La Lucha Institucional Contra al Fraude Científico: El Ejemplo de EE.UU.

Tan solo ha bastado una primera nota, en esta weblog, sobre el fraude científico para que algunos defensores acríticos de las bondades de la ciencia comiencen a despotricar. Lamentable actitud de los que se vanaglorian de la objetividad científica, pero que son incapaces de aceptar las críticas de expertos en la materia. La ciencia es una empresa científica basada en los hechos, pero también en la dialéctica. Los investigadores, cuando son criticados, tanto por sus resultados como por sus prácticas científicas, deben analizar con seriedad las acusaciones y responder a ellas. Denostar sin analizar las pruebas va contra el método que muchos dicen defender. Lamentable ejemplo que podréis leer aquí.  Una vez más, EE.UU., vuelve a ser ejemplo para la timorata postura europea respecto a salvaguardar el ideal del modelo de proceder de los científicos que defendieron Max Webber (1818) y uno de los padres de la filosofía de la ciencia:  Robert Merton. Ya Charles Babbage en 1830, comenzó a criticar que, por un lado estaba la teoría y por otro la praxis de la actividad científica. Nos vino a decir algo asñi como que la mala praxis y el fraude no son nuevos. Lo que si es una novedad es su magnitud. Se trata de un personaje que se adelantó a su tiempo, luchando contra la hipocresía de muchos de sus colegas, los cuales ya realizaban,  en algunos casos, como hemos dicho, prácticas fraudulentas: YAnalizaremos este último tema en otra nota, por cuanto afecta gravemente a algunos de nuestros venerables “héroes de la ciencia” (ni tan siquiera muchos de ellos escaparon a la tentación). Pero veamos como se procede actualmente en USA, mientras en Europa tan solo algunos países comienzan a tomar medidas serias contra la mala praxis y el fraude científico. Lamentablemente, en España, ni nos hemos dado por aludidos. Ya que no hay conciencia del problema: ¿para que tomar medidas? El día que salte la primera liebre (….).

 

Como ya os he comentado en notas anteriores, os narro fundamentalmente la información contenida en la monografía, recientemente aparecida: “Anatomía del Fraude Científico”, escrita por el experto en el tema Horace Freeland Judson. En un comentario a la nota mentada con anterioridad un tal “José Luis” me recordó otro libro sobre el tema, del que tenía noticia, pero que lamentablemente no he leído. Gracias José Luis, me lo voy a comprar. Se trata de «Las mentiras de la ciencia» (Alianza Editorial) de Federico Trocchio.

 

Resulta sombroso de la censura que imponen los científicos a aquellos colegas amantes del juego limpio. Una actitud muy sospechosa que, por desgracia, abunda en demasía entre la comunidad que debía atajar el problema y no guardarlo bajo el felpudo, como vimos en otra nota. Pero vayamos al tema.

 

Cuando comenzaron a ser motivo de una gran cobertura mediática, en USA no tardaron en tomar cartas en el asunto, mal que pesara a la mayor parte del establishment científico de aquél país. Al fin y al cabo una buena parte de la financiación procedía de los fondos federales, a través de la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF)  y del Instituto Nacional de la Salud (los NHI), como también de comités del Congreso de los Estadios Unidos. Al menos en aquel país (desconozco lo que ocurre en España), los datos pertenecen a los organismos donantes, y ellos acudieron a defender su buen uso por parte de los investigadores y docentes. Es de lamentar, que los centros de investigación y universidades actuaran intentando defender a los investigadores acusados de fraude, en lugar de limpiar su imagen con medidas rápidas y acertadas que dieran a entender al ciudadano que no estaban por consentir tales comportamientos deshonestos. El establishment, se comportó de manera indecorosa (salvo excepciones). Ya hablamos de ello aquí. Como no fue así, por lo que el proceso se dilató durante décadas. Todo ello ha ido en detrimento de la imagen de la actividad científica que tanto se pretende defender los “sacerdotes de la ciencia” y que tanto lamentan ante las instituciones.  Si te inhibes luego no te quejes. Ellos han fomentado con sus actitudes timoratas el escepticismo de parte de la población respecto a las bondades de la empresa científica y ahora lloran quejumbrosamente echando la culpa a los demás. Comparto con Freeland en que tal actitud no difiere del flagrante y reiterado encubrimiento de pederastia que ha debilitado tanto a la iglesia católica de aquel país. Reitero, el estabishment científico parece comportarse como las instituciones a las que pretenden sustituir, apoyados en la falsa idea de que así se defendía la autonomía de la ciencia. Otra cosa es que la administración del amigo George Bush, coaccione a ciertos colectivos de investigadores, cuyos resultados conciernen a la macroeconomía norteamericana, como lo es el que estudia cambio climático. Lamentable ejemplo que no debe desviarnos sobre las hondas diferencias que afectan a la ciencia de aquél país y a la europea.

 

Hoy en día, tanto la Fundación Nacional para la Ciencia, como  el NHI, poseen oficinas para estudiar los casos de fraude y mala praxis científica. Los entes investigadores también se han visto obligados a reaccionar de la misma manera con vistas a que no se les escapase de las manos el asunto, ya que a la postre cuando se detecta el fraude es mejor atajarlo antes de que alcance a los media y se deteriore la imagen de la institución. Como he mentado, el Congreso también tiene sus propios mecanismos. Muchos juicios han sido públicos, lo cual habla en pro de la transparencia de debe tener la actividad científica con vistas a no deteriorar su imagen.

 

Como vimos en la nota anterior, los denunciantes eran las principales víctimas de sus propias denuncias, por lo que actualmente se las protege de posibles represalias, lo cual no implica que puedan acusarlas de difamación en caso de que sus acusaciones sean falsas y mal intencionadas..

 

Horacio comenta, como durante los primeros casos que alcanzaron un gran despliegue de cobertura mediática en Norteamérica, los británicos se vanagloriaban que tales “horrores” no salpicaban su incólume sistema de I + D +i. Empero pronto las denuncias saltaron el “charco” salpicándoles a ellos, por lo que tuvieron se vieron obligadas a cerrar la boca y seguir las iniciativas de sus antiguas colonias. Seguidamente surgieron casos en Alemania y otros países europeos, e ídem de ídem. No tengan la menor duda, un día nos levantaremos los españolitos atónitos por alguna noticia de esta índole, mientras que en EE.UU., la crisis es historia y el ciudadano es consciente que la corrupción afecta a todos los estamentos sociales. Algo que era lógico esperar. “No hay mal que cien años dure y cuerpo que lo resista”. Al parecer uno de los problemas en Gran Bretaña es que su legislación es extremadamente dura contra la difamación, pero no contra el fraude. En cualquier caso, ello no impide que los tribunales académicos castiguen con dureza las prácticas mentadas, como en Estados Unidos: expulsión, retirada de cargos honoríficos, no recibir financiación estatal durante un prolongado lapso de tiempo, etc.

 

En contra de la opinión de nuestro amigo Manuel (ver comentarios ala mencionada nota),  altas instancias de la NHI consideran que el “open access”, junto a los depositarios institucionales y las revisiones abiertas al público, son prácticas que podrían ayudar a disminuir los casos de fraude, por lo que son fomentadas desde las instituciones federales (NFS y NHI). Como ya habréis visto, nuestro amigo Manuel piensa aún en que el sistema actual de que la revisión por iguales (vaya eufemismo) sigue siendo un proceso íntegro y garante de la autocorrección que los propios científicos hacen de sus iguales, cuando estos se descarrían. Pues en EE.UU., una dilatada experiencia les ha llevado a pensar lo contrario. Por algo será. Todo esto me recuerda los casos de dopaje en ciclismo. España tardó en reaccionar y mirar ahora lo ocurrido en el último año.    

 

Juan José Ibáñez   

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9 comentarios

  1. He seguido con mucho interés las entradas y comentarios sobre el fraude científico y me apetece hacer alguna observación dispersa sobre cosas que han salido en la serie.

    Obs. dispersa 1: El libro "Las mentiras de la ciencia" de Di Trocchio (hay versión de bolsillo en Alianza) es muy bueno pero no sólo habla de casos de fraudes, sino también de errores individuales y colectivos, de líneas de trabajo que no dieron resultados, etc. Sacar como conclusión que el fraude es generalizado me parece algo excesivo, en ese libro se habla, pongamos, de 50 casos pero a lo largo de esos años se han publicado cientos de miles de trabajos. Lo mismo pasa con los tres o cuatro escándalos de este último año: muy sonoros pero un porcentaje ínfimo de lo publicado. Para salir de dudas la pregunta podría ser algo así: ¿cuantos de los artículos publicados en Science y Nature en 2005 son fraudulentos? El total de lo publicado andará por los 1500 artículos más o menos (no tengo acceso al ISI desde aquí).

    Obs. dispersa 2: el mecanismo de "revisión por pares" tiene, en efecto, problemas. A veces funciona muy bien y otras veces es utilizado, por ejemplo, para bloquear un trabajo en beneficio del revisor, aunque para eso hay dos o tres, para reducir ese efecto. La ciencia está hecha por humanos y los científicos no somos mejores que el resto de la peña. Lo que desconozco es que haya otro sistema alternativo o alguna propuesta más o menos clara ¿cuál sería esta?

    Obs. 3. Del primer post de la serie rescato "Mientras, como se ha apuntado en otra weblog de la CAM recientemente, la evaluación entre iguales genera más fraudes que los que soluciona, por lo que incluso Nature comienza a ensayar revisiones de manuscritos abiertas, aquí seguimos a por uvas. No se trata de un mero experimento."

    No he encontrado en la entrada de Alicia López lo de que "genere más fraudes", tal vez esté en otro sitio, tal vez sea cierto, tal vez sea sólo una impresión, no sé. Por el momento Nature es la única revista que realiza el ensayo de comentarios abiertos. Y sí es un experimento, sólo eso por el momento. En mi blog lo comentamos en su momento y hay aportaciones interesantes sobre pros y contras. Science sigue con el sistema tradicional (por poner "la otra" revista).

    Obs. 4. El sistema de ciencia en España necesita un buen revolcón, completamente de acuerdo.

    Saludos

  2. Hola Angel,

    Muchas gracias por tus observaciones. Como te comenté el libro de las Mentiras de la Ciancia no lo he leído. Respecto a la magnitud del fraude, no se puede saber con exactitud, eso es reconocido. Pero también lo es que se produjo en efecto bola de nieve en algunos campos científicos. En USA llevan trabajando sobre el tema. También hay congresos Internacionales, etc. En el último capítulo del libro de Hudson, se habla de las soluciones que se barajan. Te lo recomiendo.

    Personalmente (y a través de coleguas), y esto es lo que quiero enfatizar, sé muchos casos de fraude. Y eso es lo que quiero denunciar. Más concretemante, como tu dices, los científicos somos como los demás. Pero se quiere dar la imágen al público de una comunidad muy especial con sacerdotes, gran objetividad, etc. La ciencia es una empresa social, y probablemente (seguramente) su comportamiento es un reflejo de los valores sociales generales en un momento dado. Cuando estos últimos se deterioran, la práctica científica también. Pero basta decir esto para que muchos compañeros se pongan nerviosos o histéricos. Esta falta de autocrítica y la arrogancia es lo que critico. Considero que es dañina para la imagen de la ciencia. Sewguiremos abundando en el tema ya que nos quedan siete u ocho notas más.

    De nuevo gracias.

    Juanjo Ibáñez

  3. Perdón se me olvidó comentar que Nature no parece cuestionar el "peer review" sino que quiere explorar una nueva forma de hacerlo, más abierta a la comunidad científica:

    "Peer review is commonly accepted as an essential part of scientific publication. But the ways peer review is put into practice vary across journals and disciplines. What is the best method of peer review?"

  4. Joé, se ha cruzado el segundo comentario con el tuyo. Leeré el libro de Hudson, por supuesto, es un tema que me interesa. Saludos.

  5. Reitero Angel que leas el último capítulo de ese libro. Verás como la Fundación Nacional para las Ciencias y los NHI de EEUU (entre otras instituciones) están presionando para que el sistema actual de revisión por pares sea sustituido por un proceso más transparente. Este libro es algo más que una apología contra el fraude

    Un abrazo

    Juanjo

  6. Por muchas revisiones que se hagan, siempre habrá campos científicos donde sea realmente dificil demostrar que tal o cual experimento o hallazgo es un fraude. No obstante, la ciencia avanza a pesar de fraudes o manipulaciones. Por suerte, una inmensa mayoría de científicos realizan un trabajo honrado y muy duro, a veces con pocas recompensas y muchas presiones. Es indudable que hay que mejorar los sistemas de control en las publicaciones científicas, pero el problema es cómo hacerlo sin añadir más obstáculos a la labor cotidiana de los investigadores.

    Dicho esto, creo que todos estamos en la obligación de denunciar un presunto delito cuando somos testigos de su comisión. Quizá mucha gente no se atreve a denunciar, pero ahí entramos en otras consideraciones. Creo que si se denunciaran todos los plagios existentes en tesis doctorales que se escriben en nuestro país -por poner un ejemplo-, los tribunales se colapsarían (más de lo que están).

    Indudablemente hay que encontrar una solución, pero es algo complejo y delicado.

  7. De acuerdo José luis an "casi" todo lo que dices. Sin embargo como tu señalas hay tanto plagio , por ejemplo en tesis doctorales, que los "tribunales se colapsarían". En consecuencia el tema no es tan trivial y sí preocupante. Por supuesto las soluciones que se buscan tienen muy presente no perjudicar más la labor científica sense structo sino todo lo contrario, eliminar el fraude y la mala parxis (en la medida de lo posible, ási como agilizar y poner a disposición de todos los resultados de las investigaciones.

    Un saludo

    Juanjo Ibáñez

  8. Hola, soy médico cirujano graduado de la Universidad de Guayaquil Ecuador, deseo conocer investigaciones de Homeopatía Médica, por favor, si Horace Freeland o Di trocchio han investigado este tema, muchas gracias

    Atte,

    Dr. Mauricio Quiñonez Mendoza

    PD. actualmente escribo sobre homeopatia en la universidad

  9. Hola Mauricio.

    No, horacio no comnta el tema de la homeopatía. Deben haber varias páginas web sobre el tema. Curiosamente es una de las aficiones de mi hermana que es mçéido epidemiólogo. En Europa cada vez más ciudadanos se tratan con medicinas alternativas como la homeopatía. Una amiga amiga mía alemana es médico homeópata y creo que allí es una carrera oficial, como otras. Ella además tiene consulta. Lamentablemente sufrio hace unos meses un grave accidente automovilístico. Ahora no está disponible. Pero si te acuerdas dentro de unos meses te puedo poner en contacto con ella.

    Un cordial saludo

    Juanjo Ibáñez

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