Globalización Económica y Energía o ¿Locura Colectiva?: Del G8 a la OPEP Pasando por El Vaticano

¡Madre Mía como está el Patio!. Otro día que dejaré de lado los asuntos edafológicos para mostraros como se está perdiendo el juicio. Recuerdo que cuando se comenzó a hablar de globalización, en la revista Investigación y Ciencia apareció un artículo sobre lo que conllevaría la nueva revolución económico-tecnológica: Equitatividad o riqueza para todos(¿?), flexibilidad de horarios (¿?), respeto por el medio ambiente (¿?), y como no, desarrollo sostenible (¿?). Con vistas a ilustrar su panfleto propagandístico, se mostraba una foto de un hombre con su portátil, trabajando en una paradisíaca isla del caribe bajo una sombrilla con un “coco loco” en sus labios. Eso si que parecía ser deslocalización, y de las buenas!. Ya vemos lo que ha sucedido. Ayer mientras en el G8 seguía debatiéndose sobre cuestiones energéticas, la OPEP amenazó a occidente alegando que de seguir con su política de biocombustibles, aumentarían escandalosamente el precio del crudo (por si no lo saben, nos llevaría a una recesión económica sin precedentes, o quizás a algo peor). Seguidamente leo que el precio del Uranio se ha disparado hasta valer 12 veces más que en 2002 (se trata de almacenar todo lo posible, pero ahora India y China andan desenfrenadas), lo que repercutirá gravemente en el precio del Kwh nuclear. Y ahora entra en juego el Vaticano advirtiendo que la tala de bosques es pecado mortal (¡gracias a Dios!, con todo mi respeto), mientras que tirar un plástico al suelo sería “venial» (menos mal también). Vamos que el cielo se va a quedar vacío de blancos por unas cuantas generaciones. Finalmente en China anuncian que las medidas necesarias para conciliar su expansión económica y respeto al medio ambiente conllevaría la miseria de millones de compatriotas (que por cierto están muriendo como moscas con su revolución al estilo del siglo XIX en UK). Profundicemos un poquito, porque yo ¡alucino!

 

 

 

Nuestros ejecutivos que talan el Amazonas

Para implantar la agroenergética están cometiendo

pecado mortal, de acuerdo al Vaticano.

Se presume una avalancha y colapso en sus calderas

Portal del Medio ambiente

 

Pues sí, excepto la entrada en juego de la Iglesia, todo se antoja un desatino. Comencemos por la nota de prensa que nos informa de que: La OPEP amenaza con un alza del precio del petróleo si Occidente apuesta por los biocombustibles. Apareció en el Portal del Medioambiente, ayer 7 de junio de 2007. Se ve que los países exportadores de petróleo  están sumamente preocupados por las repercusiones de las políticas agroenergéticas de los países ricos en sus “sustentables” economías nacionales. Y no es para menos; la producción de biocombustibles a escala mundial fue del 1% en 2005. A lo peor sube al 2% para 2010. Tremendo e injusto varapalo para ellos. Empero supongo que harán una rebaja a los países pobres porque si no (….). De llevar a cabo su amenaza, lo cual dudo, la recesión económica podría llevarnos al borde del colapso, y no se si algunos países estarían dispuestos a consentirlo, por lo que (… mejor no pensarlo). Yo no soy amante de la agroenergética, aunque si de los biocombustibles obtenidos por otras vías (como el reciclado), pero tener un chalet de menos en Marbella no es para rasgarse las vestiduras ¿O si? Deberá aclararse debidamente esta amenaza, con un potencial efecto boomerang, que inconcebiblemente no parecen tener previsto ¿Sus cabecitas funcionarán adecuadamente?. Habrá que esperar a que aclaren las razones.

 

En el mismo Portal, hoy 8 de junio de 2007, también aparece la mentada noticia sobre la subida desorbitada del Uranio. Y es que China y la India están haciendo acopio de grandes cantidades, ya que son muy previsores. Entre Nucleares sí y nucleares no, ahora habrá que analizar otros “escenarios alternativos”, Vaya por Dios ¿vuelta a empezar?

 

El personal está contento porque el G8 ha parecido alcanzar un acuerdo “relativo”, con vistas a reducir las emisiones de gases de invernadero. ¡Pero por el amor de Dios! Si Jorge Arbustos juega todos los días con nosotros dando un paso adelante y dos a tras. ¿Nos vamos a tragar otra vez la misma píldora? Y mientras tanto China, ya ha dicho que “tururú y sabemos como se las gastan. También en investigación y ciencia, hace años, nos advertían (es probable que tendenciosamente) que si China se abriera al libre mercado podía generar un roto a la economía mundial sin precedentes. El autor, para ilustrarlo, hizo sus cálculos en un supuesto escenario, en el cual cada chino comiera carne una vez a la semana. Conclusiones devastadoras: los carnívoros íbamos a tener que ir al caza de los “codillos” de todo aquel que se cruzara en nuestro camino. ¡Menudo panorama! Pero las oportunidades de negocio en una economía global volvieron a poner las cosas en su sitio. Las multinacionales además se deslocalizarían mucho mejor en el mercado asiático, y les abrieron los brazos. Hoy los ciudadanos hemos perdido calidad de vida, mientras los grandes consorcios siguen frotándose las manos a costa de todos. Pero sobre todo, si USA y China siguen sin pasar por el aro, todo lo que hagamos no serviría de nada. No veo que se aclare el horizonte.

 

Y aquí entra la Iglesia a poner orden: “Para el Vaticano quien destruye el medio ambiente comente un pecado grave (Publicado hoy en  el  diario «Il Messaggero»).  Eso sí, tirar una bolsa de basura al suelo sólo es pecado leve. Aplaudo la noticia, ya que todos los que están en la foto de arriba desforestando más y más, ahora para inundarla de cultivos de biocombustibles, deberían ir al infierno. Yo iría más lejos, y reclamaría la excomunión, ya que como nos vuelve a informar hoy el portal del Medio Ambiente, la agroenergética (que no los biocombustibles en si mismos) están haciendo más mal que bien a los desheredados de este mundo globalizado, es decir a la mayoría de los moradores del planeta. Sin embargo, como ya dije en otro post, difícilmente vamos a solucionar los problemas ambientales si los líderes religiosos mantienen que no debe haber control a la natalidad porque si no, también pecado mortal (Cumbre del Cairo de hace unos años). Detecto aquí una inconsistencia. Aunque no deseo meterme en asuntos religiosos, debemos finalizar con una seria reflexión.

 

 

 

“Cuando el Destino nos Alcance”

Soylent Green (1973)

 

Mientras en occidente seguimos gastándonos la “intemerata” de dinero para alargar la vida todo lo posible y porque no, alcanzar la inmortalidad, reclamamos aumentar la tasa de natalidad con vistas a que la población no se envejezca. En un mundo cuya capacidad de carga ya está (….) seguir con esta política demográfica no puede acarrear otra cosa que la destrucción de muchos más recursos. La única alternativa viable para occidente es el “esclavismo”. En otras palabras, un mundo con ciudadanos muy longevos, ricos o inmortales (pocos), y esclavos (que cuando ya no sirven, se tiran a la basura, o se reciclan como en el film de ciencia ficción Soylent Green. Esta película magistralmente interpretada por nuestro amigo pacifista “Charlton Heston” versaba sobre los restos de un mundo colapsado por las enfermedades y la contaminación. Los ricos y sus “curritos” vivían tras una muralla, mientras que la inmensa mayoría era abandonada a su suerte. Los “curritos” que morían eran reciclados en forma de galletas verdes denominadas «Soylent Green”, que eran preferidas a las elaboradas con algas, etc (eso sí que era reciclado). Pues bien, su “profético” título en castellano fue “Cuando el Destino Nos Alcance”. Hay días que uno piensa que, efectivamente, nos está alcanzando. Mi cabeza anda confusa, ya no se si las predicciones de la ciencia ficción se acercan más a la realidad que las de los modelos económicos y las que barajan la OCDE, Banco Mundial, etc.

 

Lo dicho, estamos locos de remate y esto parece que no tiene remedio. Eso si, por lo menos la mayoría iremos a parar al infierno, mientras en el cielo descansaran una ingente cantidad de angelitos negros”.

 

Juan José Ibáñez

Totalmente desconcertado

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