Sanidad del suelo y salud del hombre (Salvador González Carcedo). 1. Preguntas para plantear el problema.

Desde el principio quiero indicar que, con los conocimientos y reflexiones que verteré en esta nueva serie, no pretendo mas que mostrar que el Conocimiento, aunque sea de un Farmacéutico especialista en Edafología, y Sanitario preocupado, puede ser útil a una elite, socialmente directiva, que no brilla precisamente por su sensibilidad al Saber Científico disponible.  Precisamente, esta Weblog sobre suelos es un claro ejemplo de que lo que interesa a las autoridades y a los ciudadanos camina por senderos diferentes.  Quizás algún día esta afirmación sea historia.  Ese es mi deseo.

 

Hace algún tiempo, curioseando por la Web, me encontré que un grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza que trabajaban en cómo eliminar el Cd de la leche mediante salado. Si les digo la verdad, no buscaba aquello, sino “fisgar” lo que hacía un buen compañero y amigo personal, de cuando éramos estudiantes. Y el recuerdo vino a mi mente “era la técnica del salting in, salting out” que hacíamos en aquellas “nuevas prácticas de Bioquímica, para aprender a fraccionar proteínas”, bajo la dirección del Dr Angel Jiménez Solves, gran profesor y amigo de sus jóvenes colaboradores” (anda que no ha llovido) tras “habernos nombrado alumnos internos” (vieja costumbre que nunca acabaré de agradecerle).

 

Pero el hecho me hizo pensar ¿qué pintaba un grupo de Bioquímica de Veterinaria haciendo estos trabajos?  Sus conocimientos del momento, exponían que si se añadía sal a la leche cuando se hacía el requesón, el Cd que estaba asociado a una proteína con bajo peso molecular que se mantenía en solución, mientras que coagulaba la caseína.  El solución científico-técnica era sencilla y el problema del Cd era un hecho de cierta entidad en Lactología, y quedó en mi archivo mental de cosas a investigar.

 

Sin embargo, al cabo de algunos días me encontré con otra historia. En Bahía de la Plata (Buenos Aires, Argentina) otros grupo de investigadores detectaba, que en sus aguas salobres, había cantidades de Cd , suficientes como para controlar ese elemento en las capturas de los pescadores del litoral.  Se atribuía a que los ríos que confluyen sobre la Bahía aportaban cantidades altas del dichoso elemento, incluidas en partículas suspendidas de lodos de depuradora que el río transportaba. Los científicos asociaban este hecho a que al mezclarse el agua dulce con la salobre, el ión Cd quedaba en libertad. Así los peces podían acumularle. Esto bioacumulación ya se conocía respecto al mercurio.  Luego había que controlar al Cd como otro elemento más.  Quizás no calculaban que este ión estaba unido a proteínas, posiblemente, el auténtico alimento de aquellos peces.

 

Años mas tarde acudí a un Congreso Hispano-Portugués de Química Analítica, en donde una de las preocupaciones era la de controlar la presencia de Cd en las aguas costeras de ambos países, y por extensión, a las de Francia.  Para ello utilizaban al mejillón y a la ostra (costa de Francia) un indicador biológico bioacumulador. Como ambos animales filtran el agua, el Cd se podía medir en ellos mucho más cómodamente.

 

En los dos casos primeros casos, no había ninguna razón aparente que justificara la presencia de un edafólogo. No aportaba nada aparentemente. Pero me permitió participar activamente en el tercero de los casos.  En verdad, la preocupación de los organizadores por la salud del consumidor era lejana, pero existía, lo que es muy loable. Lo que realmente importaba era que “podían dejarse de comprar estos productos, dado el riesgo alimentario que conlleva para la salud del hombre, o dejar de bañarse en aquellas playas”. Después de la ponencia principal inicié una intervención dando un cierto protagonismo a los suelos y a las actividades agrícolas. El defensor de la ponencia me contestó que “no veía relación ya que la actividad agraria junto a las costas evaluadas era casi insignificante” pero me admitió que nunca se había tenido en cuenta la presencia de Cd en determinados fertilizantes o el grado de edafoacumulación en los suelos. La verdad, me quedé perplejo.

 

Estos y otros hechos me ha llevado a pensar en la conveniencia de realizar una serie de aportaciones, ordenadas, en las que bajo el título genérico, sanidad del suelo, salud del hombre, nos hagan reflexionar sobre la importancia del suelo y de su continuum hasta el hombre.

 

A modo de ejemplo veamos algunas de las preguntas reflexivas que me hice con el primer ejemplo:

 

·         ¿la leche tiene Cd? ¿Se controla este parámetro en la leche natural?.  La verdad es que no me la había cuestionado.

·         Hay legislación al respecto sobre la leche que tomamos. Se evalúa en las leches maternizadas. Quién evalúa este parámetro Santidad o Agricultura… Yo tengo cuatro hijos que beben una burrada de leche…

·         Si la leche tiene Cd, ¿lo tiene también la carne de las vacas? ¿Existe legislación al respecto? Controla alguien este parámetro?

·         Y ¿cómo llega a una vaca el Cd?.  Lo más lógico sería pensar en su alimentación, los pastos que come, el agua que bebe..

·         Y a los pastos, ¿cómo llega este elemento?… ¿del aire, del agua o del suelo?  o quizás de todos ellos a la vez.   Pero no nos olvidemos de los fertilizantes, de los fosfatos exactamente.  Por regla general, cuanto más baratos son, mas Cd tienen…

·         La verdad es que el Hombre también es un mamífero. Sabemos que recibimos Cd y tenemos Cd-tioneínas que lo bloquean.  La cuantificación de estas moléculas, diferente en cada tejido, (cerebro, músculo cardíaco, hígado) nos indican el nivel de exposición y de la respuesta defensiva… Luego las posibilidades exposición por nuestro organismo vienen de antiguo. Incluso somos capaces de eliminarlo vía excretas sólidas.

·         Algunas de las fuentes de Cd son las tintas de impresión, el humo de los cigarrillos (nuestra Vicepresidenta ya tiene otro argumento para controlar el fumeque) o la combustión del caucho (los que queman neumáticos en las manifestaciones o la hacen en los vertederos, mejor se arrepientan, please). Luego no todo viene por vía sólida…

 

La verdad es que al suelo se echamos muchas cosas, una de ellas son los residuos orgánicos compostados. ¿Oiga, si los residuos orgánicos están compostados ya son buenos ¿no? . Pues no necesariamente.. y fíjense también el Cd también puede ser tóxico para las bacterias. Aquí, su umbral de toxicidad es inferior al del Cu o al del Cr (si supera una concentración de 9×10-3 se frena producción de biogás). Y el proceso de compostaje lo único que puede hacer respecto al Cd es concentrarle ya sea en los RSU (residuos sólidos urbanos) o en los lodos de depuradota… o eliminarle por vía lixiviados, dada su solubilidad como metal-tioneina bacteriana o fúngica.

 

Reflexionando conjuntamente sobre el primer y segundo ejemplo, (se nota que soy “acumulativo” para los ETP), encontré una similitud entre la solución aportada por los científicos Bioquímicos y “el morir de un río en el mar”: sobre ambos medios se aplicaba una elevación de la concentración salina, claro que si en el primero de los casos “salamos el medio” y en el segundo es el medio el que se sala (las aguas dulces se convierten en salobres)”.  ¿Hasta donde llega el Cd de los vertidos que introducimos en el mar a kilómetros de la costa?.  ¿La solución dada al problema es de correcta aplicación cuando hablamos de la difusividad de un ión o de una especie orgánica que porta Cd, en el medio marino?.  Y no me cuenten que la desalación no es un proceso de acumulación de Cd, entre otros iones y moléculas.  ¿Donde acaban estos nuevos residuos?…

 

Hecha la luz como “ex” de la Bioquímica, me quedé tranquilo, el Cd en los lodos, en la leche, en el suelo y en el hombre no se encuentra habitualmente como un metal libre sino como una metal – proteína.  Pero mi tranquilidad mental duró poco, tenía que justificar cómo podía llegar desde nuestra Castilla agraria o desde los montes de Galicia (con el régimen pluviométrico presente y la acidez de sus suelos) hasta el mar.  Si las Cd-proteínas (de bajo peso molecular) tienen una gran movilidad, distinta a la del ión Cd, se facilitaba su movilidad a grandes distancias usando los procesos de lavado, las corrientes de agua…. Solo los fertilizantes, los compuestos húmicos (denominando como tal a los poliaromáticos) y los complejos organominerales serán la causa de edafoacumulación temporal del Cd.

 

Si embargo las metalo-tioneínas justificaban mis preocupaciones al intervenir en el tercer ejemplo. Pues ello puede abrir el problema de las contaminaciones transferidas País a País.  Quizás una evaluación del agua o de los sedimentos del pantano salmantino de Santa Teresa pueda dar alguna pista.

 

Para los que hablan de acumulación bacteriana de metales pesado en bacterias, mediante metalo-tioneínas, mejor lean el trabajo de Carlos Cervantes perteneciente al Instituto de Ciencias Químico-Biológicas de Moreila, Michoacan, “Mecanismos de expulsión de metales pesados en bacterias” BEB 19 (1): 24-31 , que en castellano explica mejor que yo que es lo que pretendo decir.

 

Y claro, si esto la hacen las “bacterias” en el laboratorio, también lo harán las de la rizosfera de vegetales. Las bacterias les dejan Cd en forma quelada junto al tricoblasto. ¿Que hará la planta? Y mira que si algunas de las plantas que pastan las vacas en el monte, acumulan Cd, aunque solo sea en pequeñas cantidades… (las vacas comen diariamente mucho pasto, tanto en Burgos -segunda productora de leche de Castilla y León- como en Galicia y de acuerdo con la formativa comunitaria deben de pastar al aire libre).  Nuestro colega Gil Sotres sabe mucho de este problema… (veamos si se anima a cooperar ante mi tamaña provocación, dado que los tres post de castigo de Calochi no los veo je,je)

 

 

Saludos cordiales,  cuídense y no se atosiguen, esto es sólo Ciencia. Y preguntillas que me voy haciendo, esta vez con mas preguntas que respuestas.  Si el Cd es bueno o malo se lo cuento otro día ¿vale?

 

Salvador González Carcedo

 

Pdta.  Jefe, ¿así está bien de longitud?. Espero que no te vuelvan a reñir… para mi mejor, hago mas artículos.

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7 comentarios

  1. Salva,

    Así esta bien. Buen chico. pero no más largos ¿vale?.

    Un abrazo ya que Caleoche sigue sin contestar.

  2. Salva, creo que entre otros animales humanos, los edafólogos, debemos recordar los expresado por Pasteur según Voisin en "Nueva Leyes Científicas en la aplicación de los abonos".

    La agricultura guardiana de la salud humana.

    Como yo mamé la medicina humana y por deformación profesional soy agrónomo, lo veo como lo mas natural.

    Voisin sugieria un binomio, agrónomo-médico, aunque los veterinarios de campo saben que el suelo hace al animal.

    Creo que si ademas consideramos, que nuestras actividades por si solas alteran las cadenas tróficas dentro del suelo, teniendo como consecuencia la compactación, pérdida de fertilidad, erosión, salinización y mucho etcerteras. Pero además contribuimos con el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono por una parte. Mientras que por otra los contaminantes, van a tener efectos tanto en forma casi inmediata, como después de varios siglos en nuestros manantiales.

    Una de nuestras culturas llamada Huasteca, pariente de la famosisima Maya, tiene una diosa llamada Tlazolteotl, conocida como nuestra señora de las inmundicias, que parece lo era de los psicólogos. Pero bien pudiera ampliar su covetura.

  3. decidme 5 microorganismos buenos para el ser humano que me lo han pedio en el instituto

  4. Yo te envío dos (la mitad de la pregunta del profesor:

    Lactofilus (eso de los bífidus activos del Yogour) Sirven para recuperar la flora intestinal después de una diarrea.

    Sacaromices cerevisie (ya tomas cerveza?). El uso de esta levadura sirve para depurar la sangre.

    Busca los otros tres o pregunta a un farmaceútico. Con esto "casi apruebas".

    Salvador

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