que me la mandarais por email: cyberalx@hotmail.com

  7. Tengo 250 Ha en la provincia de la Rioja – Argentina – y quisiera cultivar jatropha curcas para la futura produccion de biodicel, ruego a Ud. me envie su opinion con respecto a la factibilidad en suelos aridos con un regimen de lluvia de 400 mm anuales y donde puedo asesorarme sobre la forma de cultivarlo.

    Desde ya muchas gracias, atentamente:

    Luis Taborda

    Argentina

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