¡Aleluya!, al fin España, como otros países desarrollados de nuestro entorno, parece pretender constituir un comité de ética científica. ¡Ya era hora! Eso sí, siempre en el furgón de cola, para variar. Al parecer, algunos rotativos, o no se enteran, o pretenden denostar la iniciativa confundiendo el agua y el aceite. Ya hablaremos de este tema después. Venimos denunciando en esta bitácora la necesidad de este tipo de empresas con vistas a crear un verdadero código deontológico para la carrera científica. La prensa internacional (general, especializada e institucional) se viene haciendo eco del incremento en los casos de fraude y mala praxis científica en casi todos los países. Por estas razones, muchos de ellos, ya crearon órganos con vistas a salvaguardar la integridad de la investigación, así como velar porque algunos de sus integrantes no sufran las consecuencias de los que carecen de escrúpulos. Ciertos colegas, ante tanta competitividad, no saben guardar las formas y caen en prácticas deshonestas. Lo hemos reiterado una y otra vez en los post guardados en nuestra categoría “Fraude y Mala Praxis Científica”. Esperemos que los futuros miembros de tal comité se tomen el tema muy en serio. Son  muchos los que esperan la oportunidad para lanzar sus denuncias. Si se imponen unas reglas del juego serias y trasparentes, no duden que saldrán del armario con vistas a demostrar que no es oro todo lo que reluce. Recibimos numerosas cartas de quejas (y en especial de jóvenes contratados y becarios), aunque siempre para contarnos sus tragedias, pero rogando que les mantengamos en el más absoluto anonimato (pánico padecen los pobres).  Sin embargo, algunos periodistas, o no se enteran, o no quieren enterarse, pretendiendo sacar partido político de una propuesta más que necesaria.

 

 

 

Científicos Tramposos, Noticia y foto en “El País”

 

Un Comité de “Ética debe servir para sentar las bases sólidas de un código deontológico más que necesario. Como todo colectivo humano, en el mundo de la investigación hay personajes de todas las calañas. Y yo he tenido que sufrirlo y denunciarlo a mis autoridades. ¡Dos casos dos! (aunque se produjeron más) los que saqué en su momento a la palestra, y ambos ganados, pero en silencio. Los responsables, también es cierto, apenas fueron amonestados. No se puede permitir que ciertos corruptos campen a sus anchas, se aprovechen del esfuerzo de los demás y medren en este mundillo, lesionando la integridad personal o el trabajo de otros compañeros. Veremos si por fin llegamos a buen puerto. Pero mientras tanto, veamos también noticias claramente tendenciosas, como por la que me enteré de este asunto. El viernes, 26 de diciembre de 2008, el Boletín de noticias de “madrimasd” se hizo eco de una noticia aparecida en el rotativo ABC titulada: “Dos Comités con la Misma Bioética“. Tal escrito venía firmado por N.R.C. No se si se trata de una persona o un organismo. Eso sí, parece no haberse enterado de nada. La pregunta del millón sería: ¿es lo mismo un “Comité Nacional de Ética de la Investigación” que una “Comisión Nacional de Bioética”?: ¡Pues va a ser que no!. El primero responde a una necesidad de toda la comunidad científica, mientras que el segundo, surge al objeto de tomar postura sobre cierto tipo de investigaciones con repercusiones éticas  y/o morales, como lo es la manipulación de embriones humanos. Eso si, la empresa puede echarse a perder si el grupo de personas que la constituyen tan sólo tiene carácter consultivo. Necesitamos un “Código Deontológico” y “Tribunales” que juzguen los casos cuando se presenten, castigando al infractor, ya sea el acusado que ha cometido falta, o el acusador que difama. Es imperativo que los científicos honestos se sientan seguros y los sinvergüenzas se piensen dos veces las cosas a la hora de intentar llevar a cabo sus fechorías. Lo demás no es más que puro escaparate. Pero es la propia redacción de la noticia, horrorosa, el obstáculo que nos impide extraer más conclusiones.   

 

Todos sabemos que los diarios de prensa no son neutrales, como tampoco los blogs, etc. Una cuestión es la independencia y otra la ideología que, tácitamente o no, se defiende. Los lectores compran un rotativo por su afinidad con alguna de estas últimas. Nada que objetar. Eso sí, confundir premeditadamente (si fuera el caso) a los ciudadanos es otro asunto que también debiera ser punible. Dejé un comentario al respecto, pero ha salido fatal. Una de dos, o hay mala leche, o la cajita de comentarios no hace sus deberes bien (es decir no es de uso amigable). Pensemos que sea el segundo caso, y veamos ya como se confunden los conceptos hasta el absurdo. Allá cada cual con su tendenciosidad o incultura.   

 

 

Dos Comités con la Misma Bioética

N.R.C | MADRID; Rotativo ABC

Viernes, 26-12-08

 

España pasará de no tener ningún organismo nacional que vele por los dilemas éticos del avance científico a contar con dos instituciones con funciones duplicadas. Al amparo de la próxima Ley de Ciencia, la ministra Cristina Garmendia planea crear un nuevo Comité Nacional de Ética de la Investigación. Este organismo consultivo sería un órgano colegiado, independiente y de carácter consultivo, sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas de la investigación científica y técnica.

 

Su labor se sumaría a la Comisión Nacional de Bioética, un«comité de sabios», con funciones similares, que acaba de heredar el Ministerio de Ciencia de Sanidad. Desde su constitución, la Comisión de Bioética sólo ha podido celebrar dos reuniones: una para constituirse el pasado mes de octubre y otra, más reciente, para votar unas normas de funcionamiento. Aún no ha tenido tiempo para debatir ninguno de los grandes debates ético-científicos para los que fue creada y ya se perfila un nuevo comité.

 

Garmendia planea crear un Comité Nacional de Ética de la Investigación que duplicaría las funciones de la comisión nombrada por Bernat Soria hace un año.

 

La Comisión fue nombrada hace un año por el ministro de Sanidad, Bernat Soria. La creación de este organismo era una exigencia de la Ley de Investigación, la normativa que legalizó la clonación terapéutica. A Soria le costó elegir a estos expertos entre el mundo jurídico, científico y de la ética. Después, la constitución de la comisión cayó en el olvido durante el traspaso de competencias de Sanidad a Ciencia. Finalmente en otoño, el departamento que dirige Garmendia decidió su constitución.

 

Su misión es elaborar propuestas y recomendaciones en asuntos con implicaciones éticas y sociales relevantes del campo de la Biomedicina y Ciencias de la Salud. Ahí se incluye desde la creación de embriones híbridos y la nanomedicina hasta la eutanasia y la investigación con pacientes.

 

Buenas prácticas científicas

También está encargada de establecer los principios generales para la elaboración de un código de buenas prácticas de investigación, de la misma manera que se propone para el nuevo organismo. Ambos tendrán carácter consultivo y representarán a España en foros internacionales. El que estuvo adscrito a Sanidad estará centrado en asuntos de la bioética y el nuevo, en materias relacionadas con la ética de la investigación. Diferente semántica para la misma función.

 

 

Veamos ahora la diferencia con ese otro párrafo sacado de Ecodiario.es.

 

En concreto, el borrador señala que sus funciones podrían ser: emitir informes, propuestas y recomendaciones sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas de la investigación científica y técnica, así como establecer los principios generales para la elaboración de códigos de buenas prácticas de investigación científica y técnica.

 

De acuerdo a esta noticia (a saber lo que piensan en el Ministerio), el comité que pretende crear Cristina Garmendia tendría dos funciones bien diferenciadas (i) las implicaciones éticas de la investigación científica (que no solo la “bio”ética”), y (ii) la de redactar un código de buenas prácticas. Debo entender que “los códigos de buenas prácticas” impliquen el comportamiento de los investigadores porque si no, otra capa maquillaje una vez más, al objeto de cubrir la cara de un sistema inoperante. 

 

Fastuosa interpretación la del autor de la primera noticia. O no se entera de nada o pretende confundir de la manera más vil al lector. No hay por donde defender al texto. Supongo que se habrá quedado tan orondo. Chapuza entre las chapuzas. ¿Diferentes semánticas? Pero, ¿sabrá realmente el significado del término? Lamentable leer este tipo de comunicados en una prensa que se considera seria.

 

 

Juan José Ibáñez

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