Clasificación de las Ciencias: El Caótico Árbol del Conocimiento

Si usted busca en este post una clasificación de todas las ramas del árbol de las ciencias, no siga. Al parecer no la hay. Este post analiza el tema, pero nada más.

 

Vaya caos, por no blasfemar. Como veremos hoy, la clasificación de las ciencias, tratada por filósofos del siglo XIX (como Augusto Compte y el Conde de Saint-Simon), apenas ha despertado la atención de los contemporáneos, ni de los propios científicos. Resulta otra laguna conceptual un tanto lamentable, por cuanto hubiera servido para poner algo de orden en el actualmente caótico árbol de las ciencias. Tan solo la ordenación de la documentación de bibliotecas, la catalogación de las revistas en función de su temática o la clasificación de las revistas científicas por el ISI, parece preocupar a algunos expertos. Vaya desastre. Resulta un tanto intrigante que nadie se preocupe del tema en la era de la I+D+i, o de la información y el conocimiento. Analicemos pues el estado del arte, por no decir del desastre.

 

 

El árbol de las ciencias Fuente: Albumes Web de Picasa

 

Hay días que pretendo escribir un post sencillo sobre un tema sobre el que debería existir mucha información por su obvia relevancia y me sumerjo en un agujero negro del que solo asoma el humo que disipa mi atolondrada cabeza. Pues bien. hoy es uno de esos funestos días, a pesar de haberle echado varias horas. No ha habido manera. ¿Por qué habla todo el mundo entonces del árbol de las ciencias? En pura lógica, la ciencia se debería dividir en disciplinas científicas, estas en subdisciplinas, y así sucesivamente. Se trataría pues de una taxonomía jerárquica. Entiendo que una cuestión es la teoría y otra bien distinta la practica. Sin embargo, el que no se halla intentado me parece una atrocidad. Doy por hecho que la ciencia actual se ramifica rápidamente en una plétora de pequeñas ramas o lo que sea. La verdad es que no tengo conocimiento ni de que exista una nomenclatura para las distintas ramificaciones del árbol que hoy nos preocupa.

 

Si analizamos los contenidos de la Web, la mayor parte de ellos nos devuelven al punto de partida, es decir a Compte, Saint-Simon y alguno más. En este otro, libro se habla de tales clasificaciones, muy conocidas pero totalmente obsoletas. Augusto Compte elaboró una propuesta jerárquica  y el Conde de Saint-Simon realizó otra distinta. Estas fueron bien recibidas en el siglo XIX pero no versan sobre el tema que nos preocupa en este post. Otro tanto nos ocurre con Pierce sobre la clasificación jerárquica de las ciencias. Quizás, de hecho, nos hallamos topado de nuevo con el dilema del continuum, toda vez que cada vez se proponen más disciplinas puente o interdisciplinares. Pero como ya hemos analizado en otros post sobre la naturaleza de las taxonomías y clasificaciones, tal obstáculo no resulta ser un impedimento, ni mucho menos, infranqueable. La clasificación de las ciencias según Wikipedia, reproduce la propuesta de Rudolf Carnap, que resulta ser más de lo mismo, por cuanto nos habla de: formales (matemáticas, incluyendo la lógica), naturales (todas las demás excepto la anterior y las sociales) y sociales. No hace falta ser muy agudo ¿verdad?  Eso si, al menos no nos vuelven a comentar la ambigua y perniciosa dicotomía entre ciencias básicas y aplicadas, que es falaz en donde las hubiera. Por ejemplo, la edafología es considerada (y así lo creen en muchos de mis colegas) una disciplina aplicada, por cuanto surgió (por conveniencia) bajo el paraguas de la agronomía. Resumiendo, la investigación de cómo funciona un recurso natural tal como el suelo debe entenderse como una actividad aplicada. ¡Falso!. Todo depende de la orientación que le de el científico a sus indagaciones. Y así el ISI la considera básicamente como un subcampo de la agricultura. ¡Lamentable!. Pero sigamos.

 

En esta otra página Web se clasifican las ciencias en dos categorías: fácticas y formales, siguiendo la cacareada propuesta de Compte. Como también, más o menos, en este otro documento.

 

La versión de Rudolf Carnap, es mostrada en este  enlace (blog genesisjose)  como sigue:

 

Esquema de clasificación planteado por el epistemólogo alemán Rudolf Carnap quien fue el primero en dividir a la ciencia en:

Ciencias formales

Estudian las formas válidas de inferencia: LógicaMatemática. Por eso no tienen contenido concreto, es un contenido formal en contraposición al resto de las ciencias fácticas o empíricas.

Ciencias naturales

En ellas se encuadran las ciencias naturales que tienen por objeto el estudio de la naturaleza. Siguen el método científico: AstronomíaBiologíaFísicaQuímicaGeologíaGeografía física

Ciencias sociales

Son todas las disciplinas que se ocupan de los aspectos del ser humano – cultura y sociedad– El método depende de cada disciplina particular: AntropologíaCiencia políticaDemografíaEconomíaHistoriaPsicologíaSociologíaGeografía humana

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La ciencia factual se encarga de estudiar hechos auxiliándose de la observación y la experimentación. Por ejemplo la física y la psicología son ciencias factuales por que se refieren a hechos que se supone ocurren en la realidad y, por consiguiente, tienen que apelar al examen de la evidencia empírica para comprobarlos. En conclusión, el objeto de estudio de la ciencia formal no son las cosas ni los procesos, sino las relaciones abstractas entre signos, es decir, se estudian ideas. Son ciencias formales la lógica y las matemáticas.

 

Pinchando en este enlace podéis bajaros una clasificación más completa pero también harto trasnochada en espacio dedicado al filósofo Pierce..

 

 

 

Una Clasificación de las Ciencias

 

Otras aproximaciones han sido realizadas para organizar los volúmenes en las bibliotecas, como se indica en esta otra página Web Tampoco es lo que buscamos, pero si alguien desea analizar el tema, puede bajarse este libro libremente de Internet.

 

En este otro enlace, se nos informa sobre la metáfora del “atlas de las ciencias”, el cual al parecer fue utilizado por el ínclito Eugene Garfield en el ISI de Filadelfia con vistas a la catalogación de las revistas indexadas (pero ver también la proposición de Henry Evelyn Bliss: The bliss bibliographic classification). No obstante, retornamos con Bliss de nuevo a la ordenación de los volúmenes en las bibliotecas. Y si no me creéis ver la Clasificación de Colon, que por ser de la misma guisa adolece de sus defectos. Ya que como edafólogo aparezco en cualquier lado, soslayo un análisis de tal perspectiva. Sin embargo existe cierta  información de interés, por lo que recogemos algunos párrafos.

 

Bonitz (1983) discusses the idea of an «Atlas of Science» from Wilhelm Ostwald’s work in 1919 and forward. He finds that the roots of this concept is associated with citation methods, citation frequencies and citation associations. Concretely is the idea used in the design of a tool produced by Eugene Garfield‘s Institute for Scientific Information (ISI) in Philadelphia. It is based on relations between research fields as mapped by co-citation analysis (cf. bibliographic coupling).

 

Ziman (1985) discuss «maps of knowledge» from a more theoretical point of view. He writes:

 

«We tend to think of a typical scientific revolution as something that mainly affects knowledge about a particular ‘subject’, but the effects of a discovery are not necessarily concentrated within a standard category of the classification scheme of a discipline» (p. 5-6). Further: «For excellent practical reasons, information scientists construct one-dimensional schemes where each specialty is labeled by an alphanumeric symbol, such as 72.15 Eb. These symbols can be arranged hierarchically, or along a line, but this does not correctly represent the neighborhood relations between the categories they stand for.» (p. 6). Further: «The next step, of course is to try to represent these affinities on a two-dimensional map, as in Fig. 2 [omitted. See Åström, 2002, for other examples]. It is, indeed, possible to construct such maps, where citation linkages from coherent clusters, corresponding to recognized specialties. But although such a map may be good enough to distinguish between specialties that would otherwise overlap, it does not show all the connections that could be made between the problems that are studied in these specialties. The topology of the network of affinities between scientific specialties is really immensely complicated. A typical scientific discipline is much more compact, much more tightly interconnected, than can easily be represented on a two-dimensional diagram. On almost any subject of research, there is a dimension of theory and a dimension of fact, a dimension of methodology and a dimension of potential applicability. For the specialist there are further dimensions, or at least perspectives, associated with different schools of thought, different approaches and different research goals».

 

What Ziman (1985) claims is thus 1) that one or two-dimensional representations of disciplines are too simple to provide an adequate picture and 2) that an important aspect of relatedness of disciplines is related to how they interact in the production of new knowledge and in transforming the scientific landscape itself.


It probably is too narrow to consider «sciences» isolated from the rest of society. We need also consider the interaction between «science» and other «super categories». According to Harris (2005) is science – like art, religion and history – one of the super categories adopted by modern societies for explaining and justifying certain types of human activity. Harris argues that each super category has its own semantics. The function of the super category is to integrate what would otherwise be unconnected forms of inquiry, and the result of such integrations is to draw a certain map of our intellectual world. A related metaphor with a longer history is «the tree of knowledge«.

 

 

Buscando sobre el tal Bliss  tope con esta revista que también puede ser del interés de algunos de vosotros: Cataloging & Classification Quarterly. Adicionalmente, en este enlace se dice:

 

Bliss Bibliographic Classification (BC2) is an internationally accepted detailed general classification which is based on clear and comprehensive principles for both its overall structure (main-class order) and the internal structure of each and every class. The former is based on the theory of integrative levels first advanced by Comte. The second is based on the revolutionary theory of facetted classification developed by Ranganathan and elaborated by the CRG – (British) Classification Research Group. Each class provides an unrivalled map of the detailed relations between the concepts in the subject, which may be used for the classification of a library and its catalogues, as an aid in searching automated files or as a valuable educational instrument in the subject

 

 

Tras comenzar a analizar este “revolucionario” producto me quede horrorizado. Podéis buscarlo vosotros y ya me contáis vuestras impresiones.

 

Obviamente, los estudiosos sobre citaciones científicas, a lo que se ha convenido en denominar  cienciometría (yo no entiendo que sea una ciencia propiamente dicha, desde ningún punto de vista), también se encuentran interesados en la clasificación de las ciencias, aunque parecen basarse en la lógica ya apuntada que utiliza el ISI, como podemos ver en el siguiente párrafo obtenido de este enlace.

 

The decomposition of scientific literature into disciplinary and subdisciplinary structures is one of the core goals of scientometrics. How can we achieve a good decomposition? The ISI subject categories classify journals included in the Science Citation Index (SCI). The aggregated journal-journal citation matrix contained in the Journal Citation Reports can be aggregated on the basis of these categories. This leads to an asymmetrical matrix (citing versus cited) that is much more densely populated than the underlying matrix at the journal level. Exploratory factor analysis of the matrix of subject categories suggests a 14-factor solution. This solution could be interpreted as the disciplinary structure of science.

 

Pues bien, ya la han liado. A mediados de los noventa, un Vicepresidente del CSIC, Salvador de Aza, me ofreció una Acción Especial con vistas a analizar la producción científica del CSIC en las Áreas del Conocimiento de Recursos Naturales y Ciencias Agrarias, que llevaba por título.

 

1996.  Estado Actual y Evolución de la Productividad Científica de los Centros Vinculados a las Áreas de CC. Agrarias y Recursos Naturales con Vistas a su Planificación Científica Durante el Plan de Actuación del CSIC 1995-1999. Acción Especial subvencionada por el CSIC (Invest. Principal: Dr. J.J. Ibáñez Martí).

 

De ella, mediante un análisis convencional y en colaboración con investigadores del CINDOC publicamos el siguiente artículo (al margen de la participación en algún simposio).

 

Rey, J., Martín, L., Plaza, L., Ibáñez, J.J. & Méndez, I. 1998. Changes on Publishing behavior in response to reserach policy guidelines. The case of the Spanish Research Council in the field of Agronomy. Scientometrics, 41(1-2): 101-111).

 

Debido a tal iniciativa, durante más de seis meses fui elaborando una clasificación de los “papers” publicados por los investigadores de mi institución, uno por uno, desde la transición democrática hasta 1997. Este trabajo no fue publicado por falta de colaboración y ayuda por parte de otros investigadores (es duro tener que hacerlo uno todo), aunque también hubo algo más que prefiero omitir, ya que la siguiente Presidencia deseaba los datos para otros propósitos que se me antojaron inaceptables. .Ahí esta, en un cajón: “el baúl de los recuerdos”. Lo que sí os puedo asegurar es que por los criterios ISI era imposible llegar a una clasificación satisfactoria. Yo diría que el producto resultante era infumable. Sin embargo, la que yo elaboré al menos atesoraba “alguna racionalidad científica”. Si es posible llevar a cabo una clasificación de las ciencias, os lo aseguro.

 

Otra faceta a que nos vemos obligados los científicos, es adscribirnos a los ámbitos de investigación que demarca la UNESCO. Y de nuevo nos encontramos con un producto más que deplorable en el que no encajamos “tropecientosmil” investigadores. Seguro que muchos de vosotros habéis pasado por la misma experiencia.

 

Entiendo que muchos pensaréis que una clasificación jerarquía  a modo de un árbol bidimensional (la tecnología actual permite visualizar nos permite tres) es imposible, debido a la cantidad de estudios interdisciplinares y transdisciplinares. No comparto tal opinión. En primer lugar, una topología jerárquica no tiene porqué impedir la conexión horizontal entre nodos (categorías). Del mismo modo, como diría Shannon (uno de los padres de la teoría de la información), un poco de redundancia no es necesariamente negativa (por ejemplo, la bioquímica podría aparecer simultáneamente como una rama de la biología y de la química), sino todo lo contrario. Por último, la presencia de híbridos (estudios trans y multidisciplinares) no impide que se pueda realizar una clasificación jerárquica no solapante o Booleana (clases con fronteras claramente definidas), sin que por ello niegue que se pueda acudir al auxilio de la lógica difusa (fuzzy logic) (clases con fronteras difusas).

 

Resumiendo, no se ha realizado tal clasificación de las ciencias debido a que tanto los filósofos como la comunidad científica contemporánea no están interesados. Sin embargo, con todas las limitaciones que pudiera acarrear (no existe taxonomía perfecta alguna) sería un producto didáctico y utilitario de gran valor para muchos propósitos. Tan solo hace falta un pequeño grupo de expertos, voluntad y tiempo.

 

Juan José Ibáñez    

 

 

Sumario de los post editados en “Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia hasta este post (pinchar en los números para desplegar los post)

 

¿Qué es esa cosa llamada Ciencia?

El Método Científico

Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia

Reduccionismo Epistemológico

Ciencia e Inducción [1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13]

El Círculo de Viena y el Positivismo Lógico [41]

Filosofía de Karl Poper: El Falsacionismo [14, 15, 16, 19, 20, 21, 23, 24, 25, 26]

Filosofía de la Teoría de la Evolución y Sociedad   [17, 18],

Naturaleza y enseñanza de la Ciencia [22]

Las Teorías Científicas Como Estructuras Complejas

La Filosofía de Imre Lakatos  [28, 29, 30, 31, 32]

La Filosofía de Thomás Kuhn [33, 34, 35, 36, 37, 71]

Filosofías Radicales de la Ciencia: Feyerabend y más  [38]

Filosofía de la Ciencia versus filosofías científicas [39]

¿Es la mente fractal? [40]

¿Filosofía Cuántica? [42]

Seredipidad o Serendipia y la Lógica de los Descubrimientos Científicos [43]

El Dudoso Estatus de los Ciencia Modelos de Simulación Predicativos [44]

Filosofía de la Tecnología y Ortega y Gasset [45]

Los Conceptos y Sus Limitaciones: Vivir en la Incertidumbre [46]

Nominalismo, Realismo y Conceptualismo: Sobre el significado de concepto [47]

Pensamiento Analógico y Pensamiento Digital: Acerca de lo Continuo y lo Discreto [48]

El Discurso Científico, Conceptos Contrarios y Jean-Marc Lévy-Leblond [49]

Sobre Ciencia, Filosofía de la ciencia y religión: [50]

Clasificaciones, la Percepción del Mundo y el Progreso Acumulativo de la Ciencia [51]

El Concepto de Especie, Tipos de Suelo y la Filosofía de la Ciencia: Realismo Promiscuo [52]

Números mágicos [53]

Bruno Latour y los Estudios Sociales de la Ciencia [54, 55, 58, 59, 60]

Reduccionismo epistemológico y ontológico (las teorías del todo) [56]

Sobre lo continuo y lo contiguo  [57]

Tipos de Conceptos Científicos: [61, 62, 63]

Leyes, teorías, conjeturas e hipótesis en Ciencia [64]

Concepto y tipos de Modelos Científicos [65]

La Crisis de las Ciencias Taxonómicas  [66]

Las Incertidumbres de la Ciencia: Ajustes a los Modelos de Regresión Estadística  [67]

Los Fracasos Experimentales y Su Valor en Ciencia  [68]

Relaciones Causa-Efecto en la Práctica Científica  [69]

La Mente Humana Como Reflejo del Mundo Natural (y Viceversa)  [70]

Clasificación de las ciencias (el caótico árbol del conocimiento)  [72]

Sociología de la Ciencia: Verdades y Falsas Verdades en Ciencia: Los Tópicos Impregnantes  [74]

Pensamiento Cualitativo y Pensamiento Cuantitativo en la Práctica Científica  [75]

Concepto de clasificación para los más jóvenes [73]

Compartir:

20 comentarios

  1. Cuánta razón tienes!!!!

    Excelente el ensayo, de esos científicos que lo que aportan es cultura auténtica!!

    Muchas gracias por esta magnífica exposición.

  2. Hola, he visitado vuestro sitio Web y parece interesante. ¿podríais ser más explícitos?

    Saludos

    Juanjo Ibáñez

  3. Este post es superlativo. Y encuentro en este ensayo, un fiel reflejo del mundo actual. Por que será que en internet es casi un milagro econtrar un post como este, y en cambio abundan tantos sitios y blogs que dicen tan poco?. Ojalá que el ejercicio intelectual que realizaste en estas líneas, se multiplique por los infinitos cables que nos unen y ( y dividen).

    Saludos

  4. ¿Es posible elaborar un mapa del conocimiento humano? ¿Qué aspecto tendría?

    Un mapa, tal y como se entiende habitualmente, es una representación gráfica de un espacio físico (real o imaginario) cuyo fin es el de orientar y ayudar al usuario del mapa a comprender y guiarse en el espacio representado. El plano del metro de una ciudad, un mapa de la isla del tesoro o un dibujo de la planta de un edificio son ejemplos de mapas que todos conocemos

    El conocimiento acumulado a lo largo de los siglos, y clasificado en disciplinas tales como la astronomía, la matemática, etc, no es un espacio físico, sino un complejo y vasto conjunto de teorías, interpretaciones, hecho y datos recopilados a lo largo del tiempo así como de toda la práctica que, durante generaciones, han llevado a cabo no sólo científicos, sino artistas, filósofos y pensadores de todo tipo.
    El conocimiento, pues, es algo abstracto, y representarlo en un mapa (o en un árbol) no es sino representar esos elementos y, sobre todo, las relaciones que guardan entre si. Los mapas conceptuales, esquemas, diagramas y gráficos de todo tipo son ejemplos con los que estamos familiarizados.

    ¿cómo unir estas dos perspectivas?

  5. Para entender mi punto de vista debemos pensar en cómo ha ido evolucionando el conocimiento geográfico de nuestro mundo y cómo los mapas (que antiguamente no cubrían más que una parte determinada de la superficie de la Tierra, porque más allá de esa parte se desconocía qué es lo que había) han ido ampliandose hasta cubrir, como si de las piezas de un puzzle se tratara, la totalidad de la esfera terrestre y las correctas relaciones y proporciones entre las partes.

    Algo parecido debemos llevar a cabo con el conocimiento humano. Hay un tipo de gráficos (véase como ejemplo http://publish.uwo.ca/~dmann/rump_files/image002.jpg) en el que, a partir de una disciplina del saber concreta que se situa en el centro, se muestran en círculos concéntricos todas aquellas otras disciplinas que se relacionan directamente con el área central, de tal modo que cuanto más cercana al centro se encuentra un determinado campo de estudio, más estrecho es el vínculo que mantiene con la disciplina central.

    Este tipo de gráficos viene a realtar, sin duda, la conexión entre distintas disciplinas. Ahora bien, si tenemos en cuenta que cualquiera que fuese la disciplina que eligiésemos, podríamos situar a su alrededor un buen número de otras areas estrechamente vinculadas, vemos claramente que, en definitiva, cada conocimiento está conectado con todo el conocimiento restante.

    Los gráficos de los que disponemos son como aquellos antiguos mapas cuyos límites terminaban con una mera mención a la «terra incognita»

    Puesto que vivimos, según escuchamos con frecuencia, en la «era del conocimiento», parecería fácil elaborar el mapa global en el que todas las disciplinas encajasen, sin embargo, no es así. La especialización cada vez más profunda en todos los sectores hacen que la terra incognita de un investigador la constituyan todos aquellos otros campos del saber que no guardan inmediata relación con el tema que cada uno investiga. De este modo, el jurista entiende de leyes pero lo ignora todo sobre la física de partículas, el físico en nada se ocupa de la psicologia humana y, así, la brecha entre unos y otros no hace sino aumentar.

    El único modo hasta ahora de obtener una visión general del conocimiento es repasar las distintas clasificaciones del saber existentes, tales como ciencias del espacio o ciencias de la vida, que se encontrarían englobadas en la más general categoría de «Ciencias», frente a otras grandes categorías tales como «Letras» o «Humanidades».

    Hasta aquí es lo expuesto básicamente por el artículo que estamos comentando, «Clasificación de las ciencias: el caotico árbol del conocimiento».

    Pero vayamos más allá

  6. Continuando con el paralelismo con el mapa del globo terraqueo, las ciencias, las humanidades, o las bellas artes, vendrían a ser los continentes de este «planeta del conocimiento», mientras que cada una de las disciplinas serían los países de dichos continentes.

    No obstante, este paralelismo tampoco termina por ofrecernos u na imagen, aunque sea muy básica de cómo podría ser ese mapa. De hecho, no son pocos los intentos que se han hecho de elaborar dicho mapa, pero son insatisfactorios porque no plasman de forma objetiva las relaciones entre todas las disciplinas del conocimiento (todo lo mas una parte) y es que, aunque el conocimiento, como hemos dicho, es algo abstracto y no es un espacio físico, las relaciones entre sus elementos si son objetivas y el orden que guardan entre ellas si puede ser plasmado de forma gráfica.

    Para ello necesitamos algo que generalmente damos por supuesto en los mapas geográficos, por su propia obviedad, y es la misma concepción del espacio. Las coordenadas espaciales, la división del espacio ne lineas de latitud y longitud, así como la existencia de un eje que atraviesa dos polos… en definitiva, la misma definición de la geometría de la esfera es el marco general sobre el que situamos los datos geográficos.

    En el caso del conocimiento humano ¿cuáles serían las coordenadas fundamentales que nos permitirían esttructurar todo el saber? ¿Cuáles son los ejes fundamentales?. Como hemos visto en este post, es clásica la división en parejas de opuestos: ciencias naturales frente a sociales o formales frente a «concretas» (? 😉 jeje). Esta concepción a tendido a dividir y alejar cada vez más las áreas aparentemente opuestas y no han permitido ver que no son sino lados opuestos pero de un mismo eje, como los dos polos terrestres lo son de una misma esfera.

    http://3.bp.blogspot.com/_SHUw9Mm_q38/TUgq4RPbg-I/AAAAAAAAAC0/gqqtBI-uIfk/s1600/07.%2BPerspectiva%2Bglobal.JPG

  7. Los ejes «materia-mente», así como «sociedad-individuo» y «naturaleza-cultura» son los conceptos fundamentales a partir de los cuales podemos situar todos los demás en una esfera tridimensional en cuya superficie quede plasmada cada disciplina del conocimiento.

    El conocimiento, como la Tierra, es sólo uno, y una vez que captamos la imagen global comprendemos que lo que se nos mostraba tradicionalmente como opuesto no es sino diversos aspectos de una misma realidad (como aquella fábula de los ancianos que tocan cada uno una parte distinta del elefante). El conocimiento es un todo integrado y complejamente interconectado, pero elaborar un mapa de su conjunto nos abre, amen de una comprensión intuitiva de la totalidad, muchas otras posibilidades prácticas a la hora de exponer y difundir ese conocimiento

    Para ello el mejor modo es la creación de un software similar en forma y modo de uso al popular programa Google Earth, con todas las posibilidades que ello supone:

    – Situar temáticamente fondos bibliográficos y cualquier tipo de contenido
    – Realizar «viajes» o «rutas» entre elementos de ese mismo contenido
    – Vincular videos, fotografías o todo tipo de información adicional tal y como se hace en Google Earth
    – Mostrar relaciones entre el contenido representado (por ejemplo, las obras a las que hace referencia un determinado texto o las obras para las que el mismo texto sirve de referencia). Citation´s index.
    – Clasificar las tesis doctorales usando como criterio no la CDU, sino la Clasificación de la UNESCO
    – Registrar los documentos visualizados por un determinado usuario para obtener un historial personalizado de las búsquedas

    Todas estas posibilidades pueden verlas con más detalles en http://www.alfabasi.blogspot.com

    Espero que todos estos comentarios hagan mi propuesta más específica, estimado Juanjo Ibañez. Me despido ya felicitándote por este excelente blog y agradeciéndote este espacio.

    Un saludo

    José Sánchez-Cerezo de la Fuente

  8. Muchas gracias, por esta información realmente es de mucha ayuda, actualmente estoy formando parte del Consejo de Ciencias dependiendo de la Academia de Ciencias de Bolivia Departamental Santa Cruz, y fue de mucha ayuda su post, por que realmente estaba siguiendo a Pierce por mi posición pragmática pero su postura es mucho más amplia, adicionalmente , quisiera consultarle si considera adecuado utilizar las notaciones bibliográficas para la clasificación de investigadores, grupos de investigación, y productos intelectuales dando posibilidades a la I+D+i y posiciones como la investigación socio-critica y el pensamiento complejo

  9. Amigo, más didáctica no significa mejor. Y a menudo todo lo contrario. Las cosas no funcionan así. No ocultemos a los ciudadanos la complejidad del tema
    Juan José Ibáñez

  10. En la diana! Ojalá puedas publicar tu clasificación algún día. Yo como estudiante de magisterio tengo una duda aparentemente simple: ¿Las ciencias de la educación pertenecen a las ciencias sociales o viceversa? Muchas gracias.

  11. hola Juan, las ciencias de la educación pertenecen a las CC. Sociales. Es la cultura social la que determina como se debe educar y con que materias.
    saludos
    Juanjo Ibáñez

  12. Excelente la información que aportas Juanjo Ibáñez! No puedo estar más de acuerdo con las apreciaciones y propuestas señaladas. Considero que actualmente, una clasificación consensuada y con la necesaria racionalidad científica, tendría un valor inmenso con infinitas finalidades.
    Independientemente, desde hace unos meses, elaboro mi propia clasificación con el simple fin de organizar mis estudios y conocimientos.
    Anhelo poder ver y disfrutar algún día de su clasificación.
    Muchas gracias.
    MANU

  13. Buen recorrido. Hay un excelente artículo que acabo de encontrar (La ramificación del saber según C. S. Peirce, de Jaime Nubiola). Guía mucho. Este asunto es más extenso de lo que uno supone, va por lo menos hasta Lullio en el S. 13. Pero en realidad va más atrás

Deja un comentario