Da gusto escribir un post acerca de descubrimientos interesantes de edafólogos hispanopartantes. Y como Español más aun si los investigadores responsables también lo son. El artículo en cuestión en donde se exponen los resultados del estudio también ha llamado la atención de los medios de difusión científica norteamericana, apareciendo una reseña, por ejemplo en Terradaily. Sin embargo, como esta bitácora se escribe en castellano, haremos uso de la nota de prensa aparecida en El Mundo Digital de la que se ha hecho eco el boletín de noticias mi+d. Para ser más concretos, el titular es el siguiente: Científicos españoles descubren la riqueza orgánica del polvo que llega del Sahara. Digamos antes de empezar que la investigación parece haber desvelado muchos aspectos tanto o más interesantes. Esperamos que sea corroborada en posteriores indagaciones llevadas a cabo por estos y otros autores, uno de los cuales pertenece al Departamento de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Granada.  Ya hemos hablado de la importancia del polvo atmosférico sahariano, en la génesis de los suelos españoles, sobre la intensidad y frecuencia de los huracanes en el caribe, etc. Por lo tanto permitirme que no la analice en detalle, sino que haga énfasis en los aspectos más novedosos e intrigantes de la misma. Lamentablemente no dispongo del artículo original, por lo que tengo que sujetarme a lo comentado en la mencionada nota de prensa (la norteamericana tampoco aporta mucho más).

 

 

 

Fuentes principales de emisión de polvo atmosférico.

Fuente: Global desert Outlook

 

El que el polvo que proviene del Sahara vaya estructurándose conforme realiza un tour por diversos espacios geográficos, llegando a nosotros en forma de agregados estructurados ricos en materia orgánica, esqueletos de algas, azufre de origen volcánico, esqueletos de diatomeas, sales, polen, virus, fósforo, hierro, calcio, etc. es intrigante. Según los autores el tamaño de estos agregados aumenta según van adhiriéndose nuevo material. De este modo, lo que nosotros recibimos no es en parte (también se deposita polvo más convencional) lo que es arrancado desde las zonas áridas del Chad. El mecanismo me ha recordado a otros muchos que he leído de investigaciones astronómicas y geofísicas. Más concretamente me refiero a la génesis de los planetas por acreción de planetesimales, o a la de los continentes por acreción de litosferoclastos, entre otros múltiples procesos. Yo postularía que se trata de un nuevo mecanismo de la que podría muy bien calificarse como acreción del polvo atmosférico. Sin embargo, “el tamaño no es lo más importante” (como en otros muchos aspectos de la vida), sino el incremento en la complejidad de los mismos conforme viajan. No es extraño que del caos emerja el orden, por cuanto las ciencias de la complejidad así lo han demostrado. Simplemente es un proceso natural de auto-organización de la materia en estructuras de complejidad creciente. Tampoco resulta novedoso el transporte de potenciales patógenos (y menos aun del polen), por cuanto estudios previos ya lo han demostrado (ya hablaremos de este tema en otro post). Dudo seriamente que sea un producto del calentamiento climático, por cuanto los elementos contenidos en estos sorprendentes agregados, a los que los autores del trabajo han denominado, iberolitos, existen en la atmósfera de forma natural (si es que en el artículo original no aporta información adicional al respecto). Obviamente, como señalan los autores, también fertilizan al suelo, pero tampoco este tema es nuevo. ¿Producir salinidad?. Tal vez, pero solo en ciertos tipos de suelos ya que para ciertos edafotaxa será una bendición. Pero que nos lluevan agregados generados en la atmósfera, con unas características tan especiales, si que es muy novedoso (que yo sepa).

 

 

Iberulito microscoía electrónica.

Fuente: Jesús Párraga Martínez

jparraga@ugr.es; Universidad de Granada

Extraída de Eurekalert

 

En términos coloquiales podríamos decir que las partículas arrancadas de África por la erosión eólica se me antojan algo parecido al autobús escoba de una carrera ciclista. Los corredores que abandonan durante el trayecto son recogidos por este, formando un “agregado de deportistas extenuados. Del mismo modo, la investigación sugiere que las propiedades radiativas de una tormenta de polvo (que como ya os he comentado parecen afectar incluso a la magnitud-frecuencia de los huracanes del Caribe) pueda modificarse según transcurre por la atmósfera y dependiendo a su vez de las áreas geográficas por las que transita. De confirmarse este hecho se complicará más aun la comprensión del efecto de los aerosoles sobre el clima terrestre.

 

 

 

Partículas biogénicas en el polvo atmosférico.

Fuente: The Project Gutemberg

 

Para finalizar una cifra muy interesante es la deposición anual de 24 gramos por metro cuadrado del polvo, los iberulitos y otros elementos y/o partículas, en las zonas estudiadas. En principio no parece mucha cantidad, ¿verdad? Ahora bien, el suelo no es un recurso renovable a corto plazo. De hecho, suele tardar cientos o miles de años en formarse. Imaginemos 2000, por citar tan solo un ejemplo plausible. Pues bien, entonces hablamos de 48 kilos de materiales para la misma superficie, lo cual sí es una cifra relevante que debe ser tenida en cuenta como un factor formador del suelo adicional que añadir a las aportaciones de los denominados materiales parentales, que por estas razones dejarían de serlo tanto, en ambientes de estas características. Obviamente la cifra variará. Personalmente, he visto una tormenta de granizos rojos de unos 30 minutos de duración en Valencia (ya lo explique en el post del último enlace) que dejo una cubierta de partículas sobre los coches de más de 5 cm. de grosor. Estos eventos más inusuales pueden hacer ascender considerablemente la cantidad de kilos estimada, si ocurrieran con una frecuencia de unas decenas de años.

 

Sería interesante comprobar si existe una relación entre la riqueza, diversidad de compuestos que forman parte de los Iberulitos, su autoorganización y propiedades. Si se dispone de tales datos podrían quizás obtenerse conclusiones aun más interesantes, como ya hemos mostrados en nuestros numerosos post sobre diversidad, complejidad y fractales. Pues bien, os dejo con la noticia y envío mi más cordial y sincera felicitación a los autores.     

 

 

Juan José Ibáñez

 

 

Científicos españoles descubren la riqueza orgánica del polvo que llega del Sahara

Parte del polvo del Sáhara que ensucia los coches durante las tormentas de verano tiene gran importancia para la composición de los suelos mediterráneos. Se trata de los iberulitos, unos agregados minerales que viajan desde el corazón del desierto cargados de agua, virus, plancton, sales y hasta partículas vegetales, que han sido descubiertos por dos científicos de Granada.

 

FUENTE | El Mundo Digital

 

Jesús Párraga, de la Universidad de Granada, y José Luis Díaz Hernández, del instituto andaluz de investigación IFAPA, llevan seis años realizando muestreos semanales del polvo atmosférico, que se analiza en el Centro de Instrumentación Científica de la Universidad.


El objetivo de Díaz Hernández, que fue quien inició el trabajo, era estudiar cómo afecta el cambio climático a los suelos.


Fue así como descubrió la existencia de unos agregados minerales esféricos, de no más de un milímetro, que llegan a la atmósfera peninsular tras realizar un largo viaje desde África central y que no se conocían hasta ahora. Según sus estimaciones, estos aerosoles suponen en torno al 30% de todos los que llegan desde el desierto.


Una de las rutas que han identificado los investigadores de Granada parte desde la depresión Bodelé, en Chad, donde hay diatomeas (esqueletos de algas microscópicas) que levanta el aire. «Como son muy porosas vuelan a gran distancia arrastradas por el viento», explica Díaz Hernández. Estas partículas, lentamente, y según comprobaron los científicos, van aumentando de tamaño al chocar unas con otras.


En su recorrido, captan vapor de agua, que se condensa sobre los iberulitos en forma de gotas de agua. A su paso por Canarias se ha comprobado que también incorporan dióxido de azufre (SO2), captado del ambiente volcánico, del mismo modo que en la costa recogen plancton. Incluso han identificado sales, polen y virus, incorporados a lo largo de un viaje que puede durar varios días.


«Hemos descubierto que estos aerosoles no son sólo minerales, sino agregados de compuestos que reaccionan con gases en la atmósfera, provocando que se limpie de dióxido de carbono, es decir, acaba con la lluvia ácida. También tienen un efecto radioativo, es decir, reducen la radiación solar externa«, explica Díaz Hernández.


UN REGALO ATMOSFÉRICO


Para este investigador «la atmósfera nos envía un regalo manufacturado por ella, que nos dice que las leyes naturales son capaces de sacar del caos formas muy bellas y estructuradas internamente, a pesar del régimen turbulento en el que se crean«.


La parte negativa de los iberulitos, llamados así porque se han descubierto en la Península Ibérica, sería que pueden llegar a salinizar los suelos y que los virus y bacterias que transportan pueden ser dañinos.


Pero, por otro lado, aseguran que pueden servir como indicadores ambientales o paleoclimáticos. Es más, según señalan en la revista ‘Geochemistry & Geophysics’, del Journal Citation Reports, también deberían tenerse en cuenta al estudiar la formación de los suelos mediterráneos, a los que llegan 23 gramos por metro cuadrado de polvo sahariano cada año.


Lo que aún no se sabe con certeza es si los iberulitos han existido siempre o son fruto del aumento global de las temperaturas. «En 1992, cuando comencé mis investigaciones, no los encontré. Por ello, creemos que pude tener que ver con que el polvo aumenta con el calentamiento. De hecho, este año que ha hecho menos calor, hemos recogido menos iberulitos», concluye el científico.


Autor:   Rosa M. Tristán

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6 comentarios

  1. Estupendo post, ¿alguna función gaiana? Yo diría que sí, y probablemente no solamente en la formación de los suelos.

  2. Buenas tardes, no sé si mis palabras llegarán a algún sitio o se perderán en este universo de partículas q nos rodea…yo tengo la suerte de tener una impresión original del artículo al q usted hace referencia, dedicado por D. Jesús a mi hijo.
    Un saludo

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