Sufrimos “casi todos” unas festividades navideñas más tristes de lo normal debido a las crisis crediticias y alimentarias. Claro está, que unos nos podemos llevar algún exquisitez a la boca, mientras que otros dormirán con el estomago vacío. Eso si, una buena parte de los que han conducido al mundo a esta situación no se privará de nada. Para eso están los paraísos fiscales, ¿verdad?. Dejar a buen recaudo lo que se han robado impunemente a miles de millones de personas. Y aun están los que defienden la libre regularización de los mercados. La cara dura de de estos ejemplares no tiene límites. La globalización no es mala en si misma. Todo depende de lo que se pretenda globalizar. Los seres humanos vivirían mejor, en general, si hubiésemos “globalizado” toda la sociedad en su conjunto. Un mundo más equitativo y desprovisto de miseria e injusticia es lo que desearíamos muchos. Y más aun en estas fechas. ¿No iba en esa dirección la Carta de los Derechos Humanos?, por no hablar la de los niños, la mujer, etc. No os aburriré con más lamentaciones. Francisco Sáenz, quien nos regaló un post titulado: Agricultura Ecológica en un Mundo Globalizado: La Percepción de un Docente”, me envía todas las semanas material de diversa índole. Últimamente, “Paco” ha dejado dos regalos muy interesantes en mi buzón de correos. Uno de ellos se me antoja idóneo para esta noche, y el otro lo dejaré para mañana. Se trata de una canción globalizada. Ojalá el futuro nos depare algo así y no los frutos de la codicia que sufrimos.


 

Feliz Noche Buena para todos, pero en especial para todos aquellos que, por estar tristes o solos, se acerquen esta noche a la pequeña ventana al mundo que intentamos alentar desde “Un Universo Invisible Bajo Nuestros Pies”

 

Juan José Ibáñez

Compartir:

Un comentario

Deja un comentario