Ecología del paisaje y Biogeografía: Islas Inmersas en Mares de Tierra

En un post anterior realizamos una introducción a la Ecología del Paisaje. Ya os comenté que se trata de una disciplina en boga. Mientras la ecología en su sentido estricto focaliza su atención en el estudio de la estructura y dinámica de los ecosistemas, la primera analiza las relaciones espacio-temporales de los que constituyen un paisaje determinado. Más aun, la utilidad de tal rama del conocimiento va más allá de sus objetivos iniciales, pudiendo aplicarse también al análisis de las estructuras abióticas de un territorio concreto, como lo son los suelos y sus patrones de distribución. En este post abundaremos sobre el tema, al observar como la teoría de la biogeografía insular, principalmente diseñada para el estudio de las islas y archipiélagos ha resultado ser de suma utilidad a la hora de indagar los paisajes puramente continentales.  

 

 

 

Unidades básicas en ecología del paisaje

Fuente: Arizona’s Riparian Areas

 

Hace ya tiempo, escribimos un post titulado: “Edafodiversidad y Biodiversidad 14: Relaciones Taxa-área (SPARs), la teoría de la biogeografía insular”, en el cual explicamos como el núcleo central de la biogeografía, e incluso de la biología de la conservación pivota sobre la denominada Teoría de la Biogeografía insular. Como ya escribimos en aquella ocasión:

 

La teoría de la biogeografía insular [Theory of Island Biogeography] propuesta por McArthur y Wilson entre 1963 y 1967, parte de la premisa de que el número de especies que residen en una isla (o en un hábitat aislado) es el producto  de un equilibrio entre las tasas de extinción y migración de especies que ocurren en ella. El objetivo de la teoría consiste en explicar la dependencia del número de especies respecto a aquellos factores ambientales que lo condicionan (p. ej. área, latitud, proximidad y magnitud de las áreas fuentes de donde proceden las especies, que en el caso de un sistema insular podría ser la distancia al continente más cercano).

 

Aunque la teoría fue originalmente propuesta para explicar los patrones de biodiversidad en sistemas insulares (tanto para las denominadas islas «oceánicas» -de origen volcánico- como para las de naturaleza continental, separadas de los continentes por las subidas del nivel del mar), también ha dado resultados satisfactorios para «islas» o «parches» de fragmentos de bosques en «un mar» de tierras agrícolas, charcas, cuevas, comunidades relictas de origen glaciar en las cimas montañosas, etc.

 

 

 

Elementos básicos del paisaje

Fuente: el pdf del siguiente enlace

 

En otro post que siguió al anterior “Relaciones especies-área (SPARs): Cuando los científicos se obcecan y las aproximaciones matemáticas dejan de ser exactas (pero ver también este y este), ya abordaban la debilidad de las premisas teóricas de la propuesta de McArthur y Willison, debido a que una de sus predicciones teóricas más veneradas (que el número de especies incrementa con el área de acuerdo a una ley potencial cuyo exponente resultaba ser más o menos 0, 25) también aparecía al analizar las relaciones entre tipos de suelos (edafotaxa) y el área de las islas. Sea como sea, la ubicuidad de la ley potencial mentada se mantiene en tierra firme, si bien cambia el valor del exponente.

 

 

Parches de diverso tamaño en una matriz

Fuente: Conservation Networks

El ser humano a fragmentado los paisajes naturales de tal forma que mantener su biodiversidad resulta (cuando se intenta) una  tarea difícil. La biota vive en comunidades, es decir, los organismos no se distribuyen arbitrariamente. Para poder sobrevivir deben hacerlo generalmente en grupo (con vistas a mantener sus interacciones beneficiosas) y en hábitats concretos que ellos mismos ayudan a construir en su interacción con las estructuras abióticas del territorio. Resulta totalmente ingenuo pensar que los flujos de energía y materia se realizan en su totalidad dentro de un ecosistema concreto. Muy por el contrario, aquellos son condicionados por la estructura del paisaje, y por lo tanto dependen también de otros que están a su alrededor. En consecuencia, la destrucción de un ecosistema pueda alterar o condicionar la persistencia de otros. 

 

 

 

Generando conectividad por corredores entre

Los parches naturales de un paisaje

Fuente: Conservation Networks

 

Pues bien, imaginémonos que se desea realizar un diseño paisajístico en una región dominada por cultivos (es decir en una matriz) entre los cuales permanecen bosquetes de vegetación potencial (es decir parches) de diverso tamaño forma y aislamiento (distancia a los restantes). El objetivo debiera ser preservar al menos los mínimos posibles (e incluso potenciar el crecimiento de los necesarios), de tal modo que también lo haga la biodiversidad existente y la funcionalidad del espacio geográfico que los sustenta. Para ello, parte de la biota debe poder trasladarse de unos a otros, ya sea activamente (muchos animales y propágalos de los que se diseminan asociados a los cuerpos de los primeros) como de forma pasiva (dispersión de propágalos de los vegetales por el viento). No cualquier configuración de estos bosques-isla (atendiendo también a su tamaño) resulta ser válida.  Resulta indispensable una distribución espacial óptima que garantice, o incluso aumente, la variedad de organismos salvajes existentes.

 

 

 

“Efecto de Borde” en parches de diferente tamaño

Fuente: Conservation Networks

 

Debido a que el número de especies aumenta con el tamaño o extensión del hábitat, un bosquete pequeño albergará menos número de ellas que otro grande. Imaginémonos de nuevo que en un determinado espacio geográfico agrícola disponemos de muchos bosquetes de reducidas dimensiones, pero no de otros grandes. Bajo estas condiciones sería muy difícil mantener la biodiversidad, por cuanto muchas de las especies que se desarrollan bien en los bosques-isla (parches) de mayor extensión no pueden hacerlo en los de reducidas dimensiones. Con vistas a preservar las verdaderas especies forestales se requiere un ambiente nemoral (sombra intensa bajo la canopia del arbolado a la que se asocian organismos vivos característicos) que difícilmente puede acaecer en bosques muy pequeños en los que domina el denominado efecto de borde y las especias asociadas a tales condiciones (vegetación de orla). Más aún, la biodiversidad de estos parches sigue un patrón anidado, de tal modo que las masas de bosque natural mayores albergan los de las menores y añaden otras más.  Se trata de la teoría de los subconjuntos anidados, de la que ya hablamos en este otro post: Biodiversidad, Edafodiversidad y Teoría de los Subconjuntos Anidados.  Curiosamente yo mismo demostré que lo mismo ocurre con los suelos, aunque como es de esperar los mecanismos subyacentes son distintos (espacio, fisiografía y génesis geomorfológica).

 

Pues bien, partiendo de tal información básica (y otra algo más sofisticada) es posible realizar tales diseños paisajísticos, si se disponen adecuadamente en el espacio los bosquetes en función de su número y tamaño.

 

Sin embargo existen otros muchos ejemplos de parches continentales de los que expondremos tan solo dos en aras de la brevedad.

 

Vegetación relicta asociada a turberas de alta montaña

 En las cadenas montañosas de muchos países, como en el caso de España mediterránea, existen turberas que cubren antiguos nichos y/o lagunas glaciares colmatadas. En nuestras latitudes, la geomorfología glaciar es una reliquia de los periodos fríos cuaternarios. A menudo, estos ecosistemas se desarrollan tan solo en las cimas más altas, estando estas más o menos aisladas entre sí. Pues bien nos encontramos en el mismo caso topológico que en el de los bosques islas (parches) en mares (matriz) de tierra cultivada. Cada uno de estos nichos (parches) posee tamaños diferentes. El mar aquí puede ser equiparado al resto del territorio montano. Si se desea proteger la vegetación que albergan, habrá que acudir a las mismas técnicas de análisis y diseño. Tan solo un comentario. En realidad la vegetación no es en si misma la relicta, sino los suelos que requieren (turberas). Ahora bien estos solo pueden generarse bajo condiciones fisiográficas concretas, que son las verdaderos fósiles del pasado, por cuanto tales modelados no pueden producirse en la actualidad. Empero los ecólogos suelen soslayar este hecho, lo cual les distancia del nudo gordiano del problema.

 

Los Tepuyes del Escudo Guayanés

En un post anterior ya hablamos de los maravillosos tepuyes del Escudo Guayanés. Si leéis el post comprobaréis que se trata de montañas relictas de cimas planas y a menudo inaccesibles de cientos de millones de años de antigüedad. Una vez más tales relieves pueden considerarse como parches que emergen de en una matriz por donde crece el boque tropical húmedo o la sabana, según su localización geográfica. Se sabe que cada uno de estos montes-isla, culmina en una plataforma llana (cacuminal) que atesora una biota rica en endemismos que aun permanece por catalogar, describir y clasificar, en gran medida. Sus ensamblajes de suelos también son prácticamente desconocidos. Existen cientos de tepuyes de diversos tamaños y altitudes. Pues bien, podemos de nuevo apelar al auxilia de la teoría de la biogeografía con vistas a diseñar una reserva que proteja la mayor diversidad posible y sus paisajes de suelos representativos.  Tan solo se requiere utilizar la misma metodología, si se dispone de un inventario representativo de la biota (o los suelos, según nuestro objetivo) en función de la frecuencia de tamaños de tales unidades. Obviamente no todo es tan sencillo en la práctica, empero este es un inicio que no se puede soslayar. 

 

En el próximo post sobre ecología del paisaje atacaremos el tema de lo que se ha convenido en denominar la textura del paisaje.

 

Juanjo Ibáñez    

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7 comentarios

  1. Soy estudiante de pregrado de la Universidad de la Amazonia, en el departamento del Caqueta, Colombia….. Lei su articulo sobre Ecologia del Paisaje y me ha resultado bastante interesante ya que mi trabajo de grado esta relacionado con este…. Quisiera obtener mayor informacion sobre los SIG, especialmente sobre ArcView, ya que en esta ciudad no hay quien me oriente sobre el tema y me es muy necesario para el desarrollo de mi trabajo de grado…

    le agradezco cualquier informacion que me pudiese brindar….

  2. Felicitaciones, Juan José. Como siempre un exelente artículo.

    Lo felicito por el blog, lo he visitado desde hace bastante (pero nunca comento).

    Jenniffer Tatiana yo soy de Ibagué, Colombia. Estudiante de Biología de la universidad del Tolima y también estoy haciendo la tesis en ecología del paisaje (fragmentación del bosque seco tropical del centro del Tolima).

    Gracias, Suerte!

  3. Hola Luis y Jenniffer,

    Gracias por vuestros comentarios y poner el nombre (aquí casi todos son anónimos). Ya comienzo a incluir más post sobre ecología del paisaje (al año que viene me tocará impartir la signatura) y en poco tiempo comenzaremos a hablar de la fragmentación del hábitat y sus efectos.

    Espero que un día escribáis un post para mostrarnos vuestras experiencias

    Un afectuoso saludo

    Juanjo Ibáñez

  4. Jennifer,

    Lamento no haberte aconsejado pero se reciben decenas de estas peticiones y me resulta imposible hacerlo. Pienso que en la Web y especialmente en inglés hay mucho. En España pronto comenzarán a abrirse los contenidos de los cursos en la WEB y podrás tener más información. Yo trabajo con expertos en el tema, pero no lo uso directamente. Poco te podría decir.

    Saludos Cordiales

    Juanjo Ibáñez

  5. Estimado Dr. Ibánez

    Soy bióloga y trabajo en el servicio geológico de Argentina. Estoy interesada en realizar algún curso de post grado en métricas del paisaje en la modalidad a distancia.

    Le agradecería recibir información sobre cursos que aborden esta temática, ya que trabajo en la elaboración de mapas de vegetación actual con el manejo de imágenes satelitales y entiendo que esta capacitación me sería de gran utilidad.

    Gracias por su atención.

    Sandra Cavallaro

  6. Hola sandra,

    No soy cosnciente de ningun curso on line de Ecología del Paisaje, ainque puede haberlos.

    En internet he encontrado estos enlaces sobre cursos a distancia de ecología del paisaje que pueden ser de tu interes. Desconozco su calidad. Pero al menos son de tu tierra: Argerntina

    http://www.agro.uba.ar/ced/tem_paisaje.htm

    http://www.paisajismoargentino.com/Documentos/info/ASADEP%20Boletin_Nro3.pdf

    http://ar.emagister.com/gestion-ambiental-metropolitana-gam-cursos-2532051.htm

    Espero que te sirva de ayuda.

    Un saludo cordial

    Juanjo Ibáñez

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