El Agua en el Suelo 4: Textura del Suelo y Propiedades Hídricas

Hasta ahora hemos visto como, tanto la capacidad de retención de agua como la infiltración, dependen de la porosidad del suelo, al ser los microporos los  que determinan la retención y los  macroporos la infiltración. Si recordamos que las fuerzas de adsorción, que aparecen entre la superficie de las partículas minerales y el agua, eran las responsables de la retención de ésta en los microporos, comprenderemos la gran importancia que tendrá el  área superficial de estas partículas en el total de agua retenida.

La propiedad del suelo directamente relacionada con el área superficial de las partículas es la textura o distribución de las partículas minerales según su tamaño. Conociendo la textura se pueden conocer muchas de las propiedades hídricas de los suelos. Además la textura es una propiedad muy estable en los suelos, mientras que la estructura  y la cantidad y tipo de materia orgánica, que también influyen en las propiedades hídricas, son propiedades que pueden variar a corto y medio plazo (lluvias intensas, cambios en la vegetación, puesta en cultivo de los suelos,..).

 

Se puede generalizar afirmando que: 1) cuanto mayor es el tamaño de las partículas más rápida es la infiltración y menor es el agua retenida por los suelos (los suelos arenosos son más permeables y retienen menos agua que los arcillosos; 2) los suelos con buena estructura tienen mayor velocidad de infiltración que los compactados; 3) el mayor contenido en materia orgánica aumenta el agua retenida por el suelo y 4) como es lógico, a mayor espesor del suelo mayor capacidad de retener agua.

 

Como hemos comentado antes, la textura  y las propiedades hídricas de un suelo están muy relacionadas, por lo que se puede atribuir a cada tipo de textura un determinado comportamiento hídrico.

 

Suelos arenosos :  En ellos predominan las arenas o partículas minerales mayores de 0,02 mm de diámetro (cuando las partículas son mayores de 0,2 mm se denominan gravas). Son suelos muy permeables (la permeabilidad es la velocidad de infiltración del agua de gravitación),  pues en ellos  predominan los macroporos (todos hemos visto lo rápidamente que desaparece un cubo de agua vertido en la playa). 

 

Su capacidad de retención de agua o capacidad de campo es baja, y también lo es el agua disponible por las plantas o agua útil, pues presentan una baja microporosidad. Deben ser regados, por tanto, frecuentemente. Como ventajas se puede destacar el que  son fáciles de trabajar y no presentan problemas de aireación.

 

Suelos limosos : En ellos predominan los limos o partículas entre 0,02 y 0,002 mm. En ellos la permeabilidad varía mucho según sea su estructura. Puede ser muy lenta cuando la estructura es masiva (sin formar agregados) o bastante rápida cuando la estructura es grumosa. Son, por tanto, fácilmente apelmazables cuando se destruye su estructura, dificultándose mucho la circulación del aire y del agua.

 

Sin embargo suelen presentar una buena cantidad de agua disponible para las plantas, pues retienen mucha más  agua que los suelos arenosos a capacidad de campo, aunque su punto de marchitamiento también es mayor.

 

Suelos arcillosos: En ellos predominan las arcillas o partículas menores de 0.002 mm. Son muy impermeables (fácilmente encharcables) y mal aireados, pues en ellos predominan los microporos. Son difíciles de trabajar pues son muy plásticos cuando están húmedos ( se van pegando a las suelas de los zapatos cada vez mas y mas,) y compactos cuando están secos. En ellos las lluvias finas y duraderas aportan más agua al suelo que las intensas y rápidas. Aunque esto ocurre también en la mayoría de los suelos, en el caso de los arcillosos con mucho más motivo.

Si presentan alto contenido en materia orgánica ( o la aportamos nosotros) se corrigen en gran parte estas propiedades desfavorables.

 

Son los suelos que retienen mayor cantidad de agua y aunque una gran parte de ella es retenida con mucha fuerza y no está disponible para las plantas (son los que presentan mayor un punto de marchitamiento más alto),  presentan una gran cantidad de agua disponible o agua útil.

 

Suelos francos: En ellos no predomina claramente ninguno de los tres tipos de partículas. Presentan una mezcla de arenas, limos y arcillas en proporciones equilibradas. Estos suelos son los mejores para el crecimiento de la mayoría de las plantas (aunque hay plantas adaptadas y que prefieren los suelos arenosos muy permeables y otras los suelos arcillosos encharcables ). Presentan las ventajas de los distintos tipos de partículas, eliminándose sus desventajas. Así son ligeros, aireados y permeables (pero no tanto como los arenosos) y de media-alta capacidad de retención de agua (aunque no retienen tanta como los arcillosos).

 

Para hacernos una idea de la cantidad de agua que pueden retener los distintos tipos de suelos según su textura daremos los siguientes ejemplos:

 

Suelo arenoso: 130 litros por m 3 de agua retenida a capacidad de campo (13 % en volumen)  de los cuales 100 litros son de agua disponible.

 

Suelo arcilloso: 400 litros por m3 de agua retenida a capacidad de campo (40 % en volumen), de los cuales 220 litros son de agua disponible.

 

Suelo franco: 280 litros por m3 de agua retenida a capacidad de campo (28 % en volumen), de los cuales 190 son de agua disponible 

 

Cuando hablamos de texturas debemos tener en cuenta que en un mismo suelo nos podemos encontrar horizontes con diferentes texturas. En terrenos sin cultivar, poco alterados y con vegetación natural,  lo más frecuente es encontrarse con suelos con horizontes superficiales más arenosos y ricos en materia orgánica que los horizontes subsuperficiales, que suelen ser más arcillosos. Esto favorece que el agua se infiltre y pueda acumularse. Es importante que el agua pueda infiltrarse rápidamente en los cm superiores del suelo pues una precipitación de 4 a 5 litros por m2 puede evaporarse en 24 horas. Después de un período seco pueden ser necesarias precipitaciones del orden de los 20 litros para que se humedezca la capa superficial y que el agua pueda empezar a infiltrarse en profundidad.

 

 

Juan Pedro Zaballos

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53 comentarios

  1. Cómo se explica el hecho de que suelos con altos contenidos de arcilla tengan valores bajos de punto de marchitez

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